Resistencia desde el federalismo y más agite municipal
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EL DIARIO digital
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Una de cal…
Las universidades del país interpretaron en conjunto, y con absoluta justicia, que el gobierno nacional reconoció que les metió la mano en el bolsillo cuando apostó al desfinanciamiento del sistema como parte de la ofensiva ajustadora y del descomedido ataque contra la educación pública en general.
El documento del Consejo Interuniversitario Nacional describe con precisión la conducta de un oficialismo que vende ideología libertaria y anti-casta, pero que se acomoda al pragmatismo más feroz cuando le conviene establecer negociados con algunos sectores especializados en el toma y daca.
La comunidad universitaria ya dio muestras de su poderío, demostró que tiene razón en sus reclamos y que además cuenta con aval popular, por lo que el nuevo planteo es un paso más en la lucha para que sean tenidos en cuenta los derechos más básicos de aquello que en este país todavía funciona bien.
La masiva movilización que expuso al oficialismo a las quejas de una clase media a la que contaba como propia, alteró la interpretación de la realidad del gobierno nacional, pero aún así es más fuerte su manía de recortar fondos para dibujar realidades ficticias de superávit fiscal.
En ese nuevo contexto, el pampeano Oscar Alpa, como vicepresidente de esa organización de rectores y como cabeza visible de la Universidad Nacional de La Pampa sostuvo sin medias tintas la denuncia de que el gobierno de La Libertad Avanza discrimina a la enorme mayoría de las universidades.
El régimen de Javier Milei decidió privilegiar a la Universidad de Buenos Aires con la repartija de fondos, reconociéndole con dinero contante y sonante la necesidad de afrontar sus gastos de funcionamiento, pero dejando afuera del reparto de esa torta al resto de las universidades del país.
El mensaje ratifica cuál es el verdadero federalismo del gobierno nacional: Milei prefiere recorrer en tono cholulo algunos países en los que se siente bien con personalidades a las que admira o con las que pretende entablar relaciones de conveniencia, pero no es capaz de pisar alguna provincia como para conocer una realidad que escape de sus referencias bibliográficas y su pertenencia al mundo porteñocéntrico.
Milei y su gobierno tienen como uno de sus objetivos la destrucción de la Universidad y de la educación pública, bajo la mesiánica tesis de que son herramientas del adoctrinamiento y que, lejos de ser una solución, configuran un problema para la sociedad.
Deriva esa mirada de la tendencia igualadora que tiene la educación pública, que además es un ámbito donde germina y se potencia la soberanía y donde la construcción de ciencia y conocimiento debilitan el oscurantismo y la ignorancia, territorios donde estos personajes pueden hacer mejor de las suyas.
…y una de arena…
La oposición política provincial que sobre esas situaciones tiene poco y nada que decir, porque es opo-friendly a nivel nacional, sí pone todas sus energías para boicotear uno de los proyectos que justamente en búsqueda de igualdad el gobierno provincial considera imprescindible en este marco.
Radicales, macristas y tiernistas, que en voz baja y a sus espaldas suelen despreciarse, en esta instancia son parte de un mismo rejunte que tiene por objetivo poner palos en la rueda a una iniciativa que persigue la posibilidad de colectar más fondos para auxiliar la emergencia alimentaria, buscándolos en los bolsillos de los sectores más beneficiados económicamente.
El rejunte por el "cambio" limita su interpretación de los hechos a que se trata de la creación de un "nuevo impuesto", sin atender a que es un aporte por única vez, que se sostendría durante apenas medio año y que en ningún caso afecta a sectores productivos y del trabajo, sino más bien todo lo contrario.
Aunque ya se ha repetido hasta el hartazgo, bien vale otra reiteración: el "impuesto" que quiere crear el gobierno pampeano afecta al sector financiero que sale extremadamente bien parado con los gobiernos de cualquier signo político; a quienes tienen cinco inmuebles urbanos y vehículos nuevos de alta gama; a funcionarios y funcionarias de distintos poderes con altos ingresos mensuales y posiblemente al negocio de los juegos de azar.
La normativa establece explícitamente que no se afectarán bienes que están destinados a la producción, y las destinatarias del "aporte solidario" son alrededor de 4.000 personas, una minoría de la población pampeana, que es la más beneficiada económicamente.
No conforme con el pataleo mediático contra la iniciativa, o con la lógica posibilidad de votarla en contra, la oposición ya dio muestras de que es capaz de no dar quórum y concretó en la semana que se fue un salto de calidad en esa estrategia: ni siquiera dio quórum en comisión, negándose directamente a escuchar información sobre el asunto y gambeteando la posibilidad de discutir el tema, aún en disidencia.
No dar quórum en alguna sesión se interpreta a esta altura como un arma legítima de la democracia, aunque si ese mecanismo se vuelve sistemático ya hace ruido, pero además la decisión de ningunear directamente el trabajo en comisión sí que se aproxima, y mucho, a la clásica acusación de que diputados y diputadas no quieren trabajar.
Todo, además, bajo la falaz interpretación de que la elección provincial del año pasado fue un "empate" en el que la población otorgó facultades similares al peronismo y al resto de los partidos amuchados, cuando en realidad el voto popular determinó con claridad la predilección por la continuidad del PJ. La frutilla de ese postre es que los mismos espacios políticos que fronteras adentro son opositores de hierro, en el Congreso Nacional se autoperciben gatitos mimosos del poder que tienen que darle a Milei "las herramientas" que necesita para el saqueo.
