Salud

¿Por qué el tango puede ayudar a personas con Parkinson?

El baile autóctono podría ser beneficioso para mejorar la calidad de vida de las personas que padecen la enfermedad

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EL DIARIO digital

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La enfermedad de Parkinson es una patología neurodegenerativa que afecta a más de 70000 personas en Argentina. Es una enfermedad progresiva y crónica, cuya aparición se da por la combinación de una serie de factores. Los síntomas que produce son temblor de reposo, rigidez, lentitud y dificultad para la coordinación de los movimientos. Además, puede causar síntomas no motores, como trastornos de sueño, constipación y depresión.

Actualmente, los especialistas han llegado a la conclusión de que la actividad física es beneficiosa para el tratamiento del Parkinson, que se realiza con abordajes farmacológicos (restitución de dopamina) y, al mismo tiempo, con un seguimiento interdisciplinario -rehabilitación cognitiva, kinesiología, terapia ocupacional y fonoaudiología.

En el último tiempo, el baile se planteó como una posible actividad a realizar por las personas, ya que se podría practicar como un tratamiento complementario.

¿Cómo ayuda el tango a un paciente con Parkinson?

Las personas que padecen el Parkinson tienen un trastorno que afecta unas estructuras cerebrales que funcionan como un marcapasos interno. Al estar alterado, los pacientes tienen dificultad para iniciar movimientos, realizar giros y trasladarse. El tango, que presenta un ritmo musical de 4×4, funcionaría como un marcapasos externo que suple el déficit mencionado.

A su vez, la música tiene variaciones rítmicas, por lo que los bailarines deben aprender a seguir el ritmo y a improvisar en determinados momentos. Por otro lado, para bailar los pacientes deben aprender posturas corporales y pasos que luego deben recordar para poder repetir. Esto colabora en la rehabilitación de otros dos problemas asociados a esta enfermedad: la alteración de la postura y los déficits de memoria. Por todas estas razones, el tango puede tener un impacto más contundente que otras danzas en el tratamiento de esta patología. Según un artículo de los doctores Désirée Lötzke, Thomas Ostermann y Arndt Büssing publicado en la revista médica BMC Neurology, la utilización de estímulos como la música puede derivar en movimientos más fluidos en las personas que sufren Parkinson.

A su vez, bailar tango, del mismo modo que la práctica de algunos deportes, permite que los pacientes se relacionen entre sí y con otras personas. Combinado con la sensación de placer y autoestima que les generaría bailar y que su compañero siga sus movimientos y pasos, podría derivar en un mejor estado mental y repercutir positivamente en los síntomas del Parkinson.

En Argentina, por ejemplo, desde hace más de cuatro años un equipo de profesionales del Sector de Movimientos Anormales del Servicio de Neurología del Hospital Ramos Mejía ha trabajado en el desarrollo de un Programa de Tango para pacientes con Enfermedad de Parkinson.

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