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Recomposición de la cadena forrajera: "Los verdeos de verano"

La falta de pasto es generalizada y son pocos los productores a los que les ha sobrado algo de verdeo de invierno, no quedando más remedio que recurrid a la suplementación estratégica.

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EL DIARIO digital

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Producir cantidad y calidad de forraje manteniendo una oferta uniforme a lo largo del año, contemporizando demanda versus oferta forrajera es siempre un desafío. Los años muy fríos o cuando se demoran las lluvias de inicio de primavera provocan que la salida del invierno es crítica, peor aún si se dan las dos situaciones en conjunto, como actualmente ocurre en nuestra provincia. 

La falta de pasto es generalizada y son pocos los productores a los que les ha sobrado algo de verdeo de invierno, no quedando más remedio que recurrid a la suplementación estratégica. El crecimiento incipiente de las pasturas perennes es un alivio, pero no alcanza, y tan pronto llueva deberemos generar altos volúmenes de forraje de manera rápida, pues es precisamente durante la primavera que se deben hacer las reservas forrajeras de cara el próximo invierno, a la vez que se alimenta la carga animal existente. 

Semejante demanda de pasto solo puede ser aportada con la ayuda de tres especies muy nobles, de rápido crecimiento y buen volumen de forraje, como lo son:

1.El sorgo forrajero 

2.La moha gigante.

3.El mijo amarillo.

En la columna de hoy vamos a referirnos a la primera especie mencionada, y en las subsiguientes ediciones abordaremos las otras dos.

Desde el punto de vista agronómico el "sorgo forrajero" es una planta adaptada a ambientes semiáridos, para poder cumplir su ciclo necesita unos 130 días sin heladas. Cuando las temperaturas bajan de 21 ºC disminuye su producción, logrando su potencial con rangos de entre 25 ºC y 30 ºC. 

La competencia que le efectúan las malezas es muy importante evitarla, sobre todo en los estadios tempranos de crecimiento, por ello que recomendamos la utilización de los herbicidas registrados para este tipo de cultivos. 

Se debe sembrar cuando la temperatura de suelo llega a los 18 ºC; siembras más tempranas generan un crecimiento inicial lento y agrava el peligro de pérdidas de plantas. Se busca obtener entre 20 a 35 plantas por metro cuadrado según el ambiente, para lo cual se debe colocar un porcentaje más de semilla que la cantidad de individuos deseados, debido a que la pérdida de plántulas en muy alta. 

Tiene el potencial de producir altos volúmenes de forraje, de 400 a 600 raciones divididas en 3 a 5 pastoreos, con ganancia que rondan los 700 a 800 gramos por animal por día en los primeros pastoreos; y unos 500 a 600 gamos por animal por día durante los últimos pastoreos. Genera buenos resultados suplementar estos sorgos con sales azufradas. 

El primer aprovechamiento se hace cuando la planta tiene unos 70 centímetros de alto aproximadamente, lo que representa unos 2000 kilogramos por hectárea de materia seca. Se utilizan cargas de entre 4 a 6 novillos de 400 kilogramos o su equivalente en otras categorías. Los sorgos forrajeros se adaptan al pastoreo directo, al silaje planta antera, a la confección de rollo e incluso al pastoreo diferido. 

Esta última opción es una alternativa bastante discutida, porque un sorgo forrajero azucarado almacena la energía como azúcar. La misma se pierde por oxidación una vez que la planta muere por una helada, por ello si se piensa ofrecer diferido, la mejor elección es plantar un sorgo granifero, ya que éste guarda la energía como almidón, este si es un hidrato de carbono de reserva perdurable, aunque la planta haya finalizado si ciclo. 

En el caso de que el forraje se destine a la realización de henos, es imprescindible utilizar una maquina segadora acondicionadora, de manera de quebrar los tallos, permitiendo que la humedad salga y el forraje se deshidrate rápida y uniformemente. Un rollo de sorgo posee alrededor de un 14 a 18 % de proteína, tanto la concentración de esta, como la digestibilidad del alimento será mayor a medida que mas temprano sea el corte, el cual puede iniciarse a los 70 u 80 centímetros de altura. 

Cuando se emplea esta especie para el silaje de planta entera, conviene picarlos con un 30 % de panojamiento o incluso algo antes si lo que se busca es calidad. En cambio, si el objetivo es cantidad, puede esperarse un poco más. Si se escoge un híbrido doble propósito, se deberá esperar a que la mitad inferior de la panoja tenga grano pastoso y la otra mitad lechoso. Otra técnica muy utilizada por los productores es la de hacerle 2 pastoreos y dejar el tercero diferido para el invierno (vale la salvedad antes hecha para este tipo de estrategias en cuanto a la forma de almacenamiento de energía por parte de la especie).

Disponemos en el mercado de sorgo forrajero común y "BMR". Esta sigla significa que la planta fue modificada genéticamente para que disminuya su nivel de lignina en tallos y hojas, lo cual se manifiesta por una banda color "té con leche" en la nervadura central de la hoja. La diferencia de lignina entre una planta "común" o BMR es de apenas dos por ciento menos para esta última, sin embargo, nutricionalmente hablando la diferencia es superlativa. 

Es muy recomendable que la "estructura del cultivo" destinado al pastoreo contemple una orientación con las hileras hacia la aguada, de lo contrario los animales rompen muchas cañas durante su tránsito por el lote generando cuantiosas pérdidas de forraje. 

El remanente de pasto que quede una vez liberado el potrero deberá ser eliminarlo con una segadora en caso de ser factible. Esto favorecer una buena y vigorosa recuperación del verdeo de verano. Vale mencionar que también están los sorgos forrajeros fotosensitivos que demoran en promedio un mes la floración, lo que les permite acumular mayor cantidad y calidad de materia seca. Esta alternativa de genética puede venir apilada con la tecnología BMR y en general se las destina a silaje picado fino de planta entera, ya que están adaptadas a una mayor acumulación de materia seca por demorar la floración.  

En resumen, "salir del invierno" en La Pampa con altas cargas de animales para aprovechar las raciones baratas de la primavera ha sido y será siempre un desafío, para ello contar con una superficie de verdeos de verano es indispensable en un sistema de invernada a pastoreo eficiente y de alta productividad. 

Mariano Fava- Ingeniero Agrónomo 

(MP: 607 CIALP)

Posgrado en Agronegocios y Alimentos

@MARIANOFAVALP

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