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EL DIARIO digital
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"Nunca el doctor Bensusán me pidió que no lo invite a Verna", afirmó, confrontando directamente el relato que Verna utilizó para justificar su ausencia en la campaña.
Martín, ante una consulta de El Diario, asumió un "error" de logística por no tener el teléfono de Verna, pero rechazó la versión de un veto político, buscando mitigar el impacto de la crisis interna desatada en plena jornada electoral.
De "veto político" a "error logístico"
La explicación de Martín convierte un supuesto acto de indisciplina y purga interna en un simple fallo administrativo, aunque con un alto costo político. El dirigente reconoció su error, pero lo atribuyó a la falta de comunicación, no a una orden jerárquica.
"Sí es un error mío haber invitado a la suplente a las reuniones del Consejo, yo no tenía su teléfono. Seguramente no fui claro en este tema cuando él (por Verna) me llamó hace unos meses", explicó Martín.
Esta réplica busca desactivar el explosivo dardo que Verna lanzó contra la conducción partidaria, que acusaba al senador Bensusán de ser el responsable de la exclusión.
La crisis de credibilidad del PJ
El descargo de Martín se suma a la turbulenta noche electoral, donde la sede partidaria se convirtió en un campo de batalla entre los seguidores de Ziliotto y Di Nápoli. Las declaraciones de Verna, y ahora la defensa del secretario administrativo, exponen públicamente un PJ fracturado donde las cuentas personales se dirimen a través de los medios.
Mientras el peronismo celebra haber recuperado las dos bancas en el Congreso, con un triunfo ajustado, la dirigencia debe ahora lidiar con la crisis de credibilidad generada por estos contrapuntos, donde el "fuego amigo" se convirtió en la principal amenaza a su unidad.