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Pastoreo bovino y suplementación estratégica

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EL DIARIO digital

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En los últimos años, ha ido avanzando la superficie de maíz y sorgo granífero destinada al ensilado planta entera. Esto se debe, entre otras cosas, a que la técnica permite producir grandes volúmenes de forraje a un costo muy conveniente, siempre y cuando el cultivo picado es de alta producción. Es decir, un lote que normalmente nos daría lástima picar, es justamente el que debemos destinar a ese fin para que sea negocio. 

Los lotes de baja producción elevan mucho los costos por kilogramo de materia verde, por lo que el negocio ya no es tan favorable. Básicamente, ocurre porque perdemos el efecto de "dilución de gastos" que se logra con altas rindes por ha de forraje. Si nos encontramos desarrollando este tipo de actividades en zonas donde las toneladas de materia verde obtenidas por hectárea rondan entre 20 a 25, con un 35 % de materia seca aproximadamente, el sorgo granífero silero nos permitirá obtener una mejor relación consto calidad con comparación con maíz. 

Otra cuestión importante a tener en cuenta al decidir incorporar el silaje de planta entera en nuestro campo, es la forma de suministro. Como es un alimento fibroso, es decir, tiene bajo peso y densidad energética por unidad de volumen, moverlo con maquinaria es muy caro, si se lo compara con suministrar rollo, maíz u otro grano. 

Proporcionar silo en un comedero a los animales requiere poner en marcha un tractor, un mixer, contar con un operario, una pala frontal, etc. Es decir, una logística importante, que además de tener su costo, no cualquier planteo puede soportar. 

Afortunadamente, está la posibilidad de hacer "silo autoconsumo", que consiste básicamente en que los mismos animales se provean del alimento ellos mismos. Para esto hay una técnica desarrollada en cuanto a cómo confeccionarlos. Como regla general, podemos decir que, si el silo se hace en bolsones de plástico de 9 o 10 pies, permitiendo el acceso de los animales por las 2 puntas, puede soportar hasta una carga de 250 novillitos comiendo directamente de éste. 

El silaje permite "agrandar los campos", ya que podemos aumentar drásticamente la carga animal. Sin embargo, para tener una buena respuesta animal (es decir, ganancia diaria de peso vivo o producción de litros de leche diario por animal), lo ideal es no suministrar este alimento solo, ya que le faltarán proteínas. Nuevamente, tenemos el problema de la suplementación, por ejemplo, con expeler de soja o girasol. Es aquí donde el verdeo de invierno aparece como una alternativa a este problema, ya que el mismo posee alto % de proteína. 

Así vemos como 2 técnicas que tradicionalmente se las enfrentaba (es decir o se hacía verdeo de invierno o silo), hoy se complementan muy bien, ya que podemos permitirle pastoreo del verdeo a la mañana por unas horas para que los animales "levanten la proteína", y luego se encierra la tropa para que coman del silo por sus propios medios, simplificando el manejo y logrando que los animales "hagan su propio balanceado".

Obviamente, como ambos alimentos son de excelente calidad, la respuesta animal (producción) es altísima. Así podemos "estirar" la duración del verdeo y usar eficientemente el silo, liberando hectáreas de campo para la agricultura. 

El verdeo de invierno combinado con el silo planta entera de sorgo o maíz, generan una gran tranquilidad en cuanto a disponibilidad de forraje para el invierno, permitiendo mantener altas cargas de cabezas por hectárea en esta estación, y poder usar las raciones baratas que llegan con la temperatura y la lluvia en primavera. 

El verdeo de invierno, como ya hemos comentado anteriormente en esta misma columna, tiene la mala prensa de ser una técnica cara. Sin embargo, al igual que en el silaje, el mismo es caro si obtenemos poco volumen. Si hacemos bien las labores y logramos altas producciones, pasa a ser un negocio fabuloso, ya que se obtienen conversiones de un kilo de carne por cada 8 a 12 kilos de materia seca de verdeo sazonado, (después de las heladas, cuando pierde un poco de humedad).  

De todo los expuesto vemos que el desafío está en lograr altos rindes de forraje, y una vez que logro esa producción usarla eficientemente. Para ello es necesario, junto a nuestro ingeniero de confianza, elegir muy bien el paquete tecnológico a aplicar, que este con relación a la capacidad productiva de nuestro ambiente, y a los costos que puede soportar cada actividad. 

Para finalizar diremos que todas estas técnicas de intensificación que buscan disminuir los gastos operativos, tradicionalmente conocido como "circo", están ganando mucho terreno en el sector pecuario. Otro ejemplo para destacar, y al cual ya no hemos referido en anteriores columnas, son los silos de grano para autoconsumo de la hacienda, que perfectamente se puede combinar con las técnicas antes descriptas.

El mismo consiste en el silo que contiene grano seco para consumo directo, de regulación voluntaria por parte de los animales respecto de cuanto grano incorporar a su dieta. Este sistema solo requiere del mencionado deposito, de entre 10 a 20 toneladas, el cual permite que el animal consuma a voluntad el grano, en general mezclado al 10 por ciento con un núcleo proteico (no siendo éste estrictamente necesario). 

De este modo se planea el suministro de maíz para rellenar el depósito 1 o 2 veces a la semana, disminuyendo la necesidad de atención (mano de obra), y costo operativo de alimentación. Al mismo tiempo que se le suministra el grano en un lote abierto, donde el animal pastorea, solucionamos el problema ambiental que supone la concentración de heces y orina en un corral de encierre, mejorando a su vez los parámetros de bienestar animal. 

Mariano Fava- Ingeniero Agrónomo 

(MP: 607 CIALP)

Posgrado en Agronegocios y Alimentos

@MARIANOFAVALP

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