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EL DIARIO digital
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Una de cal
El Senado de la Nación dio un contundente mensaje de respeto al federalismo: en la misma jornada en que aprobó los proyectos que diseñaron los gobernadores para que las provincias dejen de ser esquilmadas por el gobierno central se votaron de modo favorable otras iniciativas a favor de los sectores más golpeados de la población.
El gobernador Sergio Ziliotto, que fue actor clave en la elaboración de las propuestas y en la gestión que permitiera conseguir la victoria democrática rotunda, reconoció ni bien concretada la votación el rol de legisladores y legisladoras que no son del peronismo, y que por fin decidieron ponerse en la vereda de la reivindicación de los derechos de las provincias a las que representan.
Para que el radical Daniel Kroneberger y la PRO Victoria Huala se alinearan con esa nueva mayoría, también las intendencias de la provincia habían hecho en los días previos una movida en el mismo sentido.
Los municipios marcaron su firme respaldo a la propuesta que las provincias elaboraron para dejar de ser hijas de la pavota y encontrar recursos que de algún modo releven la cotidiana deuda que genera el gobierno libertario, para así poder atender las necesidades de sus habitantes.
La Pampa estuvo desde el primer día en el mismo lugar, comprobó en carne propia la crueldad del ajuste y la injusticia social del accionar de La Libertad Avanza, pero se mantuvo con sistemática coherencia en su posición de defensa de los derechos que le corresponden.
No todos los territorios estaban en la misma posibilidad de aguante: en La Pampa se naturaliza, pero en otras jurisdicciones no es tan habitual que las Provincias tengan, como la nuestra, desendeudamiento total con sectores privados extranjeros y nacionales y también con el Estado nacional; ni un equilibrio fiscal sistemático que en algunos períodos fue incluso superávit.
Esa circunstancia le permitió a la provincia, merced a la capacidad y el esfuerzo de distintas gestiones de gobierno, conformar un fondo anticíclico que sirvió para capear el temporal del último año y medio para atender las necesidades más urgentes, pero que obviamente no es un "barril sin fondo".
El capítulo del último jueves es apenas uno de una historia que continuará, en la que se espera que quienes tienen representación provincial sigan actuando a la altura de las circunstancias, incluso a contramano de lo que, por distintas razones, hicieron en la primera etapa de un gobierno que desde el primer día demostró su afán por pisotear el federalismo.
y una de arena
Esa decidida ofensiva contra las provincias y sus habitantes, pero además contra las instituciones republicanas, ya fue anticipada por el presidente Javier Milei, no azarosamente en un discurso que dio en la Bolsa de Comercio, rodeado de una suerte de Círculo Rojo que aplaudía sus andanadas contra el sistema democrático.
El presidente no sólo anunció el veto de cualquier iniciativa que vaya contra sus pretensiones, lo cual está dentro de sus facultades, sino que además pretendió instalar la posibilidad de judicializar la cuestión, avizorando que su veto, en el flamante escenario, también cosecharía el rechazo de la nueva mayoría.
El comportamiento institucional del poder libertario es a todas luces contrario a las mejores tradiciones de la democracia argentina, entre otras cosas porque una de las escenas de LLA es pisotear las identidades nacionales y la propia historia de la Nación y de la patria.
Por esa misma razón explotó de modo violento y desembozado otro capítulo de la feroz interna que enfrenta al ala del Ejecutivo con la vicepresidenta Victoria Villarruel, que quedó en el centro de la escena a partir de un nuevo apriete en público por parte de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich.
En algún punto, la vicepresidenta ha sido respetuosa de normativas e instituciones en el ejercicio del cargo y respondió, con esa misma lógica, que sería oportuno que la funcionaria del Ejecutivo, a la que le recordó su pasado "terrorista", le pegue una revisada a la Constitución Nacional.
También es responsabilidad de otros actores, no libertarios, que repentinamente se haya permitido semejante estado de cosas bajo la excusa de que Milei fue elegido por el voto: se han permitido en estos largos y fatídicos meses obscenidades de todo tipo, desde el accionar institucional y también en el uso de un discurso de agresividad permanente, que contagia de violencia el día a día y vuelve tóxico el discurso público.
La concientización democrática del bloque federal se produce con demora y retardo, porque en este proceso de un año y medio hubo gobernadores y legisladores que interpretaron que había que ser cómplice del ajuste y del desquicio para beneficiarse sectorial o personalmente, pero también esa maniobra se demostró una estafa.
La sesión en el Senado es, de alguna manera, un cambio de paradigma: terminó el reinado de los espejitos de colores que vendió el libertarismo, prometiendo a algunas jurisdicciones fondos que nunca aparecieron, o coqueteando políticamente con sectores a los que les ofrecía el oro y el moro para terminar dándoles destrato.