Salud

La relación de los trastornos del sueño con las bacterias del intestino

Existe una comunicación entre las bacterias del intestino y el cerebro influye trastornos del sueño
Existe una comunicación entre las bacterias del intestino y el cerebro influye trastornos del sueño.
Los microorganismos del intestino, especialmente las bacterias, están relacionados con la calidad del sueño. Por eso, los probióticos y los prebióticos constituyen tratamientos prometedores frente al insomnio o la apnea del sueño.

Escuchá esta nota

EL DIARIO digital

minutos

La microbiota intestinal está relacionada con los trastornos del sueño porque los miles de millones de bacterias que residen en nuestro sistema digestivo influyen directa e indirectamente en los ciclos de sueño-vigilia. Y esto sucede porque los microorganismos del intestino se comunican bidireccionalmente con el sistema nervioso, configurando lo que se conoce como eje microbiota-intestino- cerebro.

Las vías de comunicación son múltiples, pero las principales son las conexiones neuronales directas mediante el nervio vago, la señalización del sistema inmunitario y la producción por parte de las bacterias de metabolitos bioactivos que pueden cruzar la barrera hematoencefálica, que es la estructura que protege la entrada al cerebro de sustancias potencialmente dañinas.

Por lo tanto, cuando la composición microbiana del intestino no es la adecuada, este eje de comunicación permanente con el cerebro influye en el desarrollo o agravamiento de enfermedades neurológicas y psiquiátricas, entre las que se encuentran los trastornos del sueño.

Insomnio, apnea del sueño y otros trastornos

Una revisión de estudios publicada en Brain Medicine repasa el conocimiento actual sobre el vínculo entre la composición de la microbiota intestinal y los trastornos del sueño más importantes. Asimismo, describe los posibles tratamientos que se perfilan.

Insomnio

En lo que se refiere al insomnio, el trastorno del sueño más frecuente, hay estudios con miles de participantes que revelan disminuciones significativas en géneros bacterianos beneficiosos, así como cambios en los perfiles de metabolitos. Por ejemplo, una investigación con más de 6.000 participantes halló diferencias importantes en la diversidad microbiana entre los pacientes con insomnio crónico y los individuos sanos. En concreto, el insomnio crónico se asociaba con niveles más bajos de especies específicas de bacterias del grupo Ruminococcaceae.

Apnea obstructiva del sueño

Los pacientes con apnea obstructiva del sueño (AOS) también presentan una menor diversidad bacteriana en su intestino y se han identificado ciertos tipos de bacterias que se correlacionan con marcadores de gravedad clínica, como el índice de apnea-hipopnea y los parámetros de saturación de oxígeno. Tanto los niños como los adultos con apnea muestran una menor abundancia de bacterias Ruminococcaceae, lo que sugiere que esta podría ser una característica relativamente estable de la enfermedad. Los modelos animales demuestran, además, que la hipoxia (falta de oxígeno) intermitente crónica, que es una característica fundamental de esta enfermedad, altera significativamente la composición de la microbiota intestinal e incrementa los marcadores inflamatorios sistémicos, lo que indica una mayor inflamación intestinal.

Trastornos del ritmo circadiano

Los trastornos del ritmo circadiano, cómo los que experimentan los trabajadores por turnos y las personas con jet lag crónico, tienen también su reflejo en los microbios del intestino. Estudios realizados en personas que trabajan en el turno de noche revelan una mayor abundancia de los grupos de bacterias Actinobacteria y Firmicutes, con especies específicas como Dorea longicatena y Dorea formicigenerans, que están vinculadas a una mayor permeabilidad intestinal y a indicadores inflamatorios. Además, se han desarrollado modelos animales que revelan oscilaciones rítmicas en tipos bacterianos específicos, como Bacteroidetes y Verrucomicrobia, lo que sugiere que la microbiota se adapta a los ritmos circadianos alterados y, potencialmente, los perpetúa.

Narcolepsia y el trastorno de conducta del sueño REM

Los pacientes con narcolepsia, así como quienes sufren trastorno de conducta del sueño REM, presentan diferencias significativas en la microbiota intestinal en comparación con los individuos sanos. Para empezar, la abundancia de algunas bacterias se correlaciona con la gravedad de los síntomas y las características de la arquitectura del sueño. Además, en la narcolepsia tipo 1, los afectados muestran una mayor abundancia de Klebsiella y una menor cantidad de géneros beneficiosos como Blautia, Barnesiella y Lactococcus. 

