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EL DIARIO digital
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Tal como adelantó El Diario, el anuncio se realizó este martes por la tarde en una conferencia de prensa en General Pico, un movimiento que añade una nueva pieza a la intrincada rosca radical.
Ferraris, un hombre con décadas de experiencia en el Congreso de la Nación al servicio de distintos legisladores, se lanza al ruedo en un momento de máxima ebullición para la UCR. Su aparición se produce en el mismo contexto en que el partido evalúa otros nombres, como el de Manuel Gallego de Uriburu, para ocupar el vacío dejado por las deserciones de las últimas semanas.
"Personalmente lo hago por una cuestión de principios. No me voy a sentir mal si llego y solo obtengo el 2%, al contrario dormiré tranquilo porque no remato a la UCR, ni la doblo ante el PRO o la LLA", dice un mensaje personal que Ferraris le hizo llegar a varios allegados.
En la rueda de prensa, Ferraris repitió prácticamente lo mismo y resaltó que no intervino en "la alianza con el PRO, porque sabía que iba a terminar con un cuchillo por la espalda".
"No quieren ser candidatos porque el partido está vacío", acusó a sus correligionarios. "Voy a ser candidato, pero sin alianza con nadie... yo no le puedo imponer nada al partido", dijo en otro tramo de sus declaraciones.
Callejón sin salida
La delicada situación del radicalismo se agudizó tras las recientes renuncias de sus principales figuras. La primera baja fue la de Martín Berhongaray, quien se reservó para la gobernación de 2027. Luego, Marcela Coli se bajó de su reelección denunciando "condicionamientos" que, según fuentes cercanas al partido, estarían vinculados a su postura crítica hacia el gobierno nacional y su falta de críticas a la gestión provincial.
Este escenario de bajas y divisiones dejó al radicalismo en un callejón sin salida, huérfano de figuras de peso y con una profunda crisis de liderazgo interno. La reunión del lunes por la noche, que contó con la presencia de dirigentes clave como Francisco Torroba, "Poli" Altolaguirre, Marcela Coli y Daniel Kroneberger, evidenció la fractura. El encuentro finalizó sin un nombre definido y con un "cuarto intermedio" hasta hoy, una muestra de la complejidad para alcanzar un consenso.
Con el 7 de agosto como fecha límite para la presentación de alianzas, el radicalismo se enfrenta a un desafío contrarreloj. La irrupción de Ferraris en la contienda se suma a las candidaturas de Manuel Gallego, Alexis Iturrioz y Ramiro Passo, en una lista de nombres que busca desesperadamente un liderazgo para evitar un desastre electoral y la posible pérdida de una banca nacional.
En el medio de toda esa rosca electoral, la UCR ya tomó una decisión: irá a las elecciones legislativas de octubre en una alianza con el Partido del Frente que preside Claudia Giorgis, en una especie de reedición de lo que fue el Frepam.