Opinion

Un triunfo de la insistencia y una caja de resonancia

Santa Rosa tiene su ordenanza de Alcohol Cero, y por unanimidad, merced a la perseverancia de Estrellas Amarillas, ante un Concejo Deliberante convertido en escenario donde impactan una serie de demandas de la población y de debates que sacuden a la comunidad, desde la inclusión hasta el negacionismo, pasando por los explanes y las Políticas de Género.

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EL DIARIO digital

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Una de cal...

El Concejo Deliberante de Santa Rosa tomó durante la semana que se fue la unánime decisión de adherir a la normativa que prevé el Alcohol Cero en el tránsito, y que implica que en la capital provincial está prohibido conducir si se tomó alguna bebida alcoholica, por mínima que sea esa ingesta, y modificando el índice actual, que permitía manejar aún con un 0,5 g/l de alcohol en sangre.

La sanción de manera unánime es una relativa novedad en el municipio capital, donde la oposición ha exacerbado su confrontación con el oficialismo al punto de pararse en la vereda de enfrente de varias de las iniciativas propiciadas por el frente que gobierna la comuna.

Es el fruto, sobre todo, de que la perseverante insistencia de la Fundación Estrellas Amarillas impuso en agenda la problemática y terminó por convencer a quienes tienen decisión política de la necesidad de dar ese paso, por más que en el caso local haya ciertas dudas de otros sectores sociales y aunque ni siquiera la dirigencia haya puesto el tema tan a fondo en su análisis.

La nueva normativa implicará cambios y sobre todo la necesidad de insistir en la concientización de la población, puesto que una porción quizá no tan menor sigue mirando esta medida de reojo, porque vulnera lo que hasta ahora ha sido cultura y sentido común.

El trabajo de las familias de las víctimas de siniestros viales ha sido en ese sentido ejemplar y admirable: no han dejado ningún camino sin recorrer, ni rincón de la comunidad sin acercarse.

Antes de que Santa Rosa diera este aval, que desde ya es el más resonante de los logrados hasta ahora, otros municipios pampeanos se inscribieron en el mismo sentido y desde ya fuera necesaria la sanción de una ley provincial, que puso a La Pampa entre las provincias que ya tienen esa legislación en marcha.

Durante la misma semana, sin embargo, en el Congreso Nacional apareció una impensada traba, puesto que cuando se esperaba que la ley encontrara el visto bueno de la Cámara de Diputados y Diputadas hubo una sorpresiva postergación de la reunión en la que iba a tratarse el tema.

Obviamente ese retardo generó el descontento de quienes vienen motorizando la sanción de la ley, y quienes además habían encontrado cierto grado de compromiso formal para que quedara aprobada de una buena vez.

En principio no hay que encontrar fantasmas extraños, porque la suspensión obedecería a una cuestión de agenda fácilmente solucionable en los próximos días, pero también es verdad que en el Congreso Nacional se les hizo importante lugar a los razonamientos empresariales: fue notable, y a plena luz del día, el lobby de las firmas dedicadas al negocio de la venta de alcohol para trabar la ley.

Otro punto que queda como pendiente de resolución en nuestro territorio es qué implicará en concreto la aplicación de esa normativa: sabido es que este tipo de legislativos poca incidencia tienen si no hay presupuesto concreto para concientización y controles, por lo que en ese sentido todavía queda un largo camino por recorrer antes de analizar por completo qué significa ser un municipio con "Alcohol Cero".

…y una de arena…

Así como el Concejo Deliberante se convirtió en caja de resonancia de ese avance respecto de las modificaciones de normativas en el tránsito, al cuerpo legislativo local también le toca ser escenario de otros debates políticos profundos y de otros planteos comunitarios y de la población.

Por ejemplo, se escuchó en la Banca de los vecinas y las vecinas la demanda de que la ciudad se convierta en más accesible e inclusiva, puesto que si está difícil en su circulación para cualquier habitante de la capital, está directamente repleta de obstáculos para las personas con alguna discapacidad: esa situación no es novedosa y ni siquiera es achacable en exclusiva a la gestión actual, pero sí es necesario que las autoridades pongan en su radar esa problemática que pocas veces es visibilizada.

Durante largo tiempo el asunto quedó metido bajo la alfombra y ni siquiera fue motivo de interés público, aunque en los últimos tiempos se logró al menos colocar la cuestión en la agenda, sobre todo con la judicialización de la situación del transporte urbano y también a partir del funcionamiento relativamente sistemático del consejo del área.

Mucho menos funciona otro consejo municipal, el de Políticas de Género, cuya reactivación fue solicitada por la oposición a partir de un nuevo conflicto generado en la dirección del sector, donde trabajadoras y trabajadores volvieron a plantear la necesidad de que las autoridades tengan en cuenta sus reclamos y sugerencias, puesto que han sido nulos los avances desde que comenzó una negociación formal, y en cambio hay concretos incumplimientos, incluso certificados por el área de Trabajo que intervino ante el choque entre las partes.

El área de Género, por diversas razones históricas y políticas, se volvió asunto medular de las gestiones locales, y en rigor quienes ejercen los cargos públicos no han sabido del todo estar a la altura de las circunstancias, o equiparar sus dichos en los hechos.

También por la cercanía de una disputa electoral la comuna se vuelve espacio de demandas sectoriales casi en ola: explanes de empleo de la comuna, que ejercieron largos años en condiciones de total precariedad, vienen sosteniendo el pedido de que se les reconozca la antigüedad, y ante esa exigencia no han tenido hasta ahora respuestas positivas en la gestión actual.

El oficialismo en el Concejo más bien ha mirado para otro lado, ante la certeza de que admitir la existencia de ese derecho implicaría un impacto presupuestario, asunto que el Ejecutivo ha transparentado en las últimas horas al evaluar como imposible acceder a la petición en este momento, aunque abriendo una puerta a que se concrete el año que viene.

Como frente a otros temas, la administración actual no es absoluta responsable, puesto que es una problemática que ha surcado varias Intendencias, pero si busca marcar diferencias con las defectuosas gestiones anteriores, la gestión tiene a mano un tema en el que meterse y resolver a favor de sectores trabajadores.

Finalmente, también impactó en el Concejo -a raíz de un episodio puntual- una problemática que es mucho más profunda y preocupante: una remera negacionista de la dictadura, promoviendo discursos de odio, apareció en un local bailable y puso sobre el tapete el nivel de fascismo que hay no ya en ciertas representaciones dirigenciales sino extendido en bolsones quizá no tan minoritarios de la población, una circunstancia que obliga a la reflexión y a insistir en que la democracia, siempre en paz, también tiene que poner límites.

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