Opinion

La defensa del futuro y las oscuridades del petróleo

La Marcha Federal Universitaria, otro foco de resistencia y reclamo frente al gobierno libertario que ajusta y liquida la soberanía; movidas sugestivas y debates genuinos en torno a Medanito y la industria petrolera, con participación de la política, las empresas y el sindicalismo.

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EL DIARIO digital

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Una de cal…

La Marcha Federal Universitaria volvió a dejar sentado, en las calles y ante la opinión pública, la apuesta al futuro que hacen quienes forman parte de esa comunidad y buscan no sólo cumplir los sueños de las generaciones juveniles, sino garantizar la soberanía nacional que hace base en la ciencia y el conocimiento.

Autoridades, sectores trabajadores de distintos ámbitos y estudiantes coincidieron en refrescar el reclamo y darle no sólo masividad en las manifestaciones que se hicieron en todo el país como en Santa Rosa, sino también institucionalidad a partir del proyecto que el consejo de rectores impulsa en el Congreso Nacional.

Cuesta entenderlo, pero la respuesta del gobierno nacional libertario casi que se adivina no sólo a partir de su propia trayectoria, sino tomando como referencia el padecimiento que sufren otros organismos vaciados y desfinanciados, además con el mismísimo presidente Javier Milei haciendo un show de las agresiones y los insultos.

El clima belicoso en el que la gestión libertaria parece moverse como pez en el agua encierra un peligro para el sistema democrático que buena parte de la dirigencia no está advirtiendo, o al que en todo caso aún no le puede medir la gravedad.

El impune y desembozado ataque de Milei contra una porción de la ciudadanía y del propio Estado sería imposible de sostener en un país en el que las instituciones realmente funcionen o en el que fuera más real la caracterización como "republicano", que es una de las palabras con las que los mismos que gobiernan y sus cómplices se han llenado la boca en los años previos.

El reclamo universitario, genuino, sensato, imprescindible en cualquier país que se precie de soberano, caerá en un Congreso Nacional desdibujado y ninguneado, no sólo por quienes lo han bautizado "nido de ratas", sino por quienes representando a otras fuerzas políticas que no son el oficialismo se comportan efectivamente como roedores y dejan pasar cualquier medida inaceptable en afán de congraciarse con el poder de turno.

El reciente veto a la ayuda que se había consensuado para atender los extraordinario pesares de Bahía Blanca después del temporal que arrasó la ciudad es un ejemplo contundente de que lo que tiene aún cierto formato de sistema democrático se está volviendo en realidad, cada vez más, el imperio de un autoritarismo nunca visto desde el año '83 en nuestro país.

Con un Poder Judicial amañado y cargado de desprestigio, más importancia aún cobra lo que puedan hacer en conjunto los gobernadores, algunos de los cuales sí se han puesto a la altura de las circunstancias para defender derechos de sus territorios y sus ciudadanías: la foto en la que el pampeano Sergio Ziliotto luce en la cabecera es representación de una de las salidas posibles para que Argentina no pierda definitivamente su identidad, su dignidad y su federalismo.

 

…y una de arena…

 

La semana que se va quedó especialmente empetrolada, a partir de movidas políticas, sindicales y empresariales, algunas genuinas y otras especulativas, que volvieron a poner en el centro de la escena la licitación por el área Medanito, pero no sólo esa sola circunstancia sino a la industria de los hidrocarburos en general.

Hubo de todo, como en botica: desde la oposición fogoneando una vez su idea de un "data room" en busca de transparencia, o planteos de tipo ambiental, hasta una contundente movilización sindical en Colonia 25 de Mayo, donde el reclamo sectorial encontró fuerte respaldo de la Municipalidad y de la propia comunidad.

En los alrededores de esas situaciones, un encuentro del Sindicato que comanda con brazo de hierro Marcelo Rucci con la empresa Petroquímica Comodoro Rivadavia, que tuvo que dar una parcial marcha atrás con la pretensión de licenciar de manera forzosa a 90 operarios durante seis meses.

Ese ajuste empresarial finalmente será más acotado y menos dañoso para el sector trabajador, según explicó el sindicato tras un encuentro en el que también intervino el área de Trabajo, y que concluyó con una especie de festejo en la multitudinaria asamblea que armó Rucci, con el visto bueno del intendente del PRO Leonel Monsalve.

Aprovechando esa potente puesta en escena, Rucci tomó planteos casi textuales que en las horas previas había hecho el ultravernismo legislativo, en una movida sugestiva que causó malestar y sorpresa hacia adentro del bloque y obviamente en las filas del gobierno provincial, que fue cuestionado en ese texto que germinó entre las sombras.

Algunas de las alusiones del oficialismo crítico no son novedosas ni propias: las ha planteado la oposición, como la referencia a la información opaca, la falta de controles y el retardo en la búsqueda de soluciones, mochila que cargan sobre la Secretaría de Energía y sobre la empresa provincial Pampetrol.

Rucci fue un poco más allá y directamente pronunció de modo público lo que las usinas ultravernistas dicen en voz baja: pidió "un paso al costado", después de que el secretario de Energía Matías Toso difundiera en un documento oficial el posicionamiento del gobierno respecto de la problemática.

Visto desde afuera, el conflicto también deja una certeza que es a la vez el mayor interrogante: los actores en disputa parecen deslindar responsabilidades y acusarse mutuamente, pero sin revelar del todo cuáles son los trapitos sucios que los enfrentan, o qué intereses los ubican en veredas diferentes, como si esa información sensible sólo pudiera ser manejada por quienes tienen el privilegio de pertenecer, sin dejar que esa data derrame a la ciudadanía.

 

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