El azar o políticas públicas

En las últimas semanas, a raíz de la crisis habitacional que vive la provincia -y en especial Santa Rosa- han trascendido datos que alarman y ponen en evidencia la injusticia social, incluso en la forma en que se distribuyen las viviendas barriales.

Es habitual que en estas semanas aparezcan casos de familias o mujeres solas con 3, 4 o hasta 6 hijos a cargo, que cuentan que pese a estar "notadas en el IPAV" desde hace más de una década nunca consiguen la vivienda que necesitan.

Por un lado, es cierto que la parálisis macrista hizo que no se construyeran casas durante casi 4 años: esa situación fue un retroceso palmario, sobre todo para los sectores más vulnerados.

Pero a la vez hay mecanismos que a veces generan interrogantes: una vecina de Villa Germinal cuenta a El Diario que tiene 4 hijos y está en las listas del IPAV hace al menos 15 años. Y no tiene "suerte". Es apenas un ejemplo, como hay decenas en numerosos barrios de la ciudad.

Una gran pregunta que flota en el ambiente, entonces, es si en casos así el Estado debe dejar que el "azar" o un sorteo definan el destino de las viviendas, o si no sería mejor que haya una política pública que priorice determinadas condiciones y características de las familias adjudicadas, para atender de modo urgente a quienes sufren las peores condiciones de emergencia.