Salud

Cinco respuestas sobre la variante "Frankenstein" del COVID y cuáles son los síntomas más frecuentes

Se detectaron tres casos en Argentina del sublinaje XFG de Ómicron, que avanza en Estados Unidos y Brasil. Los expertos insisten en la importancia de vacunarse para evitar complicaciones

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EL DIARIO digital

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El último Boletín Epidemiológico Nacional (BEN) confirmó la detección de la variante XFG del COVID-19 en Argentina. Este sublinaje de Ómicron, conocido popularmente como "Frankenstein", fue identificado en tres muestras analizadas por el Laboratorio Nacional de Referencia de SARS-CoV-2, Influenza y otros virus respiratorios, INEI-ANLIS "Dr. Carlos G. Malbrán".

Los casos corresponden a las semanas epidemiológicas 26 y 27 y proceden de 14 jurisdicciones distintas, en un escenario nacional de circulación baja del virus.

El BEN señala que la variante XFG surge como resultado de una recombinación genética entre las subvariantes LF.7 y LP.8.1.2 de Ómicron. Este fenómeno de recombinación, observado con frecuencia en la evolución del SARS-CoV-2, aporta nuevas características que pueden favorecer la adaptabilidad viral, aunque hasta el momento no hay evidencias científicas de mayor en la gravedad o transmisibilidad.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyó a XFG en la lista de "variantes bajo monitoreo" tras detectar un incremento de infecciones en Asia, Europa y América Latina. Según el reporte epidemiológico nacional, en Argentina, la vigilancia genómica permitió identificar tempranamente la presencia de este sublinaje sin que se haya registrado mayor gravedad en los casos vinculados.

A continuación, cinco claves para entender la situación actual de la variante "Frankenstein" en Argentina:

1. ¿Qué es la variante "Frankenstein"?

La variante XFG resulta de la recombinación genética de las subvariantes LF.7 y LP.8.1.2 de Ómicron. Popularmente, se la llama Stratus o "Frankenstein" por su naturaleza híbrida. Según el BEN y la Organización Mundial de la Salud, la XFG fue detectada en Asia a comienzos de año y se incorporó recientemente a la lista de "variantes bajo monitoreo" a nivel global.

Ante la consulta de Infobae, Elena Obieta, jefa del servicio de enfermedades transmisibles y emergentes de la Municipalidad de San Isidro y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), puntualizó: "Quien tuvo la idea de llamar a esta variante Frankenstein es porque tomó la historia de la novela original, donde se agarraba la cabeza de un cuerpo y se le ponía el cuerpo de otro. Lo que sucede con los virus es que si se recombinan entre ellos, dan un linaje distinto".

"Esta nueva cepa ya está circulando en el país, como era de esperar, porque los virus viajan junto con las personas", indicó Obieta.

En Estados Unidos, datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) confirman que XFG pasó a ser la tercera variante de mayor circulación a finales de junio. Vale destacar que la OMS evaluó como bajo el riesgo adicional para la salud pública de XFG.

2. Cuáles son los síntomas y características clínicas de la variante Frankenstein

Los síntomas de XFG no difieren sustancialmente de los causados por otras subvariantes de Ómicron, aunque algunos pacientes reportaron dolor de garganta más intenso. "No parecería ser más grave o más letal. No parece diferenciarse demasiado en síntomas respecto a las variantes recientes", agregó Obieta.

El BEN y los expertos en infectología describen como síntomas frecuentes: fiebre, dolor de garganta, tos seca, fatiga, malestar general y, en algunos casos, ronquera o afonía.

Por su parte, en diálogo con Infobae, el infectólogo Ricardo Teijeiro explicó que esta variante "puede provocar disfonía e inflamación de la laringe más rápidamente", aunque sin mayor severidad.

3. Transmisibilidad y gravedad de los cuadros

"Esta nueva cepa derivada de la Ómicron que conocimos no parecería ser más transmisible, ni tener demasiadas diferencias en cuanto a la presentación clínica respecto de las últimas variantes y linajes de COVID que han circulado", describió Obieta.

En ese sentido, el BEN señala que la detección de XFG en Argentina no se correlacionó con hospitalizaciones fuera de los parámetros conocidos.

Teijeiro remarcó que "no es de riesgo, salvo para personas con patología persistente o adultos mayores". Los reportes globales coinciden en que las características clínicas y de transmisión no exigen medidas extraordinarias.

4. ¿Qué nivel de protección ofrecen las vacunas?

La OMS y los CDC afirman que las vacunas contra el COVID-19 actualmente aprobadas continúan siendo efectivas para proteger contra el sublinaje XFG del coronavirus tanto en casos sintomáticos como graves.

Los especialistas indican que la inmunidad—sea por infección previa o por vacunación—sigue brindando una defensa robusta ante nuevas variantes como XFG.

Obieta subrayó que "puede aparecer una nueva variante en dos meses o en seis meses otra, pero las vacunas que tenemos disponibles en la Argentina, que son gratuitas, permiten protegerse contra la variante Frankenstein o contra cualquier otra, al menos de momento. No vas a tener enfermedad grave o requerir asistencia respiratoria mecánica".

Según señaló a Infobae el infectólogo y profesor de la Universidad Nacional de Córdoba Hugo Pizzi, "quienes están vacunados pueden tener algún signo o síntoma leve, pero no va a derivar en cuadros graves". Teijeiro, por su parte, insistió en la importancia de mantener al día los refuerzos.

5. Quiénes y con qué frecuencia deben vacunarse contra el COVID

El Ministerio de Salud de la Nación recuerda que todas las personas a partir de los 6 meses de edad deben contar con esquema primario y al menos un refuerzo en los últimos seis meses.

La frecuencia de la vacunación recomendada varía según el nivel de riesgo:

Riesgo alto de COVID-19 grave: personas de 50 años o mayores, embarazadas y personas inmunocomprometidas a partir de los 6 meses de vida deben recibir una dosis de refuerzo a los seis meses desde la última aplicación y repetirla cada seis meses.

Riesgo intermedio o alta exposición laboral: menores de 50 años con comorbilidades no inmunosupresoras (como enfermedades crónicas u obesidad), personal de salud y personal estratégico deben aplicarse una dosis de refuerzo a los seis meses de la última dosis y luego continuar con periodicidad anual.

Riesgo bajo: personas de entre 6 meses y 49 años sin comorbilidades deben recibir una dosis de refuerzo a los 12 meses de la dosis previa y continuar con refuerzos anuales.

Estos refuerzos resultan necesarios para sostener la protección y prevenir formas graves de COVID-19. Las vacunas están disponibles en vacunatorios, centros de salud y hospitales públicos de todo el país, y se pueden aplicar junto con otras vacunas del Calendario Nacional.

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