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EL DIARIO digital
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A sus 97 años, Inés dejó un legado de fortaleza y compromiso, siendo reconocida no solo como el soporte de una destacada figura política, sino también por su propia labor como comerciante y su incansable participación en causas solidarias.
El respaldo detrás de la trayectoria de un líder
La trayectoria de Eduardo Molteni, recordado por su eficiente gestión en la administración pública, fue sin duda moldeada por el apoyo inquebrantable de su esposa. Inés Spósito, junto a su hijo Eduardo "Cala" Molteni, fue el pilar de la familia, asumiendo la gestión del hogar y desarrollando una faceta de comerciante que la convirtió en el complemento ideal para que Molteni pudiera dedicarse plenamente a sus responsabilidades como funcionario.
Su historia de amor comenzó en Quemú Quemú, donde se conocieron mientras Molteni ejercía como intendente durante la época en que La Pampa era Territorio Nacional. Nacida en Villa Huidobro, Inés mostró siempre una fuerte personalidad, trascendiendo el ámbito familiar para involucrarse activamente en la comunidad.
Legado de solidaridad y compromiso comunitario
Con un espíritu solidario inquebrantable, Inés Spósito dejó una huella imborrable en el Colegio Domingo Savio. Participó activamente en la comisión de madres, colaboró en la finalización de la iglesia y fue clave en la concreción de la residencia para los pupilos en la planta alta del edificio. Incluso, fue una de las impulsoras del cine que la institución eclesiástica mantuvo en funcionamiento durante muchos años.
Su deceso, ocurrido el pasado martes, generó un profundo pesar en la comunidad santarroseña. Sus restos recibieron sepultura en el Cementerio local, dejando un recuerdo imborrable de una mujer que, con discreción y fortaleza, fue un motor fundamental tanto en su entorno familiar como en las iniciativas que transformaron su comunidad.