Opinion

Un disparo para el lado de la justicia y un tiro por la culata

La Ley de Emergencia en Discapacidad cobra vigencia a partir de que el Senado rechazó el veto presidencial, con representación pampeana votando en forma unánime en el mismo sentido; el intendente de 25 de Mayo Leonel Monsalve se puso a salvo de una "opereta" del Ministerio de Seguridad que quiso dejarlo mal parado respecto del protocolo antipiquetes.

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EL DIARIO digital

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Una de cal…

Otro disparo democrático salió para el lado de la justicia: el Senado de la Nación, como se preveía pero además con una mayoría contundente, rechazó el veto que impedía la puesta en vigencia de la Ley de Emergencia en Discapacidad.

La decisión de la cámara alta obliga al gobierno de Javier Milei a atender esa problemática a partir de la participación de una transversalidad política, representada también por las bancas que surgen de La Pampa, que echa por tierra con los planteos oficialistas.

En su ofensiva cruel contra los sectores más vulnerables de la comunidad, la gestión libertaria había enfocado sobre las personas con discapacidad, como lo hizo con jubilados y jubiladas o con quienes padecen enfermedades oncológicas: de a poco creció la resistencia social contra ese cinismo inaceptable, hasta que esa demanda se hizo carne en la representación política.

La postura que ahora sostiene una mayoría visible y rotunda es la que desde el primer momento se difunde y se agita desde La Pampa: nada de lo que se dijo en estas horas sobre las políticas públicas nacionales o su ausencia es una novedad en nuestro territorio.

Por eso estaba tan cantado en ese sentido el voto del peronista Daniel Bensusán. A él se sumaron esta vez en defensa del interés de la población pampeana el radical Daniel Kroneberger y la senadora Victoria Huala, del PRO, que aunque está aliada a La Libertad Avanza ha dado últimos signos de ir por un camino diferente, o por lo menos no del todo rehén.

Los más importante y emotivo de la jornada fue la pacífica celebración de las personas con discapacidad y sus familias, que desde hace dos años ingresaron en un túnel que parece una pesadilla o una película de terror, y que esta semana encontraron apenas un alivio.

A la maldita burocracia que ha marcado estos meses para enfrentar la andanada de odio libertario, esos sectores han tenido que enfrentar los tiempos jurídicos y reglamentarios que a veces hartan y sugieren la rendición.

Sin embargo, como lo han advertido también las referencias locales de esos espacios, la lucha continúa en forma vital, ahora bajo la exigencia de una rápida reglamentación de la ley pero además parándose de manos ante la posibilidad de una judicialización.

Del otro lado, lo que hubo fue más odio: uno de los principales brazos ideológicos virtuales del gobierno, Daniel Parisini, más conocido como El Gordo Dan, atravesó todas las fronteras con un tweet tan virulento que tuvo que borrar a pedido de su propio gobierno, que ahora pretende despegarse de él como si no fuera uno de sus principales representantes.

…y una de arena…

Además de ser una suerte de barrabrava de las redes, se transformó también en un capacitador de las huestes libertaras llegadas desde otro palo: funcionó el Efecto Derrame de su odio y la estrategia de generar mentiras y manipulaciones, ahora llamadas "fake news", para arriar agua al molino del poder.

Como si de esa táctica hubieran aprendido, desde el Ministerio de Seguridad de la Nación difundieron durante la semana que se fue, una serie de fotos con una parrafada en afán de confundir y embarrar la cancha.

En la desprolija operación se quisieron llevar puesto al intendente de 25 de Mayo, Leonel Monsalve, a quien pegaron a la ministra Patricia Bullrich y a su mano derecha pampeana Martín Matzkin, con el único argumento de que habían estado "conversando" sobre la posibilidad de aplicar en su territorio el Protocolo Antipiquetes en caso de que hubiera conflictos con trabajadores del petróleo.

Monsalve, que viene agitando la necesidad de que se apruebe la licitación por Medanito y con esa intención había acudido a Matzkin y compañía, sostiene desde hace tiempo una alianza con el sector sindical representado por Marcelo Rucci, por lo que cualquier simpatía con el protocolo antipiquetes lo dejaba mal parado.

Para su fortuna, él mismo había blanqueado ese encuentro que iba a tener en Buenos Aires, tanto con el gremialista como con las autoridades provinciales, porque el verdadero motivo de la cumbre era la entrega de cámaras de videovigilancia que serán instaladas en la ciudad del suroeste pampeano.

A Bullrich y Matzkin les salió por la culata el tiro que pensaron como un condimento para alimentar la campaña de la alianza que La Libertad Avanza hizo con el PRO y en la que lograron colar al propio Matzkin como tercero en la lista, pese a las resistencias violetas y del propio cabeza de la nómina, Adrián Ravier.

Pero además el gobierno pampeano dejó en claro que ningún municipio de la provincia está en condiciones de adherir a esa herramienta fascistoide que Bullrich creó a poco de hacer pie en el gobierno: las comunas necesitan, para ello, que La Pampa esté adherida a una legislación que repele.

El ministro de Seguridad Horacio di Nápoli no dejó dudas en ese sentido: la Provincia, dijo, no se sumará nunca a ese protocolo, porque en el territorio local funciona el Estado de Derecho y no hay espacio para un texto que en realidad es un show de la violencia y la represión.

 

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