Opinion

La Pampa busca marcar la cancha, Mendoza es "El Reino del Revés"

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Temas en la agenda de la semana: la puja a nivel nacional para ver de qué modo se distribuyen las cargas (o recortes) que derivarán del arreglo con el FMI; la ofensiva mendocina, insultante y paradojal, para hacer Portezuelo del Viento y atacar a nuestra provincia.

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EL DIARIO digital

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Una de cal...

El gobernador Sergio Ziliotto busca de alguna manera marcar la cancha en el ámbito nacional para que las interesantes promesas de obras públicas para la provincia, que se escucharon en los últimos meses y sobre todo durante la campaña proselitista, no naufraguen en el mar de compromisos incumplidos.

El mentado acuerdo con el Fondo Monetario Internacional implica, aunque anden esquivando la palabra, una serie de ajustes que necesariamente afectarán algunos espacios del presupuesto estatal.

Como ese presupuesto nacional, además, no encontró el visto bueno en el Congreso, se abre una serie de interrogantes respecto de cuáles serán los sectores afectados por algún recorte, y empiezan a tallar entonces las pujas de poder.

Esos intereses, por un lado, son regionales y geográficos, y más temprano que tarde empezarán a surgir en los próximos meses las disputas sectoriales de posicionamiento político ante las elecciones del año que viene.

El encuentro que el jefe del Ejecutivo pampeano mantuvo con el jefe de Gabinete, Juan Manzur, y con el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat es una aproximación más para que el Gobierno nacional no deje de tener en cuenta los contactos que se aceitaron con La Pampa y las obras que están en el tintero.

Fundamentalmente, el Gobierno aspira a que la prometida revitalización de los planes de viviendas sociales se convierta en una realidad, del mismo modo que aparecen resaltados en la agenda otros dos emprendimientos para las ciudades más grandes: la Terminal de Santa Rosa y la siempre postergada finalización del Acueducto del Río Colorado, que se pretende llegue a General Pico.

Oficialmente el encuentro se presentó como un "análisis" y entre líneas puede interpretarse que La Pampa fue a marcar sus prioridades, en un contexto en el que a las provincias más chicas y de menor peso electoral siempre se les dificulta imponer condiciones y necesidades frente a las ofensivas de los territorios "monstruos".

En ese sentido hubo durante la semana una puesta en escena, pero con contenido, para que la ciudad de Buenos Aires resigne algunos de los privilegios presupuestarios que tiene históricamente, y que de algún modo afectan al resto de las provincias del país, que terminan destinando de sus propios recursos para que la "Capital Federal" tenga una serie de subsidios, beneficios y prerrogativas.

El encuentro de las gobernaciones del Norte coincide con el reclamo pampeano para que el discurso de "federalismo" pase del dicho al hecho y se vuelva una práctica sistemática de los gobiernos centrales.

En ese marco, las palabras de Jorge Capitanich aludiendo al cansancio que genera "el porteñismo ilustrado" remitieron necesariamente a aquellos dichos de Ziliotto que le valieron la crítica furibunda de los medios del establishment, cuando en plena pandemia lamentó que "le sobran muchos porteños a la Argentina que trabaja".

...y una de arena...

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La Pampa ha sido declarada directamente como una suerte de enemiga pública número 1 por los sectores más extremistas de la provincia de Mendoza, que no quieren dar el brazo a torcer con la obra de Portezuelo del Viento, pese a que cada día que transcurre se demuestra más inviable desde lo económico, lo político, lo técnico y lo ambiental.

La novedad de las últimas semanas, en todo caso, es que Mendoza en pleno, con la excusa de unificar sus posicionamientos, ha adoptado como propio el discurso de los sectores más recalcitrantes, y especialmente de la dirigencia política y empresarial de la ciudad de Malargüe, que desde hace tiempo conduce la disputa incluso por el lado del insulto.

Fue el presidente de la Asociación Malargüina de Turismo (Amatur), Floridor González, el que soltó ya sin disimulos la sentencia de que "La Pampa es el enemigo", del mismo modo que antes esa comunidad había advertido que hasta pensaba en separarse de la provincia si no se concretaba la construcción de la multimillonaria obra.

En Malargüe esperan a Portezuelo como si fuera un milagro salvador, que genere condiciones económicas paradisíacas, con desocupación cero, reactivación y crecimiento, pero sin mirar seriamente otra serie de condiciones y consecuencias que implicaría la construcción de esa presa.

Los nuevos dichos del representante de Malargüe aparecieron a poco de un encuentro con los principales representantes provinciales, por lo que se adivina que hay una táctica que involucra a diferentes espacios de la provincia de Mendoza para meter presión aun más allá de lo legítimo e institucional.

En ese mismo sentido debe interpretarse la aparición mediática del exgobernador, exvicepresidente y actual diputado nacional Julio Cobos quejándose de que "las presiones pampeanas" dan resultado.

Parece un juego digno de "El Mundo del Revés", puesto que es justamente Mendoza -con una historia de robo de los recursos hídricos y permanente lobby para defender sus privilegios- la que embarra la cancha cada vez que les hace falta a sus antojos, y eso incluye el desprecio y el ninguneo de un fallo de la mismísima Corte Suprema de Justicia de la Nación.

La provincia cuyana, sus distintos actores sociales y políticos, ha resuelto dar una batalla de dudoso éxito pese a la clara necesidad de dar por paralizada una idea que en alguna época pudo haber servido pero que en este momento histórico está demostrada como un auténtico retroceso.

Además no pueden ignorarse otras dos cuestiones: Mendoza incurrió en papelones difíciles de explicar, como no haber tramitado el pretendido laudo presidencial en tiempo y en forma; y está en franca minoría en el Comité de Cuenca que es el que debe resolver el tema, integrado por las distintas provincias y con la misión de imponer un criterio que atienda el interés general y no los caprichos de un único territorio.

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