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EL DIARIO digital
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Una de cal
El gobernador pampeano Sergio Ziliotto fue el primero en reaccionar, con oportunidad y contundencia, ante el arrebato colonialista del pretendido nuevo embajador de los Estados Unidos en la Argentina, Peter Lamelas.
El futuro diplomático, que en realidad es un hombre de negocios, se refirió a los asuntos de nuestro país como si fueran una cuestión sobre la que él mismo tiene derecho a resolver y obrar, muy en el modo en que una buena parte de la dirigencia norteamericana se vincula con Latinoamérica, ese territorio maravilloso al que pretende darle destino de patio trasero.
Lamelas no sólo se atribuyó una mirada sobre la política interna de la Argentina y explicó, entre otras cosas, que Cristina Fernández de Kirchner debe seguir presa, sino que se metió con el federalismo y dijo que él en persona recorrería cada jurisdicción para hacerles saber a las gobernaciones que -entre otras cosas- no tienen que entablar negociaciones con China.
Tan luego ese país es uno de los que tiene aceitados vínculos con La Pampa, a partir del comercio de carne que nuestra provincia sostiene con ese país, y de las empresas orientales que tienen interés en hacer inversiones en el sector energético.
"Imposible callarnos ante semejante amenaza", definió bien el gobernador pampeano: a los pueblos de las provincias argentinas sólo les falta que además se soportar la andanada libertaria que pisotea derechos y esquilma recursos, tengan que aguantar una suerte de gobierno paralelo que tome decisiones y elimine de cuajo la soberanía.
Ziliotto, en defensa de los intereses provinciales, despabiló además a algunos de sus pares, que también se pararon de mano ante lo que ya fue una ofensiva obscena e inaceptable por parte de un personaje que obtendrá las seguras lisonjas de quienes consideran que hay que llevarse bien con Estados Unidos sin que importen demasiado los intereses en juego.
La injerencia de Lamelas no sólo es posible porque se trata de un personaje singular, sino también porque el gobierno argentino habilita cualquier jugueteo de ese tipo con su falta de seriedad y su militancia sistemática del cipayismo más extremo.
Los tiempos de "relaciones carnales", como el excanciller Guido Di Tella bautizó con acierto el vínculo de la etapa menemista con el país del norte, son un juego de niños en comparación con todos los gestos, dichos y actos que el actual gobierno libertario es capaz de protagonizar para tener alguna foto, y poco más que eso, con el presidente Donald Trump o con personajes que van y vienen en el tablero del poder político-económico, como Elon Musk.
y una de arena
Las declaraciones de Lamelas tienen también un costado económico concreto: aunque sus dichos son un desprecio del federalismo en pleno, su efecto trasciende hacia sectores como la industria frigorífica, un escenario donde la provincia afronta ya dificultades por las políticas del gobierno nacional, o la ausencia de ellas.
Tan luego esta semana el gobierno provincial advirtió que la crisis en la industria es tal que se ponen en riesgo unos 2.000 puestos de trabajo en la provincia, tal como ocurre en otros nichos que representan a la producción y el trabajo, aspectos claves de la vida en comunidad que el gobierno nacional ni pone en su radar.
También en la semana que se fue la empresa Calzatex tuvo que tomar las medidas que venía postergando pero se veían venir, como la suspensión de una importante porción de su planta trabajadora, a raíz de la caída de las ventas: "industricidio" es la palabra que mejor define la época.
En el caso de los frigoríficos, la percepción de presiones externas agrava la incertidumbre en inversiones y en la apertura de mercados locales, tan luego en un momento en que aparecieron otras noticias alentadoras para el sector en nuestra región, como la relativa caída de la maldita barrera sanitaria al sur del Río Colorado.
Desde la asunción en diciembre de 2023, el gobierno de Javier Milei aplicó un paquete de medidas de desregulación, persiguiendo el objetivo madre que tiene el espacio autodenominado libertario: la reducción drástica del gasto público para obtener el equilibrio fiscal.
Si bien se suponía que reinaba la idea de fomentar las exportaciones, la abrupta devaluación de los primeros días, la constante pérdida de poder adquisitivo del salario real y la caída del consumo interno fueron golpazos sucesivos.
El volumen de exportaciones de carne también descendió hasta un?30% (40% en el caso de nuestra provincia) y la producción industrial, incluida la frigorífica, se desplomó: esa consecuencia se sufre de manera directa y sistemática en La Pampa, donde es posible que haya peores resultados en los próximos meses.
Parece inevitable el cierre de frigoríficos y la pérdida de miles de empleos vinculados a la cadena cárnica: la situación del frigorífico HV, de Bernasconi, es parte de ese contexto, por más que desde ya puedan existir particularidades y asuntos puntuales que también tengan su incidencia.
Santa Rosa, General Pico y Trenel son otros puntos de la provincia donde pueden sufrirse nuevos remezones, en un marco en que las herramientas provinciales (créditos subsidiados, alivio impositivo) siguen siendo paliativos, pero resultan insuficientes frente a un contexto macroeconómico adverso donde la industria pierde competitividad.