La Pampa

El PJ entró en "modo campaña" y se blanqueó la pelea por la vicegobernación

El oficialismo tiene noción de que es imprescindible la unidad, pero la puja por espacios de poder es parte de su naturaleza. Aunque el gobernador quiere evitar las peleas preelectorales.

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EL DIARIO digital

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El cruce público entre La Cámpora y el marinismo dejó expuesta a la luz del día la confrontación interna que tiene el peronismo pampeano con vistas a las elecciones del año que viene: la candidatura a la vicegobernación es solo uno de los lugares en disputa.

El PJ pampeano sabe que, como columna vertebral del Frente Justicialista Pampeano y del Frente de Todos, tiene que mantener la unidad si aspira a un triunfo electoral, pero la puja por espacios de poder también está en su naturaleza.

Luciano di Nápoli tiró la primera piedra, que no hizo más que blanquear una pelea que ya se estaba dando en voz baja: pidió que La Cámpora ocupe el segundo lugar en una fórmula naturalmente encabezada por Sergio Ziliotto, pese a que el gobernador no confirmó que pretenda la reelección y ordena a sus autoridades a que prioricen la gestión y no la campaña.

Los nombres de posibles postulantes a la vicegobernación estaban en danza y quizá se potencien con esta nueva ofensiva (ver aparte).

Además de los sectores mayoritarios en pugna, Compromiso Peronista -que ha recobrado cierta visibilidad- también se sintió tocado: "Pensaba que el triunfo en Santa Rosa había sido de Todos", chicaneó en las redes sociales Fabián Bruna.

Es que di Nápoli explicó la posibilidad de que La Cámpora se integre a la fórmula basándose en los resultados electorales. En las legislativas del año pasado, el peronismo logró dar vuelta el resultado de las PASO en Santa Rosa, cosa que no ocurrió en otros puntos de la provincia.

Los dimes y diretes entre La Cámpora y el marinismo agitan la inevitable pelea preelectoral, una situación que el gobierno provincial pretende o pretendía patear para más adelante, en un contexto de volatilidad, crisis socio-económica y futuro imprevisible.

El gobernador Ziliotto, tal como publicó El Diario, insiste en su gabinete sobre la necesidad de atender asuntos concretos de la gestión y no distraerse con los juegos preelectorales, porque así como hay encuestas muy alentadoras que demuestran la alta imagen positiva de la gestión hay otras preocupantes, que detectan que una mayoría de la población ya duda de la capacidad del peronismo para solucionar los problemas de la comunidad.

De algún modo, además, el peronismo pampeano tiene su suerte atada a la de la gestión nacional, si bien existe la posibilidad cada vez más clara de que las elecciones se desdoblen tal como ocurrió en 2019.

La estrategia que pretende imponer Ziliotto es la de imponer la "marca PJ pampeano" como garantía de un Estado presente, mostrando lo actuado desde el regreso de la democracia más allá de los liderazgos personales o las disputas sectoriales.

El contexto para el PJ es diferente al de otras ocasiones: la derrota electoral en la legislativa del año pasado mostró un crecimiento de la alianza opositora que puede poner en riesgo también el gobierno provincial, aunque se trate desde ya de comicios diferentes.

Para aceitar un camino exitoso, el PJ y sus aliados tienen clara la necesidad de un pacto de unidad que evite los ruidos que se registraron el año pasado, cuando hubo dirigentes que en algunos casos le sacaron el cuerpo a la campaña y de alguna manera facilitaron, sobre todo en el norte provincial, el triunfo opositor.

Por eso mismo, y mientras tanto, Ziliotto baja línea cada vez que puede entre los suyos: "Hay que hacer gestión y no futurología".

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