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Estrategia ganadera para enfrentar la sequía

Por Mariano Fava (*)

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EL DIARIO digital

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En la columna de esta semana vamos a reincidir y reeditar un tema por demás de importante para años como el que nos toca atravesar, signados por la falta de precipitaciones, sumados olas de calor que logran registros térmicos récords, acompañados de vientos desecantes y baja humedad relativa. Todo este combo genera un estrés muy grande tanto en animales como en vegetales, planteándonos una coyuntura compleja para el engorde de bovinos y la producción agrícola en general.

Si a esta coyuntura le sumamos que venimos de una otoño, invierno y primavera con lluvias por debajo de la media (año Niña), el panorama se torna a un más sombrío, por lo que debemos ser proactivos y no reactivos, anticipándonos a los hechos, empezando hoy mismo a tomar decisiones que nos permitan sortear de una mejor manera el escenario que se avecina.

Como dijimos, la falta de lluvia sumado al estrés térmico ha provocado la drástica disminución de la disponibilidad forrajera en los campos naturales y praderas perennes. Ante esta coyuntura descripta, el productor ganadero tradicional tiene algunas alternativas de manejo para los rodeos de invernada, de la que ya hemos hablado en anteriores columnas. Sin embargo, en este caso se hace necesario volver sobre el punto para proveer al abanico de opciones una herramienta más que permita transitar este momento.

La estrategia a plantear es "la restricción alimentaría de los animales", la misma bien hecha permite especular con el posterior engorde compensatorio que hace la hacienda luego de haber pasado un período de baja alimentación, apareciendo pues como una alternativa que junta en una sola medida la posibilidad de lidiar con varios inconvenientes, porque permite reducir la necesidad de forraje y suplemento, a las vez que podemos deferir las ventas para más adelante, algo muy importante en contexto inflacionario.

En el caso del empresario que está necesitado de liquidez, quizás la alternativa más inteligente sea liquidar parte del stock, pues las tasas de financiación son prohibitivas para los márgenes de un negocio pecuario

¿Qué es el engorde compensatorio?

El mismo consiste en el incremento de peso extra que presentan los animales que han pasado un período de restricción nutricional, una vez terminado el mismo y restituido el estatus alimentario, con respecto a otros similares que han tenido un nivel nutricional "normal" todo el tiempo.

Es decir que si a un grupo de animales le hacemos atravesar un tiempo de bajo nivel nutricional, el cual puede variar entre 3 a 5 meses, con una intensidad que depende de la categoría, como regla general podemos decir que a mayor peso, mayor capacidad de soportar una restricción, una vez que la misma finaliza y a los animales se los alimenta convenientemente, los mismos engordan más durante el periodo de buena nutrición, respecto a una tropa similar, que come lo mismo, pero que nunca haya sido restringida, lo cual les permitirá llegar a los dos rodeos a faena, con muy pocos días de diferencia (20 a 30 días).

Vale aclarar que los animales restringidos alcanzan igual nivel de gordura que los no restringidos a un peso mayor, y la compensación nunca llega al 100 %, se deben esperar valores de compensación de entre 50 al 75 %.

Si la restricción esta mal hecha y es demasiado severa, el aumento compensatorio puede llegar a ser cero, por lo tanto, para llevar adelante esta técnica es indispensable la consulta a su ingeniero agrónomo o veterinario, de manera que le determine un plan de trabajo basado en la categoría de animal que el productor piensa restringir y el forraje que tenga disponible.

Como norma general podemos decir que conviene restringir animales de alrededor de 300 a 350 kilogramos, que alcancen el peso de faena en el periodo de raciones baratas antes de entrar al segundo invierno. Normalmente esta es la categoría que el productor es más reacio a restringir porque está más cerca de vender, y de que le entre dinero al flujo de fondo, por lo tanto, restringe las categorías más chicas, pero ello lo hará entrar en un círculo vicioso.

Para finalizar diremos que, durante la restricción, los animales deben estar sanitariamente bien y desparasitados, pues una carga de parásitos que para un animal en dieta normal es baja, puede ser nocivo para un bovino en restricción alimentaría.

(*) Ingeniero Agrónomo (MP: 607 CIALP) -Posgrado en Agronegocios y Alimentos- @MARIANOFAVALP

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