Dado que el trastorno de conducta del sueño REM suele preceder en años o décadas al desarrollo de enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson, estos biomarcadores microbianos podrían ofrecer oportunidades para la detección temprana. Investigaciones recientes han identificado la disminución de Butyricicoccus y Faecalibacterium como posibles marcadores de la evolución del trastorno de conducta del sueño REM hacia la enfermedad de Parkinson, lo que sugiere que los cambios en la microbiota intestinal se correlacionan con la progresión de la enfermedad.

Mejorar el sueño tratando la microbiota

A la vista de la fuerte relación entre los microorganismos del intestino y los trastornos del sueño, las intervenciones terapéuticas dirigidas a la microbiota se perfilan como opciones prometedoras frente al insomnio, la apnea del sueño y otras enfermedades. Estas terapias se basan, fundamentalmente, en los probióticos, los prebióticos, los simbióticos y el trasplante de microbiota fecal.

Probióticos

Los probióticos son bacterias vivas beneficiosas. Diversos estudios revelan que ciertas cepas bacterianas pueden ser eficaces para mejorar la calidad del sueño, reducir los niveles de cortisol y optimizar la arquitectura del sueño -organización y estructura de las diferentes etapas que ocurren durante el descanso nocturno- en pacientes con insomnio crónico. Por ejemplo, Lactobacillus plantarum PS128 mejoró la calidad del sueño en un estudio con pacientes con insomnio crónico. Asimismo, Bifidobacterium breve CCFM1025 redujo significativamente los niveles de cortisol (la hormona del estrés) y mejoró la calidad subjetiva del sueño en personas con insomnio.

Los probióticos también han demostrado beneficios en los trastornos del sueño en pacientes con enfermedad de Parkinson. Así, Bifidobacterium animalis subsp. lactis Probio-M8 ha mostrado en los estudios mejoras significativas en las puntuaciones de la escala de sueño de la enfermedad de Parkinson. Y en personas con trastornos por consumo de sustancias se aprecian resultados prometedores con la bacteria Lactobacillus acidophilus, que puede contribuir a mejorar la calidad del sueño. 

Prebióticos

Los prebióticos son ingredientes no digeribles que actúan como alimento para las bacterias beneficiosas que viven en nuestro intestino. Por lo tanto, potencian sus efectos positivos. Los estudios llevados a cabo demuestran que la suplementación con prebióticos puede modular el metabolismo de los ácidos biliares, reducir la inflamación y mejorar los parámetros del sueño tras una alteración del ritmo circadiano. La goma guar -una fibra natural- se ha mostrado útil en estudios realizados con personas mayores, mientras que la dextrina (un carbohidrato) resistente mejoró la calidad del sueño de mujeres con diabetes tipo 2 en un ensayo clínico. 

Simbióticos

Los simbióticos -combinaciones de probióticos y prebióticos- pueden ofrecer beneficios sinérgicos al proporcionar tanto microorganismos beneficiosos como sus alimentos preferidos. Ensayos clínicos recientes demuestran que las formulaciones simbióticas mejoran significativamente la calidad del sueño en pacientes con covid persistente y otras afecciones caracterizadas por trastornos del sueño. Un estudio que combinó especies de Bifidobacterium y Lactobacillus con inulina y oligosacáridos prebióticos, además de extractos postbióticos (sustancias beneficiosas producidas por microorganismos vivos) mostró mejoras significativas del descanso nocturno en pacientes con trastornos del sueño. 

Trasplante de microbiota fecal

El trasplante de microbiota fecal de donantes sanos ha demostrado una eficacia notable en pequeños estudios clínicos. Los pacientes con insomnio y otras enfermedades crónicas experimentaron mejoras significativas en la gravedad del insomnio y en la calidad del sueño tras este tratamiento, que produce un aumento en la abundancia relativa de Lactobacillus y Bifidobacterium. No obstante, se trata de una terapia que aún se encuentra en investigación y se requieren más estudios para esclarecer todo su potencial.

También te puede interesar...