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Prácticas comprobadas científicamente que pueden retrasar el envejecimiento

Científicos han identificado hábitos diarios respaldados por investigaciones que pueden ralentizar el envejecimiento biológico y mejorar la calidad de vida. Estos cambios sencillos pueden tener un impacto duradero en la longevidad.

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EL DIARIO digital

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La ciencia está revolucionando nuestra comprensión del envejecimiento y la longevidad. Investigaciones recientes, citadas por Science Focus, han demostrado que la edad biológica —el estado real del cuerpo— puede diferir considerablemente de la edad cronológica. Más importante aún, este proceso biológico puede modificarse a través de hábitos cotidianos que retrasan el deterioro asociado con la edad. A continuación, presentamos nueve prácticas respaldadas por la ciencia para ralentizar, detener e incluso revertir el envejecimiento biológico.

1. Mantener el músculo

La preservación de la masa muscular es crucial para la salud en la vejez. A partir de los 30 años, la pérdida de músculo y fuerza se acelera, lo que puede afectar la calidad de vida. Ejercicios de fuerza, como el levantamiento de pesas o el uso del peso corporal en casa, pueden reducir esta pérdida. Incluso personas mayores de 90 años pueden mejorar su fuerza muscular significativamente en solo dos meses de entrenamiento de resistencia.

2. Alimentación saludable

Una dieta equilibrada, rica en vegetales, frutas, legumbres, frutos secos y cereales integrales, es clave para mantenerse joven. Evitar dietas extremas o el consumo excesivo de carnes, junto con la práctica de ayuno prolongado, puede no ser beneficioso a largo plazo, especialmente en personas mayores. Mantener un peso saludable también es fundamental para vivir más tiempo y de manera más saludable.

3. Higiene bucal

La salud oral tiene un impacto directo en la salud general. Aquellos con menos caries y enfermedades de las encías tienen un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares. La inflamación crónica provocada por bacterias en las encías puede acelerar el envejecimiento y aumentar el riesgo de infartos.

4. Dormir la cantidad adecuada

Dormir entre 7 y 8 horas cada noche es esencial para la salud. El sueño insuficiente o excesivo puede aumentar el riesgo de muerte prematura. Durante el sueño, el cerebro elimina toxinas que podrían contribuir a enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, protegiendo así la función cognitiva a largo plazo.

5. Protección ocular frente a la radiación UV

La exposición constante a la radiación ultravioleta puede causar cataratas y degeneración macular, problemas visuales que también se vinculan con un mayor riesgo de demencia. Usar gafas de sol y sombreros de ala ancha ayuda a proteger los ojos y mantiene la función cerebral en la madurez.

6. Uso de protector solar

El daño solar es uno de los mayores factores del envejecimiento prematuro de la piel. La exposición al sol deteriora el colágeno y las proteínas cutáneas, promoviendo la formación de arrugas. Aplicar protector solar con un factor de protección de 15 o superior todos los días es una de las medidas más efectivas para prevenir el envejecimiento prematuro.

7. No gastar en tratamientos costosos innecesarios

En lugar de recurrir a tratamientos costosos o suplementos dudosos, el mantenimiento de hábitos saludables como una dieta balanceada, ejercicio regular y suficiente descanso es la clave para una vida más larga. Los suplementos no siempre son efectivos y, en algunos casos, su consumo excesivo puede ser perjudicial.

8. Lavado de manos y prevención de infecciones

El lavado frecuente de manos es una práctica sencilla, pero crucial para prevenir infecciones que pueden acelerar el envejecimiento del sistema inmunológico. Infecciones virales como el papiloma humano o el citomegalovirus pueden tener efectos a largo plazo en la salud, lo que hace que la prevención desde una edad temprana sea vital.

9. Estar atento a los avances en tratamientos

La medicina de la longevidad avanza rápidamente. Medicamentos como la metformina y la rapamicina, junto con los fármacos senolíticos que eliminan células envejecidas, abren nuevas perspectivas para el futuro. Mantenerse informado sobre estos avances permitirá anticipar estrategias que podrían transformar el tratamiento del envejecimiento en los próximos años.

Ejemplos sobre longevidad y hábitos saludables

Los estudios y ejemplos citados en Science Focus, como el análisis de gemelos daneses y los casos de Bryan Johnson, ilustran cómo hábitos cotidianos influyen en la longevidad y la calidad de vida. Estos datos refuerzan la idea de que pequeños cambios diarios pueden tener un impacto profundo en la edad biológica.

Adoptar estos hábitos hoy no solo mejorará tu salud a corto plazo, sino que también aumentará las probabilidades de disfrutar de una vida larga y saludable, apoyada por los avances de la ciencia en los próximos años.

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