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Ganadería y Agricultura: "Viejas respuestas para nuevos problemas" 

Por Mariano Fava (*)

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EL DIARIO digital

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La agricultura Argentina está atravesando una coyuntura de profundos cambios en los modelos productivos, proceso que resultó acelerado por la reciente sequía que sufrimos. Mientras tanto, la ganadería continúa con sus constantes avances y retrocesos. Cuando analizamos la supervivencia de las empresas agropecuarias, solamente las que sean capaces de mutar rápidamente y adaptar su sistema productivo de una manera más eficiente e inteligente, son las empresas con mayor probabilidad de supervivencia y crecimiento económico.

En efecto, los altos costos de producción, la baja en los niveles de nutrientes que puede aportar la roca madre producto de años de agricultura, y el desafío cada vez más acuciante de las malezas resistentes a herbicidas, hacen que todo confluya en un nuevo cambio de paradigma. Parece ser que lo único permanente es el cambio, debiendo entonces tener que adaptarnos a nuevos desafíos que nos plantea la biología.

Los técnicos agrícolas tenemos una vez más la tarea de encontrar una nueva manera de hacer las cosas, de relacionarnos con el agro ecosistema, y claro está, no se puede resolver un problema con la misma mente que lo creamos. Paradójicamente, la solución parece estar en "volver a la fuente", es decir, a la vieja receta de las matrices de rotación, con un "período o fase constructiva" de la fertilizada edáfica, con la pastura perenne base alfalfa como cimiento principal, que luego le da paso a la "fase extractiva" representada por el período agrícola de ese potrero. Esto es lo que se trata de emular en los sistemas de agricultura permanente, con la inclusión de la técnica del "abono verdes o cultivos de servicio", con la vicia como ingrediente principal.

El sector ganadero debe ser el área en el cual la siembra directa (SD) encuentra las mayores barreras para su adopción. Si se analiza fríamente, es lógico que esto ocurra, pues los productores ganaderos son más conservadores a la hora de tomar riesgos que los agrícolas, y además es cierto, que hacer siembra directa en un sistema ganadero plantea desafíos operativos más importantes que el negocio agrícola. Sin embargo, ya hay varias experiencias que demuestran que ambas producciones simultáneas son absolutamente compatibles.

La ganadería argentina, vista en el largo plazo, solo se sustenta sobre el pastoreo directo de pasturas a base de leguminosas, fundamentalmente alfalfa. En los sistemas mixtos donde el ciclo ganadero es seguido del agrícola, las pasturas sirven para la recuperación de fertilidad física y química. Este último concepto es el que desarrollaremos en el artículo de hoy.

El nitrógeno es el único elemento que posee una vía natural de reposición importante dentro de los sistemas productivos, y es a través de la fijación biológica del nitrógeno. La misma consiste en la capacidad que poseen las leguminosas, como por ejemplo la alfalfa, vicia y/o tréboles de asociarse a una bacteria, proceso conocido como simbiosis, para fijar nitrógeno del aire con la energía que le provee la fotosíntesis.

Experimentalmente, se determinaron que los niveles de fijación bilógica del Nitrógeno son proporcionales a la producción de materia seca. Así llegaron a la conclusión de que por cada 100 kilogramos de materia seca que produce la alfalfa se fijan alrededor de 2,3 kilogramos de nitrógeno elemento, lo que sería el proporcional a 5 kilos de urea granulada aproximadamente.

Es decir, a medida que la pastura es más productiva, no solo brinda más forraje, sino que incorpora más nutrientes al sistema. Es por ello que las leguminosas son un aliado tanto para la provisión de forraje, como de "nitrógeno barato" y sustentable.

La técnica del inoculado de semilla con bacterias de probada capacidad de fijación es muy recomendable. Vale aclarar que luego de cuatro años de producción, decae mucho el aporte de nitrógeno por parte de la alfalfa, incluso puede llegar a empezar a consumirlo. Por ello, a pesar de que todavía haya un buen número de ejemplares por metro cuadrado de potrero, transcurrido ese tiempo (4 años), es conveniente terminar con el ciclo productivo de esa pastura.

Como mencionamos párrafos anteriores, para tener buena fijación de nitrógeno por parte de las leguminosas debemos lograr altas producciones, y obviamente esto depende de varios factores como son: humedad, control de malezas, manejo del pastoreo, etc. Pero hay uno en el cual nos vamos a detener, y es la interacción de nutrientes.

Las leguminosas son muy exigentes en el consumo de fósforo. En una pastura polifítica (varias especies forrajeras conviviendo en el potrero), el equilibrio entre leguminosa y gramínea depende en gran medida de este elemento. El fósforo no posee vías biológicas de reposición importantes, la única opción es la fertilización. Las fertilizaciones fosfatadas tienen un importante efecto residual, manifestándose sobre la pastura durante 2 o 3 años. Algunos estudios determinan como umbral crítico de respuesta a la fertilización fosforada en alfalfa, a 26 partes por millón de fósforo disponible (Bray), mientras que para las gramíneas se ubica en 15-20 partes por millón.

En términos generales, podríamos decir que la fertilización fosforada en una pastura mejora la producción de forraje (materia seca), la eficiencia del uso del agua y la radiación, la velocidad de rebote, el crecimiento inicial, la calidad forrajera, la duración del período de utilización, la persistencia de las leguminosas y la recuperación de la fertilidad física, química y biológica del suelo.

Para finalizar diremos que, al cambiarle el ciclo a las malezas e insectos con la irrupción de la pradera perenne en la secuencia de rotación de un potrero, sumando a esto otras técnicas como la labranza conservacionista prescripta, los abonos verdes, siembra directa y toda una serie de tecnologías que se están desarrollando, permitirá abrevar en una producción más respetuosa del ambiente, que no olvide al mismo tiempo la importancia de la sustentabilidad económica de la empresa agropecuaria.

(*) Ingeniero Agrónomo (MP: 607 CIALP) -Posgrado en Agronegocios y Alimentos- @MARIANOFAVALP

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