La Pampa

El Atuel volvió a correr en Algarrobo del Águila y reavivó el reclamo por justicia hídrica

La imagen del agua corriendo por el cauce seco del río Atuel en Algarrobo del Águila generó sorpresa, emoción y también una reafirmación del histórico reclamo pampeano.

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EL DIARIO digital

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La Municipalidad de la localidad oesteña, encabezada por el intendente Oscar Gatica, difundió este fin de semana una serie de fotografías y un sentido mensaje en sus redes sociales, celebrando la momentánea presencia del río que nace en Mendoza y que desde hace décadas es retenido por esa provincia.

"Hay momentos en los que el agua vuelve a cantar", comenzó el posteo oficial, que rápidamente se compartió en distintos ámbitos provinciales. Y continuó: "El Río Atuel, ese hilo de vida que atraviesa nuestra tierra, hoy corre. Lo vemos brillar, lo sentimos respirar. Y aunque no sabemos por cuánto tiempo más seguirá su curso, celebramos cada instante en que vuelve a ser río".

La publicación, lejos de una postal natural, fue un acto de identidad, resistencia y justicia: "Porque no se trata solo de agua: se trata de identidad, de justicia, de derecho. Se trata de una tierra que espera, de una comunidad que resiste, de generaciones que no se resignan. Seguimos soñando con un Atuel libre y permanente. Un río que no dependa del capricho de nadie. Un río que riegue futuro. El Río Atuel también es pampeano".

El contraste con Mendoza

El contexto vuelve a poner en evidencia el conflicto interprovincial. En febrero pasado, el diario mendocino MDZ Online publicó que Mendoza atravesaba "una recuperación hídrica histórica", con embalses llenos y caudales cercanos a los promedios históricos.

Según el Boletín Hidronivometeorológico del Departamento General de Irrigación, el Dique Potrerillos alcanzó el 99% de su capacidad, mientras que ríos como el Mendoza y el Tunuyán también se encontraban en niveles normales para la época.

Sin embargo, esa abundancia de agua no se traduce en una solución compartida. Mendoza continúa incumpliendo el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que desde 2017 ordenó garantizar un caudal mínimo permanente de 3,2 metros cúbicos por segundo hacia La Pampa, para permitir el restablecimiento ambiental del ecosistema dañado.

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