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EL DIARIO digital
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El ataque se produjo el mediodía del martes, cerca de las 12.30 horas. Fue en la esquina de Buenos Aires y Joaquín Ferro.
La víctima fue Carlos Daniel García, un conocido tapicero que tiene su local en la calle Buenos Aires. Está en actividad pero ahora no puede trabajar por las lesiones, en una fecha con muchos trabajos encargados.
Por el ataque le provocó tres cortes grandes, que requirieron siete puntos de sutura. Al lugar del ataque concurrió una ambulancia, por la pérdida de sangre que tenía la víctima. A pesar que fue atedido lo tuvieron que trasladar al Hospital Favaloro para la cura.
"Lo ataco un perro y nadie se hace cargo. Tuvimos que estar cinco horas y le dieron siete puntos", dijo Nicolás García, el hijo de la víctima, en diálogo con El Diario.
El perro que realizó el ataque es una cruza de dogo con gran danés, de gran tamaño.
"Tienen que tomar conciencia y hagan algo con los perros de la calle", reclamó. Según pudo saber por los comentarios de los vecinos, ya le habían advertido a dueño por la peligrosidad del perro y el carácter ya que había atacado a varios chicos.
El tapicero Carlos Daniel García anticipó que va a realizar la denuncia policial.
Este es el segundo ataque de un perro con lesiones para la víctima que, en pocos días, trasciende públicamente.
Otro ataque brutal
Rodrigo Jofre, cadete de la ciudad de Santa Rosa, fue atacado por un perro mientras hacia una entrega. Sufrió graves lesiones (le desfgarró músculo) en uno de sus antebrazos, que lo dejó imposibilitado de trabajar. Este ataque ocurrió en la zona de Colonia Escalante.

Por la herida, Jofre fue intervenido quirúrgicamente y permanece en recuperación. No puede trabajar, está sin ingresos y tiene cinco hijos a cargo. El cadete pidió colaboración a través de las redes sociales.
"El perro me mordió a la altura del cuello y yo atajé el mordisco con la mano derecha. Ahí me agarró la piel, fue un momento horrible", explicó Jofre. El animal estaba con su dueña, pero suelto. Cuando lo vio a él, lo atacó y la dueña no pudo frenarlo. "Yo no le hice nada como para que el perro reaccionara, vino directo a atacarme", aseguró. Mientras se defendía con la moto y tiraba patadas para defenderse, la dueña le decía que no le pegara porque el perro se enojaba más.
