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EL DIARIO digital
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En la actualidad, cada vez más personas llevan sus dispositivos móviles a ambientes con presencia de agua, como playas o piscinas. Frente a este escenario, los fabricantes de smartphones han intensificado los esfuerzos para dotar a sus equipos de mayor protección. Sin embargo, comprender si tu celular realmente es resistente y hasta qué punto, es vital para evitar daños costosos.
El principal indicador de resistencia es la certificación IP (Ingress Protection). Este sistema clasifica el nivel de blindaje de un móvil frente a la entrada de polvo y líquidos. El código se compone de dos cifras: la primera corresponde a los sólidos y la segunda al agua.
Por ejemplo, un equipo con certificación IP67 o superior está diseñado para soportar inmersiones rápidas en agua dulce de hasta un metro de profundidad (generalmente por 30 minutos), mientras que la IP68 puede resistir profundidades ligeramente mayores, de hasta 1,5 metros. Para estar seguro, lo ideal es consultar la clasificación específica en la web del fabricante o en el manual de usuario.
La letra chica: sal y cloro

A pesar de la certificación, ninguna protección es absoluta. El agua salada, el cloro de la piscina o los líquidos calientes pueden dañar los componentes internos, incluso en teléfonos de alta gama.
La sal puede incrustarse en el interior tras el secado y el cloro tiene la capacidad de corroer partes sensibles del equipo. Por ello, lo más recomendable es evitar la exposición innecesaria y buscar fundas protectoras aptas para baño.
Cuidados y prevención

Si tu celular cuenta con resistencia al agua, existen medidas para maximizar su durabilidad:
Evitar la presión: no lo expongas a chorros fuertes, como en la ducha.
Sellado: asegúrate de cerrar bien las tapas y puertos antes de mojarlo.
Limpieza: si cae en agua salada, enjuágalo con agua dulce cuanto antes.
Carga: seca el equipo completamente antes de conectarlo a un cargador.
Ambiente: evita cambios bruscos de temperatura y la humedad del baño al ducharte.
Es fundamental recordar que, aunque el equipo tenga certificación IP, las garantías de los fabricantes generalmente no cubren daños causados por agua.
Qué hacer si se moja un celular sin protección
Si tu dispositivo cae al agua y no cuenta con clasificación IP, actuar rápido es clave:
Apagado inmediato: no intentes encenderlo ni cargarlo para evitar cortocircuitos.
Desarmado: retira la tarjeta SIM, microSD y cualquier funda para ventilarlo.
Secado: usa un paño absorbente en el exterior, prestando atención a puertos y ranuras. No uses secadores de cabello ni calor directo, ya que pueden dañar componentes internos.
Absorción: coloca el teléfono en un lugar seco. Aunque tradicionalmente se sugiere el arroz, las bolsas de gel desecante (silica gel) son más eficientes.
Espera: déjalo reposar entre 24 y 48 horas antes de intentar encenderlo.
Si tras este proceso el teléfono no responde, será necesario acudir a un servicio técnico especializado.