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EL DIARIO digital
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El motivo central de su angustia era una deuda acumulada de 2 millones de pesos, una cifra imposible de afrontar con el haber mensual que percibía como soldado.
El joven misionero, integrante del Escuadrón Chacabuco, utilizaba su tiempo de guardia para procesar una realidad que ya le resultaba insostenible. Según testimonios de su entorno y la carta de despedida hallada en su puesto, Gómez estaba "atrapado" por compromisos con entidades bancarias y financieras que superaban ampliamente su capacidad de pago.
El impacto de la crisis en las fuerzas
El caso desnudó la precariedad salarial en sectores de la seguridad nacional. Fuentes del caso confirmaron que el joven había expresado repetidamente que "su sueldo no le alcanzaba", lo que lo llevó a un estado de desolación que culminó en la madrugada del martes, cuando se disparó con el fusil FAL de su guardia.
La jueza Sandra Arroyo Salgado analiza el contenido de la carta donde el soldado menciona específicamente sus deudas pendientes como el factor detonante de su decisión. Mientras la autopsia se realiza en la Morgue Judicial, el hecho genera una fuerte conmoción por representar la cara más trágica del endeudamiento y la insuficiencia de los ingresos básicos.