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EL DIARIO digital
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La nutricionista Rocío González Vermeulén abordó una de las consultas más frecuentes en su consultorio: la hipertensión arterial. Según explicó, durante años se vinculó esta patología casi exclusivamente con el consumo de sal, pero hoy se sabe que la alimentación rica en azúcares y harinas refinadas también tiene un rol clave.
"El consumo de alimentos azucarados y de harinas refinadas genera inflamación celular en todo el cuerpo, lo que impacta directamente en los niveles de presión arterial", señaló la especialista.
Para contrarrestar este efecto, González Vermeulén recomendó adoptar una alimentación antiinflamatoria, basada en proteínas y grasas saludables. En este sentido, destacó la importancia de incorporar carnes de todo tipo, huevos, semillas, frutos secos, aceite de oliva y aceite de coco.
Además, la profesional subrayó la relevancia de una suplementación nutricional adecuada, donde el magnesio cumple un rol fundamental para ayudar a reducir la presión arterial. "Siempre hay que escuchar los síntomas de cada paciente para detectar posibles déficits de otros micronutrientes y cubrir los requerimientos personales de cada individuo", remarcó.
Finalmente, la nutricionista hizo hincapié en la prevención: "Una consulta nutricional es una inversión en salud para evitar futuras patologías".