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EL DIARIO digital
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General Pico (Agencia) Un escándalo sacudió el jueves por la mañana la sede local de ATE mientras se desarrollaba una nutrida reunión de Comisión Directiva. La llegada de Nicolás Marquesoni desató un enfrentamiento con la secretaria general, Nora Poblet, quienes discutieron a los gritos, se convocó a la policía y ambos terminaron haciendo presentaciones cruzadas en la Comisaría Segunda.
No están claros aún los motivos de la pelea, aunque las fuentes consultadas por este medio apuntan a una disputa de poder que viene desde hace varios meses. Nicolás Marquesoni asegura que se presentó a la reunión como integrante de la Comisión, pero allegados a Poblet afirman que el médico bioquímico ya había firmado su apartamiento del cargo y no pertenece a la conducción. La secretaria general no quiso dar detalles, aunque adelantó que lo hará en rueda de prensa.
Tras el violento episodio que varias personas habrían presenciado, y luego de radicar las denuncias cruzadas, Nora Poblet le dijo a EBT "ya hice la denuncia y está todo en manos de la justicia" y afirmó que Marquesoni "vino a agredirme y a violentarme", pero allí cerró su escueta explicación y adelantó que daría detalles en conferencia que aún no fue convocada.
Despedido
El médico, por su parte, relató que "yo acudo en carácter de secretario de Formación Gremial, con todos los fueros que ello implica, y fue y despedido violentamente por la señorita Nora Poblet, con enjundia y con ira, siempre de manera verbal".
Y agregó "dice que no puedo estar porque firmé un apartamiento (del cargo), pero cuando yo le pedí le reclamo el libro de actas a la secretaria gremial Yanina Hernández, ella me dijo que lo tenía la secretaria general y no lo quiere mostrar".
Marquesoni aseguró que "yo no renuncié, nunca firmé el apartamiento" y reveló luego que "Nora llegó de la mano nuestra al gremio y de un día para el otro se dio vuelta". Y ratificó en esa línea "éramos íntimos, no se que pasó en el camino".
Tensiones y sospechas
Nicolás Marquesoni apuntó como motivo del enfrentamiento a discrepancias en el manejo gremial de algunos conflictos y, al mismo tiempo, deslizó sospechas sobre el manejo económico del gremio.
Indicó que la secretaria general se habría molestado por el intento de desplazamiento de una delegada gremial en la Municipalidad de Alvear, supuestamente a instancias de allegados de Nora Poblet, y que judicialmente el grupo que lidera Nicolás Marquesoni logró su reincorporación.
Remarcó que "ella tiene una forma de ser con un carácter totalmente antidemocrático", afirmó también que "no viene nunca al gremio" y deslizó luego que "le pedimos por carta documento que muestre los balances del gremio y no lo hace, el gremio no es lo que era desde que entró ella".
Y cerró en el mismo marco de sospechas "cambiaron las llaves de la quinta del gremio para que nosotros no tengamos acceso, hay muchas situaciones llamativas que sin tener pruebas no voy a denunciar".
Un sello y un gremio
Las diversas voces consultadas por El Diario apuntan como razón del conflicto a la retirada, o expulsión, de la familia Marquesoni del gremio que ellos mismos formaron en la ciudad del norte provincial.
El doctor Eduardo Marquesoni y su señora, Liliana Tellerman, formaron ATE en la ciudad de General Pico y por décadas condujeron sus destinos. En esa construcción también estuvieron sus hijos, el médico Nicolás Marquesoni desde la acción gremial en el Hospital Centeno, y las esporádicas apariciones del abogado Ezequiel Marquesoni como asesor legal ante un conflicto puntual que requería intervención judicial.
Pero ATE Pico, más que un gremio activo que representaba a muchos afiliados, durante años funcionó como un sello de la familia Marquesoni, para sostener sus activas participaciones públicas mediáticas, que siempre mezclaron cuestiones gremiales y políticas.
Esa situación en los últimos años cambió. A partir de la jubilación de la histórica secretaria Liliana Tellerman y su imposibilidad renovar mandato, el bastón de mando fue cedido a una persona que por siempre la acompañó, María Ester Campos.
Fue Campos, junto a parte de la conducción actual, quien comenzó a trabajar activamente en la representación gremial de trabajadores y el número de afiliados creció de manera exponencial a partir del reconocimiento legal que el Municipio de Pico le dio a ATE, quitándole gran cantidad de trabajadores a otro gremio por entonces en caída libre, el SOEM.
ATE Pico comenzó también a ofrecer beneficios que no tenían sus afiliados y su crecimiento económico se vio reflejado en la refacción de la vieja sede y la compra de una quinta para uso de los trabajadores. La entidad gremial comenzaba a dejar de ser un sello para convertirse en un gremio con representación numerosa.
Cuando venció el plazo de mandato de Campos, que ya estaba rodeada de un grupo de trabajo con cierto entrenamiento en la cuestión gremial, parece que la sucesión nuevamente fue digitada por los Marquesoni, según admitió el mismo bioquímico ayer en la nota con EBT cuando dijo "Nora llegó de la mano nuestra al gremio" y ratificó "éramos íntimos".
Con Eduardo Marquesoni y Liliana Tellerman fuera de la Comisión Directiva, y también el abogado Ezequiel Marquesoni alejado hace tiempo como asesor, el último Marquesoni con un pie en ATE Pico era Nicolás, ahora en discusión por la firma o no del supuestos apartamiento del cargo.