Campo

Almacenamiento de trigo en "silo bolsa"

Por Mariano Fava (*)

Escuchá esta nota

EL DIARIO digital

minutos

La provincia de La Pampa se encuentra en plena cosecha de trigo, y al menos en la porción centro norte de la misma los resultados productivos están siendo extremadamente pobres. Con rendimientos que apenas llegan a 10 quintales por hectárea de promedio, pisos de 4 quintales por hectárea y techos de entre 16 a 18 quintales por hectárea en algunos lotes muy puntuales; resulta evidente advertir que con estos niveles de producción es muy difícil recuperar la inversión realizada.

La mala performance de la cosecha de trigo es casi total a nivel país, con algunas mínimas excepciones en la zona del litoral, sudeste y sudoeste bonaerense. Es por ello, por lo que la proyección de cosecha ha caído a más del 50 %, disminuyendo de los 22 millones de toneladas originalmente proyectadas, a los actuales 11/12 millones de toneladas previstos. 

El mercado de trigo aún no refleja semejante merma de producción, motivo por el cual los productores están pensando en acopiar la mayor cantidad de grano posible, para comercializarlo más adentrado el año 2023, una vez que el precio refleje la cantidad de cereal disponible, ya que es la única vía que el sector tiene a mano para tratar de digerir quebrantos, es decir recuperar vía precio algo de lo perdido por la poca cantidad recolectada.

El único aspecto que tiene a favor el productor pampeano es que, como resultado del exiguo rendimiento del cereal por hectárea, la planta ha sido capaz de generar una semilla con alto contenido de proteína, gluten y peso hectolitrico. Esto sin duda es otra posibilidad que existe para mejorar el valor de la producción, ya que la misma puede ser destinada a la molinería local, con premios por calidad.

Por todo lo expuesto es que seguidamente vamos a analizar el concepto de post cosecha y de almacenamiento en atmosfera confinada o silo bolsa de los granos de trigo, ya que éste cereal presenta algunos desafíos importantes que conviene tener en cuenta, para evitar pérdidas de dinero y dolores de cabeza durante la comercialización de lo producido, una vez que se extraiga del silo.

La post cosecha inicia una vez que el grano ha sido cosechado del campo, y continúa con el acondicionamiento y almacenamiento de este hasta su destino final como alimento o uso industrial. El almacenamiento puede ser en:

1.Atmósfera normal: el aire que rodea a los granos tiene la misma composición de gases que el aire atmosférico (el aire que nosotros respiramos).

2.Atmosfera modificada: A través de las condiciones de hermeticidad a la que se somete el grano, se modifica la composición de gases del aire que rodea los mismos con un aumento considerable de la concentración de dióxido de carbono y una reducción de la concentración de oxigeno.

El almacenaje en bolsones de plásticos es un sistema de atmosfera modificada, donde la ausencia casi total de oxigeno disminuye el deterioro de los granos y mejora notablemente la conservación de éstos, tanto es así que no es usual el empleo de insecticidas para controlar insectos durante el tiempo de conservación y el riesgo de desarrollo de mico toxinas es muy bajo si se mantiene la hermeticidad (la integridad física del bolsón), pues incrementando la concentración de dióxido de carbono se obtiene un control total de insectos. 

Al mismo tiempo se logra un retraso muy considerable en el crecimiento de hongos, los cuales prolongan el período de latencia si se los compara con una atmosfera normal. En el caso de los hongos, el tiempo de almacenaje con bajo riesgo está fuertemente influenciado por la actividad acuosa de la masa granaria, es decir la humedad con la que se almacenó.

Los aceleradores del deterioro del grano contenidos en un silo bolsa son dos: la humedad del grano y la temperatura. Como el trigo se cosecha en diciembre y transcurre los meses de mayor calor dentro del bolsón, tiene alto riesgo de deterioro. Es por lo que se recomienda almacenarlo con 12 % de humedad o menos y en caso de tener que hacerlo con más humedad, esta no puede superar el 14 %. Si se lo embolsa con este plus de 2 % de humedad, el tiempo de almacenaje seguro se reduce a solo 90 días. 

El problema radica en que el grano de trigo tiene una alta concentración de almidón fácilmente fermentecible y ante cualquier rotura de film, por mínima que sea, a veces solo basta con las micro perforaciones que le hace el rastrojo en la parte de debajo de la bolsa cuando no se acondiciona el terreno de manera adecuada, permite el ingreso de humedad por ascenso capilar. Este efecto se ve magnificado en los momentos de alta humedad edáfica, generando un proceso de deterioro que le provee al trigo un olor particular el cual luego se traslada a la harina. 

Esto invalida su destino a la molinería local, quedando como única opción la exportación lo que conlleva un mayor costo de flete asociado. Además, tendrá un fuerte castigo en el precio por descuentos por olor, llegando en situaciones extremas a tener que ir a acondicionadora o incluso a ser un lote de rechazo, que deberá destinarse en ese caso a la industria del alimento balanceado, perdiendo una fuerte suma de dinero.

En resumen, el silo bolsa es una tecnología segura, de bajo costo, fácil aplicación, con baja barrera de entradas y salidas del sistema que permite obtener una solución logística rápida y eficiente para el almacenaje de granos. A la vez mejora los costos de comercialización, sin mencionar otras externalidades como por ejemplo la de segregar mercadería por calidad o variedad. 

Sin embargo, requiere tener algunos cuidados en el acondicionamiento del suelo, la humedad del grano a embutir y en bregar por conservar la integridad del film de polietileno a toda costa, para evitar la entrada de oxigeno o humedad que inicien procesos de deterioro irreversible del grano almacenado.

(*) Ingeniero Agrónomo  (MP: 607 CIALP) -Posgrado en Agronegocios y Alimentos - @MARIANOFAVALP

También te puede interesar...