Recomendaciones para la siembra de variedades de trigo "ciclo corto" 

La provincia de La Pampa ha atravesado un otoño/invierno con lluvias por debajo de la media, lo que motivó que no se puedan completar los perfiles de suelo con la humedad necesaria para implantar trigo, con cierto grado de seguridad de producción. Esta limitante ha llevado a que muchos empresarios decidan no sembrar cereales de invierno o disminuir el área destinada a estos cultivos, debido al riesgo que supone no disponer de la suficiente cantidad de agua almacenada que permita soportar una demora en las lluvias de primavera.

Es por lo que muchos productores aún están a la espera. Si llegase a llover durante el mes de julio, lo que es muy poco probable, en caso de que ocurra muchos se verán tentados a sembrar. Para ello debemos estar preparados, porque en la mayoría de los casos utilizaran las variedades de las que disponen, normalmente de "ciclo largo" o "intermedio largo", que no sería lo más adecuado. Se debería en cambio, tratar de conseguir algún cultivar de ciclo corto.

En la columna de hoy detallaremos algunos lineamientos básicos, para que el empresario rural de la mano de su ingeniero de confianza, ajusten el paquete tecnológico más adecuado a la producción de un trigo tardío. Sembrar un trigo ciclo corto sobre el fin de la ventana de siembra, dista mucho de lo que supone implantar una variedad de ciclo largo, el cual se implanta desde fines de mayo o inicios de junio, y esto hay que tenerlo muy en cuenta.

Los productores pampeanos están más habituados a emplear variedades de ciclo largo o intermedio. Realmente son muy pocos los productores que siembran trigos de ciclo corto, a tal punto que años como el actual, donde la necesidad de variedades cortas puede llegar a ser importante por la dinámica de las precipitaciones, se hace complicado conseguir semilla.

La ventana de siembra de la zona triguera a la que pertenece toda La Pampa es denominada como "zona quinta sur", Tiene como fecha teórica de final de siembra el diez de agosto aproximadamente. Para quienes piensen en sembrar en esas fechas, deberán conocer que las posibilidades se limitan a:

1.Avena

2.Cebada cervecera

3.Trigo ciclo corto.

Como el título de esta columna lo anticipa, nos vamos a centrar en la tecnología de producción de trigos ciclo corto. Es fundamental entender que estas variedades son las más adecuadas para siembras tardías y confiar en las mismas. 

Tienen muy baja capacidad de macollaje comparadas con los trigos intermedios o largos, por lo que la densidad de siembra sube de manera exponencial. No es raro determinar densidades de siembra de entre ciento cuarenta a ciento cincuenta kilos por hectárea de semilla, para lograr entre trecientas veinte y trecientos sesenta plantas por metro cuadrado. Si bien esto va a depender del peso de mil semillas y del valor cultural de la ésta (pureza y poder germinativo). 

No se puede especular con el macollaje en estas variedades, por ellos debemos asegurarnos de partir con muy buen número de plantas, ya que en el mejor de los casos podemos aspirar a 0,5 macollos vivos por semilla implantada.  

Luego y no menos importante, hay que conocer la curva de crecimiento. Por ser una variedad rápida, tiene una curva de acumulación de materia seca explosiva, siendo fundamental contar con muy buen nivel nutricional desde el arranque, ya que "no tienen tiempo" la planta de desarrollar un sistema radicular grande. Es por ello de que si no tenemos un cultivo bien nutrido va a generar muy poco rendimiento.

Finalmente, el otro aspecto diferencial de estas variedades se concentra en el control de malezas. En efecto, la ventana de aplicación de herbicidas hormonales puede llegar a ser tan estrecha como una semana a diez días, por lo cual hay que estar muy arriba del potrero monitoreando, evitando llegar al estado de espiguilla diferenciada o doble arruga con aplicaciones de herbicidas hormonales.

Estas tres recomendaciones antes dichas de densidad de siembra, nutrición y ventana de aplicación de herbicidas hormonales son los errores más comunes en los que incurren los productores, lo cual lleva a que estas variedades de trigo (cortas), estén poco difundidas y sufran de "mala prensa".

Fuera de ello, lo demás son todas ventajas, ya que se cosechan incluso antes que un trigo ciclo largo favoreciendo las siembras de segunda. En general dejan poco rastrojo, facilitando la implantación de cultivos. Si se les aplica un buen paquete tecnológico expresan una capacidad de rendimiento superior que las variedades más largas, y finalmente en suelos profundos dejan humedad en el segundo metro de perfil para los cultivos de segunda, ya que el sistema radicular de estas variedades rara vez superan los cien centímetros

En resumen, diremos que quienes quieran arriesgar sembrado un poco más de área de trigo, sobre todo si tienen la fortuna de recibir algo de lluvia, están a tiempo de hacerlo, pero deben tener en cuenta los conceptos macro antes vertidos en esta columna para poder ser exitosos.

(*) Ingeniero Agrónomo -Posgrado en Agronegocios y Alimentos- @MARIANOFAVALP