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EL DIARIO digital
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El hecho, que se mantuvo bajo hermetismo hasta mediados de esta semana, pone bajo la lupa los protocolos de vigilancia de pacientes con riesgo de vida.
La joven, que según fuentes judiciales ya contaba con antecedentes por episodios de autolesión tanto dentro como fuera del nosocomio, falleció por asfixia. Si bien el personal sanitario logró hallarla con vida y realizar maniobras de reanimación para trasladarla a terapia intensiva, el cuadro resultó irreversible y su deceso se confirmó poco después.
¿Falló la custodia?
El nudo de la investigación fiscal se centra en el nivel de vigilancia que recibía la mujer. Una de las mayores dudas que intentan despejar las autoridades competentes es si la paciente tenía asignada una custodia policial personalizada, una medida habitual en casos de internación hospitalaria por crisis agudas. De confirmarse la falta de esta vigilancia o su mal desempeño, la responsabilidad administrativa sobre el Complejo Hospitalario podría agravarse.
La postura oficial
Ante la trascendencia del caso, la Dirección del Complejo Hospitalario Favaloro-Molas emitió un comunicado oficial donde defendió el accionar de su personal. Según la institución, los profesionales trabajaron "en estricto cumplimiento de las normativas vigentes" y utilizaron todos los recursos disponibles para intentar salvar la vida de la paciente.
No obstante, la dirección confirmó la apertura de un sumario administrativo con el objetivo de deslindar responsabilidades internas. Mientras tanto, el Ministerio Público Fiscal avanza con la toma de testimonios y el análisis de los registros médicos para esclarecer si existió un bache en el control que permitió el trágico desenlace.
Desde Salud recordaron también la vigencia de los protocolos de comunicación responsable de la Defensoría del Público, solicitando evitar el sensacionalismo en el tratamiento de temas vinculados a la salud mental para resguardar la intimidad de la familia de la víctima.