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EL DIARIO digital
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El secretario de Obras Públicas de la Nación, Luis Giovine, destacó hoy que "el primer objetivo del Gobierno en materia de obras públicas fue revisar el desorden administrativo y de deudas que tenían las 2.337 obras que analizamos".
En el marco de la 70° Convención Anual de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Giovine sostuvo que "así pudimos priorizar en qué obras tenía que estar el Estado y en cuales no, y llegamos a la conclusión de que en las obras municipales (cordones, vestuarios, plazas) no eran prioritarias, y que necesitábamos hacer una base firme para poder crecer".
Además, subrayó que "en segunda instancia convocamos a las provincias para hacer un plan de obras necesarias, y se llegó al acuerdo de transferir 500 a las administraciones provinciales, y dar de baja a 1.668, mientras que otras 183 iban a seguir ejecutadas por el gobierno Nacional, con 115 convenios y 68 contratos".
El secretario de Obras Púbicas manifestó que "se logró que 21 provincias firmaran acuerdos de transferencia para reiniciar 122 de las 183 obras proyectadas, que son el 70% del total".
"También negociamos 42 contratos de obras para acomodarlos por el desorden administrativo que tenían mientras que en 9 obras hubo que volver a negociar los contratos", agregó.
El funcionario dijo que "con ese mecanismo tenemos cuatro obras que van a ser terminadas, que son el Acueducto Vipo de Tucumán, de 127 mil millones de pesos, el Acueducto Albigata, en Catamarca, de 102 mil millones de pesos, el Acueducto Chaco, de 71 mil millones de pesos y la Planta Tratamiento Efluentes cloacales de Pinamar, donde se presentaron 8 empresas con montos licitados de 23 mil millones de pesos".
Giovine recordó que también las revisiones llegaron a la construcción de viviendas a través de la reformulación del Plan Procrear y el de Casa Propia, que eran ejecutados íntegramente con fondos del Gobierno Nacional más una cuota del adjudicatario de la vivienda.
"Encaramos otra forma en la cual el Gobierno Nacional no es el ente financiador sino que ese rol se ejecuta desde las provincias, con fondos propios y en base a las necesidades locales y a las posibilidades reales de financiamiento", señaló.
Dijo que esto "permite tener cerca de 10 mil viviendas en ejecución cuyos montos se irán abonando a medida que la ejecución avance, sin adelantos o rediscusiones de contratos que encarecen las obras y terminan haciéndolas inviables".
Prioridad
En la apertura de la 70° edición de la Convención Anual de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO), su presidente, Gustavo Weiss, envió un mensaje al gobierno de Javier Milei.
"La infraestructura debe ser una prioridad para el Estado", señaló el directivo.
Weiss convocó a empresarios, autoridades y representantes del sector a "mirar el futuro con determinación y a trabajar en conjunto para transformar a la infraestructura en el motor del desarrollo del país".
Bajo el lema "Nuevas oportunidades", Weiss destacó el rol clave de la construcción como dinamizadora de la economía y promotora de una Argentina más equitativa, conectada y competitiva.
"Cada obra que emprendemos es una pieza fundamental en el desarrollo nacional. Hoy más que nunca, debemos pensar en infraestructura con una visión de futuro", afirmó, al hablar ante un millar de participantes en el encuentro realizado en La Rural.
Durante su intervención, el presidente de CAMARCO subrayó que la infraestructura "no es un concepto abstracto, sino el cimiento esencial de una sociedad moderna y justa".
"Sin conectividad no hay productividad. Sin inversión sostenida, no hay crecimiento", expresó, al tiempo que remarcó el impacto directo de la obra pública en la vida cotidiana de las personas, desde el acceso al agua potable y la salud, hasta el transporte, la educación y la vivienda.
Weiss también se refirió a los desafíos estructurales que enfrenta el país: la baja inversión en infraestructura, los cuellos de botella logísticos, la falta de conectividad digital y los déficits en energía. A modo de ejemplo, señaló que más del 90% de la carga en Argentina se transporta por camión, lo que encarece la producción y limita la competitividad.
No obstante, el mensaje fue claro: hay oportunidades concretas para revertir este escenario. "Podemos convertir la inversión en infraestructura en un motor de desarrollo, si logramos coordinar esfuerzos públicos y privados y diseñamos una visión estratégica a largo plazo", señaló.
Weiss hizo un llamado a todos los actores del ecosistema: "Necesitamos políticas claras, previsibles y eficientes que incentiven la inversión y promuevan modelos innovadores de gestión. Desde CAMARCO, reafirmamos nuestro compromiso con el país. Tenemos el conocimiento, la capacidad y las ideas para liderar esta transformación".
Finalmente, el presidente de la Cámara concluyó con una invitación: "Esta Convención es más que un espacio de diálogo. Es el punto de partida para nuevos proyectos, para decisiones que marquen un camino de crecimiento sostenible. Porque si queremos una Argentina con futuro, debemos construirla".