A la pequeña -de 7 años- le habían diagnosticado en 2019 un neuroblastoma, un cáncer a nivel neuronal. La operaron, pero la enfermedad volvió con metástasis en varias partes del cuerpo. "Hoy celebramos la vida", dijeron sus familiares que la esperaron en su llegada a la ciudad.
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EL DIARIO digital
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Ni el insoportable viento sur que sopló desde la mañana pudo empañar la felicidad de los familiares y amigos de María Guadalupe De la Cruz, la nena santarroseña de 7 años de edad que -al igual que la pequeña Francesca- recibió la última quimioterapia y pudo superar un cáncer a nivel neuronal que le reapareció en dos oportunidades.
El caso de "Guada" trascendió a través de las páginas de El Diario en el mes de diciembre del año pasado. Fue cuando se inició una movida solidaria para ayudar a sus padres a costear su tratamiento en la Fundación Hospitalaria de CABA.
"Luego de la primera operación y de las primeras sesiones de quimioterapia le dejaron venir a Santa Rosa, pero en octubre del año pasado le descubrieron otro tumor en el mismo lugar y con metástasis en diferentes partes del cuerpo. Fue una larga lucha, pero gracias a Dios y a los médicos que la trataron hoy en día, finalmente, tiene el alta", explicó a este diario una tía de la nena.
Por eso, igual como ocurrió este sábado con la pequeña Francesca, un grupo de familiares y amigos esperaron a "Guada" este domingo, pasado el mediodía, en el ingreso a la ciudad por la Ruta Nacional 5. "Hoy celebramos la vida", dijeron en el medio de la emoción donde no faltaron risas y llantos.
La madre de "Guada", Elba Vogarini, había contado a El Diario que a su hija le habían diagnosticado un neuroblastoma en octubre de 2019. "Estaba en el jardín de infantes (del IVT de Santa Rosa) pero lo terminó porque no se repite”, dijo.
La aparición de la enfermedad fue en el abdomen. En octubre de 2020 tuvo otra recaída, con la aparición de síntomas en el mediastino.
“El papá de Guada, Juan Carlos, es mecánico. Yo trabajaba con él. Con la pandemia fuimos gastando lo que teníamos. Y ya nos dijeron que por lo menos vamos a estar todo el año que viene”, había dicho en el medio de una ola solidaria que se generó para ayudarlos a costear el tratamiento.
Aunque hubo falta de cobertura de un lugar para vivir en Buenos Aires, después lograron conseguir uno.