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Los datos del INDEC para medir la inflación, lejos de la realidad

Un informe del Observatorio Universitario de Economía de la UNLPam advierte sobre el desfasaje en las estadísticas. Un ejemplo: la inflación interanual a diciembre de 2024 no sería del 117,8%, sino del 136,6%.

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EL DIARIO digital

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Un informe del Observatorio Universitario de Economía que funciona en la Facultad de Ciencias Económicas y Jurídicas de la Universidad Nacional de La Pampa, alertó que los datos oficiales del INDEC al momento de estimar la inflación no reflejan con precisión el verdadero costo de vida en Argentina.

El informe advierte que la forma en la que se calcula la canasta básica total y la inflación "necesita ser actualizada con urgencia para reflejar el brutal cambio de precios relativos" en la economía argentina durante el último año.

El análisis profesional indica que según los datos oficiales publicados por INDEC, en diciembre de 2024, una familia tipo de cuatro personas necesitó $1.024.435 para no caer bajo la línea de pobreza (sin contar alquiler). De ese total, se estima que INDEC considera en la metodología actual de cálculo de canastas que $67.817 son suficientes para cubrir gastos asociados a la vivienda como electricidad, gas, agua y otros servicios asociados; sin reflejar el gasto real de los hogares en la coyuntura macroeconómica actual. El problema es que la metodología actual está basada en precios y hábitos de consumo del año 2004, que no se condicen con el patrón de consumo de los hogares en la economía actual, dice el Informe.

En cambio, al tomar los patrones de consumo medidos por el propio INDEC en 2018 (ENGho 2017/18) y los relevamientos de precios realizados por el mismo organismo durante el año 2024 (IPC EPH), los datos obtenidos son significativamente diferentes.

Ante esto, una familia de cuatro integrantes necesitó, en diciembre de 2024, $1.545.590 para no caer bajo la línea de pobreza, siendo una canasta un 50,8% mayor a la estimada por la metodología vigente. De ese total, este hogar necesitaría $158.732 para cubrir el costo de los servicios asociados a la vivienda -excluido el alquiler-, lo que representaría un 134,0% más respecto a la estimación metodológica actual. La metodología actual utiliza los ponderadores de la ENGho 2004/05 que no representa la canasta de gastos y consumo actuales de los hogares, producto del cambio en las pautas de consumo y del aumento más que proporcional del precio de los servicios que se produjeron en 2017/18 y se profundizaron en 2024.

Estos datos surgen de analizar los ponderadores vigentes de la metodología actual de canastas para el segundo quintil de ingresos de la economía, suponiendo que el alquiler pondera de igual manera que a nivel nacional.

Se apunta que bienes de la canasta alimentaria han perdido relevancia (-24,2%), en contraposición a un aumento del gasto en servicios asociados a la vivienda (+33,3%), como energía eléctrica, gas natural, agua, entre otros, además de transporte y comunicaciones que pasaron de representar el 13% en conjunto, al 13,3% y 5,6% respectivamente.

El informe destaca que esta estimación también podría haber quedado desfasada a la actualidad como consecuencia de los cambios en los patrones de consumo de los hogares provocados por un aumento de la presión que ejercen los gastos fijos de los hogares en su matriz de consumos.

Impacto en salarios y economía

Además, desde el informe indicaron que si se usaran datos actualizados sobre el consumo de los hogares (Encuesta ENGho 2017/18), la inflación interanual a diciembre 2024 sería del 136,6%, no del 117,8% resultante de la metodología actual. La subestimación de los gastos del hogar lleva a una inflación oficial más baja de la real. Esto afecta la medición del poder adquisitivo, los ingresos reales. Mientras el dato oficial indica una caída del 2,2% en salarios reales, la metodología ajustada muestra una pérdida del 9,8% para diciembre de 2024 (base noviembre 2023=100).

Se advierte que además de afectar la medición de la pobreza y los ingresos reales, esta subestimación de la inflación distorsiona indicadores como el tipo de cambio real, que impacta en el encarecimiento de Argentina en dólares. Con la metodología oficial la inflación en dólares en 2024 fue 72,6%, mientras que con la estimación ajustada trepó a 87,4%, lo que refleja una inflación en dólares 14,8 p.p mayor.

Esta diferencia , señala el Observatorio, implica una pérdida de competitividad para los productos argentinos y un abaratamiento de los productos importados, afectando la capacidad de competir de la industria nacional, el empleo y la producción. El informe concluye que la vigencia de ponderadores obsoletos en el IPC actual no permite comprender ni responder adecuadamente a la realidad económica, subrayando la urgencia de actualizar la metodología vigente para políticas públicas más cercanas a la realidad macroeconómica actual.

Revisión metodológica

El informe analiza la actual metodología del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del INDEC, basada en los ponderadores de la Encuesta Nacional de Gasto de los Hogares (ENGho) 2004/05, señalando su desactualización frente al contexto de cambio de precios relativos reciente en Argentina.

Esta estructura no refleja adecuadamente los cambios en los precios relativos, especialmente en servicios esenciales asociados a la vivienda, como electricidad y gas, lo que lleva a una subestimación de la inflación real y distorsiona el análisis del consumo de los hogares. Frente a esto, se propone una nueva estimación del IPC usando como base diciembre de 2023 (IPC=100) y los ponderadores actualizados de la ENGho 2017/18, para reflejar de forma más precisa la estructura de gastos de los hogares y sus implicancias en indicadores económicos claves.

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