Opinion

Un superávit que es costumbre y un desembarco que tiene sus grises

La Pampa anunció los números de lo que ya es tradición en una provincia donde el equilibrio fiscal se hizo cultura en búsqueda del Estado eficiente; la instalación del Maxi Carrefour genera expectativas, pero también incertidumbres, desde lo económico y desde lo institucional.

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EL DIARIO digital

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Una de cal…

El gobierno de La Pampa expuso en la semana que se va lo que en realidad no es ni siquiera una novedad o sorpresa: el ejercicio financiero de 2024 arrojó un superávit de $15.200 millones, en línea con lo que ya es una tradición en la provincia, puesto que el equilibrio fiscal ha sido casi una máxima intocable para todos los gobernadores desde el regreso de la democracia.

En un tiempo en el que el gobierno nacional de Javier Milei pretende con su equilibrio fiscal haber descubierto la pólvora, La Pampa decidió exhibir ese número también en la previa de una cumbre de gobernaciones que, se supone, se plantará ante la ofensiva antifederal que representa la gestión libertaria.

También durante la semana que se fue quedaron los ecos del pronunciamiento de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que aconsejó a su militancia que en vez de agitar el "Estado presente" ahora reconfigure esa fórmula apelando a un "Estado eficiente", que también es una expresión que en La Pampa suena desde hace rato.

El gobernador Sergio Ziliotto, en ese marco, volvió a marcar la cancha en diversas de las dimensiones en que se confronta con el gobierno nacional: en un gesto político potente, bancó una vez más al rector de la Universidad Nacional de La Pampa, Oscar Alpa, que fue la cara más visible de la presentación de un nuevo proyecto de financiamiento universitario ante el Congreso Nacional, en ese caso en su rol de presidente del consejo nacional de rectores.

Pero el gobernador también usó el tono de advertencia respecto del futuro, y si bien no es la primera vez que lo plantea sí le dio especial importancia a una mirada sobre lo que viene, en que a cualquier gobierno se le hace imposible proyectar y planificar porque depende de la improvisación espasmódica de un gobierno que se apropia de cada vez más fondos que pertenecen a las provincias.

Esa realidad, que ya es temor por sus posibles alcances, impacta de lleno en los municipios pampeanos, sean del color político que sean, que se ven ante la inmediata presión de juntar fondos para pagar los aguinaldos, situación que muy excepcionalmente fue problema en La Pampa y que, sin embargo, ya tiñe de incertidumbre estos días de las gestiones locales.

El llamado del gobernador, en ese marco, fue a provincializar los intereses y poner en primer plano las necesidades y demandas pampeanas por encima de las pertenencias partidarias o los negocios personales y sectoriales que parecen perseguir algunos de los llamados "representantes del pueblo".

Hay en ese sentido una notable contradicción en algunas referencias de la oposición provincial, que aunque mantienen contacto con sus bases y con quienes gobiernan municipios, se comportan en el nivel nacional como si fueran soldados libertarios de toda la vida, votando cualquier normativa que se le ocurra a Milei aun cuando perjudique a la Provincia o a sus habitantes.

En ese sentido, y en un panorama de conflictividad social creciente, Ziliotto también hizo un aviso en la previa del encuentro de gobernadores: gracias a la complicidad legislativa, Milei tiene casi 40 días más de facultades delegadas para seguir metiendo decretazos que vacíen, desregulen, desmantelen y se apropien de fondos.

…y una de arena…

El anunciado desembarco de Carrefour en Santa Rosa trae consigo, por un lado, la positiva expectativa de creación de fuentes laborales y de crecimiento de la capital pampeana, y por otro la incertidumbre del impacto que tendrá semejante gigante en una ciudad que todavía tiene algunas costumbres pueblerinas y barriales.

Por otro lado, el proceso de anuncio de la llegada del hipermercado tuvo también al menos dos situaciones que no se pueden ignorar, que no parecen del todo saludable y que merecen ser corregidas.

En principio, fue un anticipo que sorprendió a la mayoría de los actores políticos y productivos locales, que se enteraron de la buena nueva (o no tan buena, según los ojos que lo miren) prácticamente en la conferencia de prensa que dio el intendente Luciano di Nápoli.

Por otro lado, la empresa multinacional se toma atribuciones que posiblemente forman parte de su lógica permanente en otras geografías, pero que en la capital de La Pampa sigue haciendo cierto ruido, como esta imposición de los tiempos al cuerpo legislativo que integran personas elegidas por el voto.

El hecho de que Carrefour haya puesto los ojos sobre Santa Rosa implica que tienen entendido que es una capital en crecimiento, donde existe la paz social y una relativa solidez económica de sus habitantes; con un consumo promedio que habilita la expectativa de hacer buenos negocios.

No es menor la posibilidad de que se generen 100 puestos de trabajo registrados, además de las fuentes laborales indirectas, aunque seguramente esa cifra que se soltó como una promesa seguramente dependerá de otras circunstancias y factores.

El desembarco generará otros movimientos económicos en teoría positivos en el marco del sistema capitalista, como la construcción, que también genera empleo y la circulación en la comunidad de los ingresos de las personas involucradas en esa cadena.

A la vez, ya hay almacenes de barrio, pequeños comercios y no tan pequeñas superficies que temen que el gigante multinacional con sus precios pueda afectar seriamente la subsistencia de los negocios que no tienen acceso a ofertas privilegiadas ni poseen tantos tentáculos para fijar reglas de juego.

Es esa situación de poder la que lleva a este tipo de empresas a comportarse como si fueran las propias instituciones, y de ahí deriva la facilidad con la que exigen a su alrededor decisiones, tiempos y facilidades, además potenciadas tras el acuerdo a la luz del día que a fines del año pasado la firma hizo directamente con el presidente Javier Milei para la instalación de 27 maxis de este tipo en todo el país.

El Concejo Deliberante tiene en sus manos un doble desafío: el de hacerse respetar como espacio elegido por la población y el de atender las reales necesidades que en este tiempo y en esta hora tiene esa misma comunidad.

Lo que está claro, frente a este tema como frente a cualquier otro, es que nada resulta blanco o negro: el panorama está lleno de grises, matices, aspectos positivos y negativos, intereses encontrados y confluyentes.

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