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¿Cómo triplicar la carga bovina en el oeste pampeano de forma sustentable?

Escribe Mariano Fava- Ingeniero Agrónomo  (MP: 607 CIALP) - Posgrado en Agronegocios y Alimentos @MARIANOFAVALP

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EL DIARIO digital

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Desde nuestra Pampa profunda emerge una realidad incontrovertible: hoy resulta sorprendente, pero también accesible y urgente, el potencial de triplicar la producción de carne con técnicas tradicionales que, una vez optimizadas, se vuelven auténticas innovaciones. En un contexto donde en 2024 La Pampa redujo su stock bovino en 270.964 cabezas (una caída del 8,4 % respecto al año anterior), redescubrir el valor del pasado se impone como una estrategia de futuro. Tenemos herramientas que, aunque viejas, siguen siendo poderosas: especies megatérmicas como pasto llorón, Panicum coloratum y Digitaria eriantha, junto a desmontes bien planificados (y autorizados) del monte natural.

En una provincia donde la carga animal promedio en monte natural ronda los 0,2–0,3 EV/ha, según estimaciones de INTA Anguil (2023), la población ganadera no solo se ve afectada por políticas federales, sino también por nuestras propias decisiones políticas, técnicas y productivas. Un bajo índice de destete revela un drenaje crítico de la base reproductiva. Paradójicamente, mientras se exporta con récords históricos (551.037 bovinos faenados en 2024, un alza del 5,1 % respecto al año anterior), internamente se constata una caída estructural del rodeo.

La incorporación de pasto llorón, Panicum y Digitaria es clave en la región semiárida pampeana porque:

-Eleva la carga animal potencial: la oferta forrajera aumentada pudiéndose triplicar la carga a 0,6–0,8 EV/ha, según estudios del INTA Anguil y Victorica.

-Rendimiento de materia seca (MS): pasto llorón superó en un 150 % al monte natural circundante, logrando 3.000–4.500 kg MS/ha/año en años medios.

-Recría de terneros: estabilizar la curva de oferta de forraje con ciclos estival resistentes, mejorando marcadamente índices de preñez y reduciendo la presión de venta temprana.

La propuesta en concreto es un esquema forrajero mixto con los siguientes porcentajes propuestos:

-Monte natural: 55–60 % (preserva biodiversidad).

-Pasto llorón: 20–25 % (resistente y persistente).

-Panicum coloratum: 10–15 % (producción estival fuerte).

-Digitaria eriantha: 5–10 % (alta palatabilidad y vigor).

Este balance forrajero favorece la resiliencia ambiental sin resignar productividad.

A pesar de sus claras ventajas, estas tecnologías no son masivas: menos del 8 % del área ganadera pampeana cuenta con megatérmicas implantadas. Esto expone un enorme potencial desaprovechado. En tiempos donde se celebra la innovación digital y genética, redescubrir estas soluciones es a la vez económico, sostenible y profundamente local.

Entre los obstáculos figura la escasez de semilla de calidad. La producción nacional de semilla de pasto llorón y digitaria está limitada y concentrada; la semilla de Panicum presenta problemas de dormición y escarificación. 

Respecto de la forma y momento de implantación podemos resumirla en los siguientes ítems:

-Época de siembra: primavera temprana, aprovechando suelos cálidos y lluvias.

-Preparación del suelo: mínima, evitando erosión; la siembra vertical y drones son útiles.

-Densidad de siembra:

oPasto llorón: 3–4 kg/ha.

oPanicum: 2–3 kg/ha (escari?cada).

oDigitaria: 2–4 kg/ha.

-Profundidad de siembra: muy superficial (0,5–1 cm). Causa principal de fallas si es mayor.

-Cuidados iniciales: evitar sobrepastoreo por 2 veranos; intensificar el mismo solo cuando los macollos estén firmes.

En cuanto al desmote estratégico (autorizado legalmente), debería contemplar que todo establecimiento pecuario del oste pampeano con predominio de monte de Caldén, cuente al menos con una superficie de alrededor del 20 al 30 % disponible para pastura, esto permite:

1.Aumento inmediato de la producción forrajera.

2.Preservación del resto del monte, evitando fachinales y erosionando presión sobre la cobertura vegetal.

El impacto ambiental es menor que la pérdida de monte por degradación; un monte alto saludable con un 30 % de pradera perenne es más sostenible.

La provincia impulsa el sector ganadero con políticas como el Plan Ganadero Provincial, que ha mejorado notablemente el índice ternero/vaca desde 52 % a aproximadamente 64,24 %. También, se exportó el 45,9 % de la faena en 2023, superando a muchas provincias en capacidad de generación de divisas. Esto demuestra que, con visión técnica y planificación, el sistema ya responde; sumar megatérmicas sería un acelerador exponencial.

En definitiva, triplicar la producción de carne bovina en el oeste pampeano no requiere ciencia ficción, sino técnica agropecuaria bien aplicada, semilla de calidad, voluntad política en materia de uso del suelo y planificación estratégica. Tenemos un camino probado: recuperar tecnologías forrajeras robustas es transformar el pasado en nuestro mejor futuro. Solo necesitamos decidir avanzar.

El que multiplica carne aquí no inventa nada raro: simplemente retoma lo que ya funciona. El futuro de la ganadería pampeana será el triunfo de lo simple, lo técnico y lo propio.

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