Salud

Tendinitis de Supraespinoso: Claves para Entender y Tratar el Dolor de Hombro

El dolor de hombro es una consulta frecuente en consultorio, y la tendinitis de supraespinoso es una de sus causas más comunes. En esta ocasión, el Lic. en Kinesiología y Fisioterapia y quiropráctico Ezequiel Tosso (Matrícula: 2783) nos brinda una explicación detallada sobre esta afección y ofrece valiosos consejos para su manejo y prevención.

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¿Qué es la Tendinitis de Supraespinoso?

Ezequiel Tosso explica que se trata de una inflamación y engrosamiento del músculo supraespinoso, un tendón que pasa por un espacio reducido entre dos huesos clave del hombro: el acromion (parte fija de la escápula) y la cabeza del húmero (parte móvil).

El problema principal radica en un desbalance muscular. Cuando los músculos rotadores del hombro están débiles, el tendón del supraespinoso tiende a friccionar constantemente contra el acromion. Esta fricción repetida lleva al engrosamiento del tendón, a la ruptura de fibras y, en casos más avanzados, puede derivar en una rotura completa del tendón.

Este músculo es crucial, ya que es el responsable de iniciar los primeros 8 a 10 grados del movimiento de elevación del brazo. El dolor característico se siente en la punta del hombro y puede irradiarse por la parte externa del brazo, casi hasta el codo.

Consejos Clave para el Tratamiento y Manejo

El Lic. Tosso enfatiza la importancia de una intervención temprana para evitar complicaciones mayores. No hay que ignorar el dolor. Entre sus recomendaciones para el tratamiento y manejo en casa, destacan:

Fortalecer los rotadores del hombro: Es fundamental realizar ejercicios específicos que ayuden a descender la cabeza del húmero, evitando la fricción del tendón. Los ejercicios deben hacerse con los brazos pegados al cuerpo, sin rotación forzada.

Evitar movimientos que generen dolor: Es crucial identificar y limitar las actividades que exacerban la molestia para permitir que el tendón se recupere.

Aplicar contraste frío y calor: Una técnica efectiva es alternar 3 minutos de frío con 1 minuto de calor, siempre comenzando y terminando con frío. Como alternativa, se puede aplicar solo frío directamente por 15 a 20 minutos.

Movilidad y fortalecimiento progresivo: Iniciar ejercicios con el brazo pegado al cuerpo, sin rotación, y avanzar progresivamente.

Ezequiel Tosso señala que un trabajo constante, por ejemplo, un mínimo de 6 meses en el gimnasio con los ejercicios adecuados, puede ayudar a descender la cabeza del húmero y ofrecer una solución definitiva a esta dolorosa afección.

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