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EL DIARIO digital
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Una extensa audiencia se desarrolló este martes en el juicio al cirujano Jorge Rigutto, a otros dos médicos y a un enfermero por el escándalo vinculado a certificados "truchos", que permitían al polémico cirujano extender su prisión domiciliaria en una causa por abuso sexual en la cual luego fue absuelto por el "beneficio de la duda".
El debate se extendió por más de 9 horas, de las cuales 7 correspondieron a reproducir los audios de las comunicaciones entre los imputados, principalmente de Rigutto con el médico Ariel Farías, con el forense Juan Carlos Toulousse y el enfermero Wiliam Tejada. Si bien son muchas horas de audios, estos corresponden a una selección de la vasta prueba que dispone la causa.
Desde las 8.30 hasta pasado el mediodía, las voces de Rigutto y Farías detallaron sus movimientos en cuanto a la elaboración de los informes y su presentación ante la justicia, para que el cirujano mantuviera la prisión domiciliaria en el departamento de la calle Cervantes, en Santa Rosa.
A mediados de noviembre de 2022, la principal preocupación de Rigutto era la intervención de un nuevo forense para definir la continuidad de su prisión domiciliaria. "El ?mono? con navaja no informó nada aún", le dijo Rigutto a Farías en referencia a Pablo Véliz, quien debía completar el informe para que el juez Miguez Martin definiera el futuro del cirujano. "Llamalo al ?mono? y decile que estás preocupado por Jorge, va a empeorar", agregó Rigutto.
La orden a Farías se repitió en numerosas oportunidades, no solo en cuanto al forense sino a todo aquél que pudiera intervenir para que el informe médico diera muy malo y así se extendiera la medida de prisión domiciliaria.
Los fiscales Sancho, Paulucci y Urruti.
A principios de diciembre, la ansiedad de Rigutto crecía ante la proximidad de la audiencia donde se definiría si seguía en un departamento o iba a un calabozo. "Me dijo el forense que empeoremos la situación hasta el 16, que agreguemos insomnio, sudoración nocturna... hay que empeorarlo todo", sostenía Rigutto a su médico 10 días antes de la audiencia. El forense no es otro que Juan Carlos Toulousse, que hizo los primeros informes de Rigutto, y les dictaba los pasos a seguir: hacer los informes, pasarlos al abogado para que los integre a la causa e influir sobre Véliz.
Como declaró oportunamente, Véliz consideraba que Rigutto estaba en condiciones de ir a la cárcel, pero Toulousse lo "habló" para que no cambiara la decisión, teniendo en cuenta los informes anteriores. Veliz hizo caso a quien creía su jefe y avaló la domiciliaria, pero luego consultó y Toulousse no era su superior, era un par solo que con más experiencia.
Por ello Véliz pidió hacer otro informe con su propia revisión, la de Farías (perito de Rigutto) y la de otro perito de la querella, un médico de Bahía Blanca de apellido Rodríguez.
"Me tomé un par de viagras, un Refrianex y un Speed, tenía la presión altísima", afirmó Rigutto en diálogo con Farías. Esta situación la había anticipado en diálogo con otro testigo, Oscar Giménez, pero luego Rigutto dijo que lo decía en chiste.
Sin embargo, los audios siguientes se centraron en el segundo informe del forense Véliz, quien consideró que Rigutto podía ir a la Alcaidía. "Estoy haciendo un descargo porque el ?mono? me mandó al frente, mañana hay audiencia para mandarme adentro", expresó Rigutto en una comunicación del 28 de diciembre de 2022.
El rol de Toulousse
"Estoy desesperado", le dijo Rigutto al forense Toulousse a esa altura de la causa. "¿Vos no podés hacer nada por mí?", le consultó.
