Campo

Almacenaje de semillas de girasol en silo bolsa

Por Mariano Fava (*)

Escuchá esta nota

EL DIARIO digital

minutos

La provincia de La Pampa tiene un área muy importante implantada con girasol. El grueso de esa superficie se encuentra en floración o llenado de grano. Si bien la falta de precipitaciones durante la segunda quincena de enero, sumada al golpe de calor de final de mes está cobrando la factura con mermas importante de rinde, si hay un cultivo en el que podemos decir que va a haber cosecha es en girasol. Es probable que de agudizarse la sequía el grano salga mas liviano y con menos materia grasa, pero cosecha habrá afortunadamente.

En efecto aún falta transcurrir el mes de febrero para saber que suerte van a correr los maíces y las sojas, pero el girasol está más o menos definido. Es por ello, que en la columna de hoy vamos a delinear las principales recomendaciones a la hora de embolsar la semilla de girasol en un silo bolsas, para que los productores que no quieran vender su cosecha inmediatamente y tampoco quieran entregarla a fijar, sepan cómo manejarse y que cuidados hay que tener al respecto.

En un silo bolsa de 9 pie por 60 metros de largo es común almacenar entre 170 a 200 toneladas de maíz, soja o trigo, según la habilidad del embolsador y el peso hectolítrico del grano. En girasol un silo bolsa de esas mismas dimensiones permitirá almacenar no más de 120 o 130 toneladas de grano. Por lo tanto, esto se debe de tener en cuenta a la hora de pensar la cantidad de silo bolsas a comprar en relación el rendimiento esperado, que va a diferir mucho de lo que normalmente uno está acostumbrado, así como del espacio destinado para la confección y el acopio de estos.

El girasol es un grano altamente higroscópico, tiene una curva de humedad de equilibrio a 20 grados de temperatura que exige un 8 % de humedad de grano para no tienes problemas de almacenaje. Es una humedad muy poco probable de conseguir, ya que normalmente se inicia la trilla con la humedad comercial de recibo que es del 11 %, con una tolerancia del 14 %.

A medida que más humedad tiene el grano que vamos a almacenar corremos el riesgo de sufrir dos procesos de deterioro en el grano que va a estar íntimamente relacionado con el tiempo de almacenaje, es decir a mayor tiempo de almacenaje se incremente el peligro.

El primer problema al que nos enfrentamos es la estratificación de humedad. El grano almacenado en el silo bolsa sigue un patrón de temperatura similar al que transcurre en el ambiente externo. Es decir, se calienta de día y se enfría de noche, esto produce dentro de la masa Inter granaría que se encuentra almacenada en el silo bolsa una célula de circulación de aire. El aire se calienta durante el día, se eleva cargándose de humedad en el proceso y de noche se enfría, condensa la humedad en la parte superior del bolsón, para luego una vez frio y seco descender para reiniciar el ciclo al día siguiente. Esto origina un severo deterioro de la semilla alojada en la parte superior del bolsón, donde se pueden encontrar si el tiempo de almacenaje es lo suficientemente largo (o la humedad inicial de embolsado es muy alta) con masas de semilla podrida, con alta presencia de hongos con micelios blanquecinos.

El otro peligro al que nos enfrentamos es que aumente la acides de la materia grasa. El estándar de comercialización de girasol admite un 1,5 a 2 % de acidez de la materia grasa, luego del cual se sufren fuertes descuentos en el precio.

En resumen, el embolsado de girasol es una alternativa perfectamente posible, como se cosecha sobre finales del verano va a pasar la mayor parte de su período de almacenamiento en una constante disminución de temperatura, por ello no reviste mayor desafío si el tiempo de estadía dentro de la bolsa es corto, es decir una máximo de seis meses. Si en cambio pensamos en un almacenaje largo, de mas de ocho meses, vamos a tener que considerar no solo los dos peligros antes descriptos (estratificación de humedad y la acidez de la materia grasa), sino que muy probablemente debamos pensar en una herramienta de control de insectos. Esto último es debido a la gran masa de oxigeno que queda en el girasol almacenado, que permitirá el desarrollo de insectos durante un largo período de tiempo. Para evitarlo lo único a lo que podemos recurrir es al empleo de fosfina ni bien se inicia el periodo de almacenaje.

Como el girasol permite una alta cantidad de aire intergranaria, la concentración que se debe lograr es de 4,2 gramos de fosfina por tonelada de grano, esto representa para un silo de 120 toneladas una cantidad de 760 pastillas de 1 gramo de fosfina para un silo bolsa de buena hermeticidad (3 minutos de caída de presión). Las mismas debes ser aplicadas en 12 puntos, separados cinco metros de distancia uno del otro y a dos metros y medio de cada extremo final.

Obviamente que para la aplicación de este producto se debe estar capacitado y contar con los equipos de protección y seguridad personal necesarios tanto para hacer la aplicación de las pastillas, como para medir la concentración de esta al momento de extraerlo para que sea seguro para el operario encargado del manipuleo. Además, nunca se debe realizar esta tarea si la supervisión de un profesional competente en la materia.

(*) Mariano Fava- Ingeniero Agrónomo (MP: 607 CIALP) -Posgrado en Agronegocios y Alimentos- @MARIANOFAVALP

También te puede interesar...