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EL DIARIO digital
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En los últimos meses, ha aumentado el uso de un fraude telefónico denominado "sí", en el que los delincuentes graban la voz de la víctima durante una llamada para utilizarla posteriormente en delitos como suplantación de identidad o movimientos bancarios no autorizados. Este esquema, que forma parte del vishing (una combinación de voz y phishing), aprovecha la tendencia natural de las personas a dar respuestas afirmativas a preguntas inofensivas.
La estafa comienza cuando el ciberdelincuente se hace pasar por un empleado de una empresa o banco y genera confianza al mencionar datos personales de la víctima o detalles de operaciones recientes. Después de obtener un "sí", el estafador utiliza la grabación para autorizar transacciones fraudulentas, suscripciones o contratar servicios sin el consentimiento de la persona. En algunos casos, ni siquiera se completa la llamada, pero la grabación es suficiente para llevar a cabo delitos.
El principal riesgo es que la grabación de la voz puede ser manipulada y utilizada para suplantar la identidad de la víctima en trámites, movimientos bancarios y otros actos legales. Los delincuentes pueden emplear herramientas para reproducir la voz de la víctima frente a operadores bancarios o comerciales, y así simular autenticaciones legítimas que requieren confirmación por audio.
Los estafadores generalmente realizan preguntas que invitan a una respuesta afirmativa, como: "¿Está usted autorizado para realizar transacciones en este momento?" o "¿Está de acuerdo en recibir nuestras actualizaciones?". El objetivo es obtener un simple "sí" que luego será utilizado para autorizar movimientos fraudulentos. En algunos casos, la llamada se corta inmediatamente después de obtener la confirmación, dejando a la víctima sin saber que ha sido grabada.
Para evitar caer en este tipo de fraude, el INCIBE (Instituto Nacional de Ciberseguridad de España) recomienda ser cauteloso con los números desconocidos y no contestar afirmativamente a preguntas directas durante llamadas sospechosas. Además, se sugiere no aceptar instrucciones de personas que aseguran pertenecer a instituciones conocidas sin verificar su identidad previamente.
En caso de haber sospechado que se ha caído en la trampa, se debe cortar inmediatamente la llamada, contactar con la entidad emisora a través de sus canales oficiales y monitorear las cuentas bancarias y tarjetas de crédito en busca de transacciones no autorizadas. Ante cualquier sospecha, es importante informar al banco para tomar medidas preventivas rápidamente.