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EL DIARIO digital
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Una de cal
En medio de un fárrago de escándalos, dimes y diretes negativos, denuncias altisonantes y desacuerdos varios, resalta en la semana una buena nueva que sólo en La Pampa puede disfrutarse: las tarifas de la energía eléctrica y el alumbrado público estarán congeladas durante tres meses.
El anuncio del gobernador Sergio Ziliotto alcanza a la población de la clase trabajadora y más vulnerable, y también recae con un coletazo positivo sobre las municipalidades, en un contexto socio-económico difícil de comparar en la historia argentina, porque a la inflación que no se detiene se le suman el regreso de la desocupación, una recesión galopante y además la sensación de que los promotores de esas medidas las festejan con pompa en vez de recibirlas con preocupación.
El Estado provincial y el movimiento cooperativo ya se vienen haciendo cargo en los meses previos de dar un alivio a quienes habitan La Pampa, porque el tarifazo del gobierno nacional libertario fue amortiguado con subsidios para que la producción no quedara literalmente paralizada y para que los edificios comunales y las entidades solidarias no se vieran atestadas de familias protestando porque se les hace imposible el pago del servicio.
La posibilidad de ese congelamiento, según la explicación provincial, es el fruto de la inversión en energías "verdes" que permiten un ahorro, o al menos un achicamiento de los gastos, como consecuencia de la implementación del plan de Soberanía Energética que el gobierno viene desarrollando de modo sistemático y del que lanzó en la semana que se fue su segunda etapa.
En ese marco que pone a jugar tarifazos, servicios, cooperativas y Estado resultó al menos curiosa la aparición de la diputada Gisela Cuadrado (UCR) proponiendo que las cooperativas se tomen el trabajo de acompañar sus facturas con fotografías de los medidores aludidos, que en realidad cada contribuyente tiene todo el tiempo a su disposición.
La extraña medida, además, fue impulsada como una supuesta forma de garantizar "transparencia", con lo cual la legisladora, después respaldada por su bloque, dio a entender que interpreta que es un valor del que las cooperativas carecen en la relación con sus asociados, tal como ya lo había planteado de algún modo otro diputado del mismo bloque, Javier Torroba, cuando ideó la realización de audiencias públicas.
Ese espacio político no ha sido precisamente combativo de los aumentazos de Milei que, eso sí, son muy transparentes: ese ataque directo no sólo a los bolsillos ciudadanos sino a las organizaciones involucradas en todo el proceso, es relativizado de tal modo que no hay bloque legislativo que haya hecho propios los argumentos de la Asamblea Contra el Ajuste de Milei, que acercó el texto de un posible proyecto, absolutamente ninguneado.
En medio de la crisis generalizada es, posiblemente, cuando más se nota la bienvenida potencia del movimiento cooperativo pampeano en articulación con el Estado: su presencia, su identidad, su vínculo real con el territorio y quienes lo habitan, mientras en otros puntos del país tienen que lidiar contra multinacionales o empresas privadas oportunistas, que deshumanizan todo vínculo con usuarios y usuarias.
y una de arena
Un poco en broma pero un poco en serio, alguien interpretó que ciertos proyectos de la oposición política pueden ser el fruto de que sienten algo de culpa cuando los chicanean por su falta de trabajo, ante la reiterada costumbre de no dar quórum, y entonces después se esmeran en la elaboración de iniciativas que salen a la luz de modo repentino y afán mediático, pero a lo mejor con poco análisis.
Por tercera vez consecutiva, el Poder Legislativo pampeano quedó paralizado porque el radicalismo, el tiernismo y el PRO no quisieron dar quórum para que se aprobara el aporte solidario obligatorio, aún con una serie de cambios que se habían acordado para acercar posiciones entre el proyecto original y los planteos de los partidos no peronistas.
La dilación de ese proceso que arrancó el 1 de marzo con el anuncio que hizo el gobernador respecto de ese llamado "impuesto a la riqueza" hizo que el Ejecutivo tuviera que aumentar el presupuesto previsto y reasignar partidas, de modo tal que aparecieran fondos destinados a la emergencia alimentaria, porque el dinero para el rubro se agotaba este 20 de agosto.
Es posible que todas las partes intervinientes hayan cometido errores y que por eso no se haya llegado a la mínima coincidencia para que, simplemente, diputados y diputadas ocupen sus bancas, por más que en ellas voten lo que voten o digan lo que digan.
Ya hubo en este período cuatro sesiones fracasadas por falta de quórum, ante la ausencia de los mismos espacios y las mismas personas: esa circunstancia va muy a contramano de lo que ha sido la tradición democrática pampeana, a tal punto que jamás antes pasó algo así en la historia de nuestra provincia.
En el camino, la oposición logró que algunos de sus planteos más sensatos y coherentes fueran atendidos, pero si persiste en este posicionamiento corre el riesgo de que incluso lo que puede serles otorgado como un triunfo se vuelva un costo político innecesario, ruidoso, que cae mal en la comunidad y que ni siquiera garantiza la posibilidad de que ese rejunte siga unido, sino más bien todo lo contrario.
Ya en la última semana hubo primero demandas y después quejas, porque hay legisladores y legisladoras que quieren dar quórum, y que ni siquiera están de acuerdo con aparecer en el mismo bando que otros diputados y diputadas no peronistas: ¿hasta cuándo puede, realmente, sostenerse la decisión de paralizar el Poder Legislativo, y además en pleno tratamiento de un proyecto que justamente es para alivio de los sectores más vulnerables?
Si el día en que el gobernador abrió sus puertas a los jefes legislativos opositores se dio un paso adelante en la posibilidad de encarar un camino de cierta concordia, en la semana que se fue resultaron retrocesos en ese sentido no sólo el nuevo faltazo sino también las declaraciones públicas en tonos resentidos y sarcásticos, además en boca de los mismos actores que después llenan su lenguaje de palabras bonitas como el diálogo, el consenso y coso.