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EL DIARIO digital
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Un estudio publicado en Nature presentó el mapa genético más detallado hasta la fecha: se secuenciaron 1.084 genomas completos de personas de diversas regiones del mundo, por primera vez incluyendo regiones "oscurecidas" del ADN, ricas en elementos repetitivos y transponibles. Este trabajo representa un salto de avance tecnológico que permite leer zonas del genoma humano que antes eran inaccesibles.
Entre los elementos clave del hallazgo figuran los LINE?1 y los SINEs/Alu, que juntos constituyen cerca del 30?% del ADN humano. Los investigadores revelaron que estas secuencias regulan la actividad de otros genes incluyendo aquellos relacionados con la división celular y que mutaciones en esas áreas están asociadas con trastornos como el cáncer. Un ejemplo sorprendente viene de los elementos MER11, que resultaron tener funciones reguladoras en el cerebro y el desarrollo temprano del sistema nervioso.
Este nivel de análisis desde un 95?% hasta un 99?% de cobertura incluye incluso secuencias críticas en regiones como los centrómeros, vitales para la división celular, que antes no se podían estudiar.
Los "genes saltarines" dejan de ser basura
Estos hallazgos permiten comprender mejor cómo las secuencias repetitivas interactúan con el resto del genoma. Los "genes saltarines" no solo no son basura, sino que se activan o reprimen según el contexto celular. Varios casos de cáncer han mostrado inserciones de LINE?1 que alteran genes clave como APC o PTEN.
La relevancia de estos descubrimientos también se extiende al diseño de estrategias terapéuticas personalizadas. Entender estas variaciones genómicas permitirá diseñar tratamientos más precisos y mejorar el diagnóstico precoz de enfermedades. Los científicos resaltaron, sin embargo, que este estudio fue realizado con perros expuestos a la TV con frecuencia, por lo que los resultados pueden no representar a toda la población canina.
Un nuevo paradigma para la medicina del futuro
El mapa genético de alta resolución no solo revoluciona la comprensión del genoma humano, sino que redefine la medicina del siglo XXI. Al identificar funciones clave en lo que durante décadas se consideró "ADN basura", los investigadores abren puertas a una medicina más precisa y personalizada: entender cómo variantes en regiones no codificantes influyen en enfermedades como el cáncer, afecciones neurodegenerativas o inmunológicas ofrece nuevas rutas para diagnóstico, prevención y tratamiento específico para cada paciente.
Además, esta visión transforma la investigación genómica global. Equipos alrededor del mundo pueden ahora explorar zonas antes inaccesibles para descubrir mecanismos fundamentales de regulación genética, reparación del ADN y estabilidad cromosómica. Esa nueva mirada favorece la identificación temprana de mutaciones relevantes y el desarrollo de fármacos más dirigidos.
También cambia el enfoque de la investigación genética médica. Hasta ahora, muchos estudios estaban centrados en regiones codificantes, que representan apenas el 2?% del genoma. Incorporar el estudio de regiones repetitivas y transponibles amplía el campo de acción de los investigadores y ofrece explicaciones para fenotipos complejos que antes eran difíciles de relacionar con cambios genómicos.
Finalmente, el nuevo mapa actúa como base para la expansión de la medicina de precisión. Con datos más completos, será posible prevenir enfermedades a través de perfiles genómicos integrales, adaptar terapias según variantes individuales y mejorar el seguimiento de enfermedades crónicas. Se inaugura una etapa en la que la combinación de genética, tecnología e información personalizada tiene el potencial de transformar la práctica médica y favorecer un modelo sanitario más predictivo, preventivo y eficaz.