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EL DIARIO digital
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El peronismo jugó al anticipo, para marcar alguna diferencia con sus contrincantes políticos de octubre, y ya presentó en sociedad y sin dudas su frente electoral para afrontar las elecciones legislativas.
El PJ y sus socios dieron ese paso formal el lunes, como relativa demostración de fuerza y unidad, dos términos fundamentales y que escasean.
Más inestable asoma el panorama en el sector opositor, que sigue sin atar del todo sus coaliciones formales, en un contexto de mucha negociación y mucha palabra, pero poco hecho concreto.
El PJ tiene su piso
El PJ y sus aliados -el Humanismo, el Frente Renovador, el Partido Encuentro por la Democracia y la Equidad y Pueblo Nuevo- al menos pudieron hacer gala de la oficialización de esa trama, además con un discurso político claro en su enfrentamiento con el gobierno nacional y en su definición de que sale a la cancha para "defender La Pampa".
Aunque desde ya el oficialismo provincial afronta serios problemas de construcción, en la búsqueda de la unidad y frente a una competencia electoral que aparenta complicada, ya tiene ese rumbo definido y la decisión de conformar una mesa que aceite candidaturas, bajo la presidencia del gobernador Sergio Ziliotto.
Le queda mucho por remontar, pero el peronismo tiene su piso.
Más dudas que certezas
En cambio, en la vereda opositora hay todavía más dudas que certezas, aunque el plazo para la presentación de alianzas se viene encima: es el próximo 7 de agosto. En los distintos partidos hay grietas internas, además de miradas de reojo respecto de lo que hacen las otras fuerzas del campo no peronista.
La Libertad Avanza tiene una semana de relativo alivio después de que la Justicia Federal garantizara que el sector libertario podrá participar de las elecciones porque tiene sus papeles en regla. El presidente Adrián Ravier, que ya se prueba el traje de candidato, ahora afronta cuestiones más políticas y proselitistas que administrativas y jurídicas.
Sus movimientos no han sido del todo sutiles desde que está en un lugar de tanta visibilidad: el destrato a las otras fuerzas opositoras, a las que chicaneó por su "falta de identidad", aleja la posibilidad de acuerdos convencidos con la UCR y el PRO, donde además reinan serias disidencias sobre cuáles deberían ser los pasos a seguir.
Amarillos y boinablancas
El partido amarillo quedó enfrascado en una disputa por la convocada elección interna que quedó en la nada porque se dio de baja la lista apadrinada por el diputado nacional Martín Maquieyra, quien dio la cara para patalear contra la conducción local que impide la participación "desde los escritorios".
Mientras el diputado anuncia su alineamiento en el Congreso con el gobierno nacional de Javier Milei, la conducción amarilla local aceita la alianza con el radicalismo, para reivindicar a Juntos por el Cambio pese a las debilidades que están muy a la luz del día. El PRO también tiene sus dudas cuando mira para el lado del campamento boinablanca y detecta tantos dimes y diretes.
Por un lado, la UCR también se enfrascó en una interna fallida, donde las listas de Ramiro Passo y Félix Iturrioz fueron bajadas por la Junta Electoral, en un trámite que a su vez generó disputas, denuncias cruzadas, suspicacias y hasta una desafiliación.
Pero además, el trascendido de que Martín Berhongaray la saca el cuerpo a la elección también estimula nuevas dudas: con esa figura traccionando, una alianza estaba cantada bajo la batuta de la UCR, pero sin la garantía de esa figurita difícil al frente de la boleta, es probable que cualquiera se anime. El PRO todavía sostiene puertas adentro la postulación del abogado José Mario Aguerrido, de algún modo apadrinado por Carlos Javier "El Colo" Mac Allister.
Picante, rosca y transa
Los requisitos de la negociación que Karina Milei mandó a poner sobre la mesa en las conversaciones con la UCR y el PRO ahuyentan a esas dos fuerzas, pero eso no impide que haya dirigentes que siguen promoviendo el acercamiento, bajo la convicción de que el rejunte que sueñan para terminar con el invicto peronista en 2027 puede tener un aperitivo en octubre.
Se vienen tres semanas y media de mucho picante, rosca y transa: el 7 de agosto vence el plazo para la presentación formal de coaliciones, el 17 de agosto es la fecha para inscribir las candidaturas, en una elección que además traerá consigo la novedad de que debutará el sistema de boleta única en papel.