Opinion

El gobierno pampeano dedicó la semana a esclarecer a diversos sectores sobre el doloroso impacto de las políticas nacionales, o la falta de ellas; el tarifazo y las medidas antipáticas se hacen carne, la luz al final del túnel no alcanza a verse, pero es un misterio cuándo habrá una reacción ciudadana o de las instituciones de poder que la representan.
Organismos públicos, industrias, comercios, trabajadores y habitantes comunes y corrientes conviven con una rutina de sufrimiento, tarifazos, despidos y anuncios explosivos; el gobierno provincial promete transparentar más información sobre el real impacto del ataque antifederalista, que se multiplicará mientras quede vigente el decretazo de Milei.
La decisión judicial que beneficia a miles de ahorristas, fruto de la organización colectiva, el impulso de la política y las reglas que tienden a la equidad. Fue un oasis en una semana repleta de noticias amargas, además presentadas en tono festivo por la casta que maneja las decisiones más importantes.
El gobierno provincial e intendencias de distintos colores coinciden en la necesidad de reafirmar lazos y puentes, aún en la diversidad política, para resistir el ajuste del gobierno nacional de Javier Milei, que también aprovecha la Semana de la Memoria para instalar su mirada negacionista o incluso reivindicatoria de la dictadura, en un contexto violento y peligroso.
El Senado dio un contundente rechazo al decretazo de Milei, que ahora está bajo la lupa de la Cámara de Diputados y también del Poder Judicial. El mismo día en que radicales reaccionarios y macristas puros se quejaban de que al presidente "no lo dejan gobernar", en la Legislatura pampeana, por primera vez, retacearon el quórum y frustraron la primera sesión del año.
Los gobernadores de la Patagonia le dieron otra vuelta de rosca a su decisión de trabajar mancomunadamente para el desarrollo, mirando la coyuntura pero también el mediano y largo plazo; algunos actores del gobierno nacional intentan tender puentes con el maltratado "interior", pero la desinformación y las contradicciones potencian la incertidumbre.
Sergio Ziliotto anunció la decisión de emparchar el derrame del ajuste nacional con un "aporte solidario obligatorio" que reafirma la postura ideológica del gobierno pampeano; a nivel nacional, Javier Milei sigue apostando al desquicio y al sadismo, anunciando en tono celebratorio medidas de impacto negativo en los sectores populares.
La Patagonia, de pie, se plantó ante la avanzada del gobierno de Javier Milei: diversidad política y coherencia contra el abuso de poder. Pero el presidente sigue el camino de los caprichos y los golpes de efecto: la eliminación del INADI, el Congreso como "nido de ratas", los políticos como "una mierda".

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