En el desglose de los audios, Toulousse era una fuente de consulta para la elaboración de los informes y para los pasos a seguir dentro de la causa. Ante los inconvenientes, el forense intervenía, según las escuchas, de distintas maneras. Así como "habló" con Véliz para que no cambiara el informe, en los audios hace referencia a otro diálogo con Hugo Díaz, ministro del Superior Tribunal de Justicia, y Marcelo Rebuffi, secretario de Servicios Jurisdiccionales, también por la intervención del nuevo forense en la causa.
Si bien Díaz no declaró en la causa (presentó un escrito que aún no se expuso), Rebuffi declaró en la primera audiencia y confirmó que Toulousse le manifestó su preocupación por el accionar de Véliz. "Le dije que correspondía que me lo dijera", indicó Rebuffi.
Además, Toulousse se ofreció a comunicarse con el juez Míguez Martín, quien definía el destino de Rigutto. "Le puedo mandar un audio a Miguez diciendo que éste está loco (por Véliz)", le dijo el forense a Rigutto. Al día siguiente, le contó que el magistrado no había leído el mensaje.
Miguez Martin también declaró en este juicio y consideró el mensaje, primero, como un comentario "fuera de lugar, pero luego entendió porque el forense intentaba comunicarse con él: ya sabían de la intención del imputado de empeorar su salud para mantener la domiciliaria.
En medio de las cuestiones médicas, los audios entre Rigutto y Toulousse refieren a un dinero que el forense necesitaba para un negocio, primero, y días después, para otro. La conversación habla de dólares, pero ante la negativa de Rigutto, se habla de pesos que conseguiría para que un familiar de Toulousse emprenda un negocio.
En cuanto a Tejada, los audios expuestos fueron pocos, pero se mantenía la indicación de Rigutto sobre lo que ponían en los informes. Incluso hay charlas entre Tejada y Farías sobre lo que ponían en dichos informes.
La resistencia de un psiquiatra
Luego de escuchar horas de conversaciones entre los imputados, sorprende la pasividad con que todos acceden a los pedidos y órdenes de Rigutto, sea para la redacción de los informes, para hablar con otro profesional o hasta para llevarle medicamentos a su casa.
Los jueces Ollié, Boulenaz y Sáez Zamora integran el Tribunal.
Solo uno de los interlocutores opuso resistencia a lo planteado por el cirujano. El psiquiatra Roberto Ré fue contactado por Rigutto para que le hiciera un certificado y lo medicara ante el síndrome de estrés que padecía. Posteriormente, le solicitó otro certificado, pero esta vez para que indicara que lo estaba tratando y medicando. Además, le pidió que le pusiera fecha 15 de diciembre, un día antes del examen con la junta médica.
"El certificado por el tratamiento no te lo voy a dar, solo lo hago si estoy en la causa", le respondió Ré y le dejó en claro que esa estrategia de la defensa de Rigutto no la compartía: le pedían que hiciera ese certificado y después lo agregaban como perito. "No se trata de un favor sino de fundamentos. Tengo que hacer una revisión completa, yo no trabajo así", aseveró Ré y dejó en claro que no se trataba de una cuestión de dinero, ante la insistencia de Rigutto que le iba a abonar sus honorarios.
Lo llamativo fue también que el único certificado expedido por Ré fue mencionado en varias oportunidades como una seguridad por parte de Rigutto que le alcanzaría para refutar el informe de Véliz que lo comprometía.
Ré incluso le advirtió que "con estas medidas, con el estrés solo, no te vas a salvar". Ante la insistencia, el psiquiatra le ofreció alguna alternativa, pero todo dependía de que le indicaran "los puntos de pericia" para determinar su intervención.
Más testigos
Este miércoles la audiencia incluirá la reproducción del audio de las dos audiencias restantes en las que intervino el juez Míguez Martín (una ya se escuchó cuando testificó el magistrado) y la incorporación de prueba documental de la fiscalía. Allí se espera una oposición de las defensas, situación que viene desde la primera audiencia.
Luego desfilarán ante el Tribunal los médicos Koller, Morante y Lordi, propuestos por la defensa del me?dico Rigutto.