Opinion

El "Compre Pampeano", desdibujado en una ciudad que se volvió "cara"

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Una situación puntual de un proveedor de Junín repone en agenda una cuestión que afecta al Estado y también a los habitantes: ¿por qué en Santa Rosa se pagan, a veces, precios tan altos?

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EL DIARIO digital

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Una situación que proveedores locales tomaron con molestia, y que tuvo protagonismo de la Municipalidad de Santa Rosa, reinstaló los diversos costados que tiene en la ciudad, pero también en la provincia, la aplicación del "Compre Pampeano".

Con enojo, comerciantes del medio advirtieron que una millonaria licitación había sido obtenida por un proveedor de la localidad bonaerense de Junín y denunciaron la situación como un episodio más de supuesto perjuicio a quienes están radicados, trabajan y generan fuentes laborales en la ciudad.

La palabra oficial municipal arrojó algo de luz, al menos desde la voz oficial y con datos concretos: de las invitaciones que se cursaron para esa licitación privada solo dos firmas participaron y una de ellas fue la que quedó en la picota porque, tras ser adjudicada, tuvo que salir a buscar parte de sus productos en la propia Santa Rosa.

La oposición política ha dado visibilidad desde el inicio de la actual gestión a algunos episodios que consideró anómalos, en que se adjudicaron determinados servicios a empresas bonaerenses, ya fuera para la adquisición de fideos o para el diseño gráfico de campañas publicitarias.

Pero lo que el secretario de Hacienda Pablo Echeveste puso en agenda es un costado que bien merece una mirada, y es la aparente capacidad de emprendedores no pampeanos de ofrecer precios más convenientes, un detalle que incluso la oposición dice que hay que tener en cuenta por aquello de cuidar los dineros públicos.

La gran pregunta es por qué no aparecen firmas o comerciantes locales que puedan competir de igual a igual en esos casos, y que no pretendan utilizar la herramienta del "Compre Pampeano" para sacar un provecho que finalmente perjudica al propio Estado del que son (somos) parte.

Se impone entonces la remanida idea, leyenda o no tanto, de que Santa Rosa es una ciudad cara.

La idea del "Compre Pampeano" nació, justamente, como una forma de generar sinergia entre el Estado y las pequeñas y medianas empresas de la provincia, y requiere de la participación consciente y convencida de ambas partes: gobiernos dispuestos a fomentar la actividad económica en el territorio y empresarios preparados para ofertar de manera competitiva y también aliviar a las arcas públicas.

Quizá el modo en que se han ido desdibujando algunos objetivos de ese "Compre Pampeano" merezca alguna revisión en la que los protagonistas centrales puedan hablar el asunto con sensatez.

Nadie puede reprocharle al municipio capitalino que no haya entablado con el comercio local un vínculo de trabajo mancomunado, porque al menos con la Cámara local que agrupa al sector ha motorizado en conjunto numerosas iniciativas y pocas veces se vio que ese espacio participara tanto en determinados asuntos de la gestión.

Tal vez el Comercio en general también se debe una revisión de ciertos comportamientos habituales, algunos de ellos ya inerciales: quizá al Estado le pasa lo mismo que a quienes habitan la ciudad, que interpretan que los precios de los productos básicos y cotidianos muchas veces no solo exceden lo lógico y racional, sino que superan toda comparación con ciudades relativamente similares o con las ofertas a las que se puede acceder de manera remota.

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