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EL DIARIO digital
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Un grupo de cerca de veinte turistas pampeanos, entre ellos el piquense José Luis "Pilu" Lamberto, se encuentran varados en Jamaica debido al paso del huracán Melissa, que alcanzó la categoría 5 y mantiene en alerta máxima a todo el Caribe. El grupo, conformado por vecinos de General Pico y Santa Rosa, tuvo que extender forzosamente su estadía una semana más tras la suspensión de todos los vuelos.
Desde el Hotel Grand Palladium, ubicado en el noroeste de la isla, Lamberto dialogó con el portal En Boca de Todos y describió la tensa calma que se vive en el complejo.
Contó que el hotel activó un protocolo de emergencia que incluyó la evacuación de los primeros pisos y la concentración de todos los huéspedes en áreas consideradas más seguras.
"Nos tienen restringidos, evacuaron los primeros pisos y concentraron a todos los huéspedes en los sectores más seguros. Aún no llegó lo más fuerte, pero se espera para el mediodía de este martes. Estamos tranquilos, adentro, esperando que pase", relató Lamberto, quien confesó haber asegurado las ventanas: "Yo hasta puse un sillón trabando el vidrio, por las dudas", comentó con humor nervioso.

José Luis Lamberto es uno de los piquenses varados en Jamaica.
El personal del hotel mantiene a los turistas informados a través de correos y notas en las habitaciones con recomendaciones, como la de no acercarse a las ventanas, mientras el huracán provoca ráfagas de más de 200 kilómetros por hora.
El regreso
El grupo debía haber regresado a Argentina el pasado domingo, pero la emergencia climática truncó los planes. Los vuelos han sido reprogramados para el próximo sábado, aunque existe incertidumbre sobre si se concretarán.
"No tenemos miedo, pero sí respeto. Lo único que quiero es que esto pare y poder volver a Argentina", confesó el piquense.
Lamberto agradeció la gestión del hotel, que les dejó provisiones de comida en las habitaciones, bromeando que en un hotel all inclusive "uno come tanto que puede tirar tranquilo" sin problemas por unos días. El grupo se mantiene en contacto con sus familias, optando por la calma y el buen humor en medio de la tormenta.