Opinion

El reconocimiento a una tarea incansable y un organismo estatal que juega para el poder

El histórico trabajo del Foro Pampeano por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito fue destacado en el Concejo Deliberante pese a la insólita cruzada de ediles de escasa representación que a partir de sus prejuicios mostraron la incapacidad de reconocer una prolongada tarea comunitaria; el ENACOM le habilitó otro privilegio al Grupo Matzkin, como lógico accionar de un organismo que se volvió antifederal y que ataca al movimiento cooperativo.

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EL DIARIO digital

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Una de cal…

El Foro Pampeano por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito recibió en el Concejo Deliberante un reconocimiento a los 20 años de su incansable tarea educadora, pedagógica y de concientización, a favor de la salud y de los derechos de miles de pampeanas.

El cuerpo legislativo municipal, desde lo formal, declaró de "interés legislativo" la tarea que han hecho a lo largo de estas dos décadas y el trámite ni siquiera hubiera llamado la atención porque algunos concejales y concejales desnudaron su nivel de intolerancia y demostraron el poco conocimiento sobre la incidencia comunitaria de la tarea de esas mujeres.

La enorme mayoría de los "intereses legislativos" salen por unanimidad, porque reconocer la tarea de una organización o una persona no significa necesariamente estar de acuerdo con todo lo que esa entidad o sujeto pueda promocionar u opinar.

Sin embargo, en esta ocasión el concejal del PRO Marcelo Guerrero se abstuvo y tres mujeres de distintas fuerzas políticas votaron en contra: la tiernista Nancy Castañiera, la radical Romina Paci y la peronista Rocío Olguín pasaron a la historia como incapaces de reconocer la tarea infatigable de ese sector pionero, que puso en la agenda pública una problemática que estaba bajo la alfombra y que instaló la discusión sobre asuntos que eran tabú.

Ese posicionamiento insólito es consecuencia de un alto nivel de prejuicios e ignorancia, desconoce también la existencia de la legislación que no es opcional sino que está vigente, a la vez que desnuda algún modo de culpa al estilo que el refranero popular definiría como "cola de paja".

Muy llamativo resultó en ese contexto el argumento del oficialista Olguín, que primero aclaró oscureciendo cuando dijo que su negacionismo no estaba basado en sus creencias religiosas, pero terminó usando como excusa para su desplante al Foro la teoría de que como peronista debía comportarse "cristianamente", bajo la suposición de que esa identidad implica oponerse al aborto.

La ley que establece el aborto legal, seguro y gratuito salva vidas; su vigencia es un alivio para las mujeres del pueblo que de lo contrario estaban destinadas a morir o padecer problemas de salud; y su sanción se debe fundamentalmente a la incidencia de los votos peronistas en el Congreso, y muy especialmente del peronismo pampeano, que marcó una huella en ese sentido.

La concejala radical Luján Mazzuco fue lúcida al elegir un simple calificativo para una polémica que nunca debió existir: "innecesaria".

Pero además, y como bien argumentó el concejal Diego Camargo a modo de ejemplo: destacar la tarea organizativa de Mujeres Radicales no significa que quienes avalen ese reconocimiento se vuelvan repentinamente simpatizantes de ese partido, sino que simplemente desde otros costados, incluso desde otra vereda partidaria o ideológica pueden ver la riqueza de una tarea en beneficio de la comunidad o del sistema democrático.

…y una de arena…

En una resolución que en otro momento hubiera sido un escándalo, el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) demostró sin medias tintas que tiene decidido jugar para los poderosos y que es un organismo que gambeteará controles y normativas si se trata de privilegiar a quienes tienen el privilegio de pertenecer.

La decisión concreta fue esta vez en beneficio del Grupo Matzkin y en perjuicio de la cooperativa de Realicó, pero mucho más que afectar a esos dos actores puntuales confirma cuál es el destino de ese órgano perteneciente a un Estado al que, dijo el presidente Javier Milei, el topo viene a destruirlo desde adentro, pero sin privarse de dañar todo lo que pueda al movimiento cooperativo, entre otros sectores populares.

La ofensiva del gobierno nacional contra cualquier tipo de organización colectiva es desembozada, al punto de que una de las columnas vertebrales del poder libertario es agredir sin pausa a lo que denomina "colectivismo", concepto que además compara al de "comunismo".

ENACOM ningunea las normativas que La Pampa se ha dado para sí misma, y que establecen que las columnas que se utilizan para el tendido de cables pertenecen a las cooperativas, y que por lo tanto quienes hagan uso de ellas deben pagar un canon que la Provincia determina, del mismo modo en que las instituciones solidarias no ser pueden negar a que otros actores hagan utilización de esas herramientas.

El poderoso Grupo Matzkin, que históricamente ha tenido vínculos con el Grupo Clarín, tiene en el norte provincial negocios vinculados a les telecomunicaciones, que incluso son competencia de las cooperativas de la zona, y en este caso fueron a ENACOM a pedirle que les rebaje a un tercio el pago del canon por el uso de esas columnas.

Si fuera otro sector social, se diría que el organismo estatal en este caso consagra a los empresarios privados como "planeros" que sin hacer nada se aprovechan del trabajo histórico de quienes pensaron, montaron y mantienen esas columnas.

No es una casualidad que la presentación de los Matzkin haya sido durante el año pasado, cuando ya el organismo estaba bajo manos libertarias, y tampoco el vínculo directo entre el abogado del grupo y las autoridades que toman las decisiones, según denunció la cooperativa.

Pero además, el desprecio de ENACOM por La Pampa y el federalismo está evidenciado en el solo hecho de que fueron eliminadas las delegaciones que tenían representación en las provincias, incluyendo el despido de su personal.

El panorama se completa con el hecho de que el organismo está intervenido, es decir que no tiene autoridades como corresponde a un gobierno democrático, y es un misterio qué hace con los dineros recaudados por el pago de impuestos de los medios de comunicación, que antes servían para el específico financiamiento de espacios comunitarios.

No hay dudas, en síntesis, del proceso y el objetivo final: el topo quiere destruir el Estado desde adentro porque es el mejor modo de garantizarle larga vida a la impunidad de los poderosos.

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