Escuchá esta nota
EL DIARIO digital
minutos
Los acusados en el caso de los certificados "truchos" tuvieron la posibilidad de declarar y responder preguntas al inicio del debate. El médico Jorge Rigutto fue el primero en hablar ante el Tribunal y respondió preguntas de los fiscales, sorprendiendo hasta a sus propios abogados defensores.
"No firmé ningún documento, no tengo nada que ver", aseguró Rigutto para intentar desprenderse de la acusación en su contra. Y cuestionó que los fiscales "nunca negaron mis enfermedades, no objetaron eso".
Rigutto, que sufre hipertrofia arterial, diabetes, arritmias, entre otras dolencias, explicó que es "especialista en las enfermedades que tengo Recurrí al médico y al forense porque debía informar mi situación. Siempre lo hice solo, no tenía ninguna necesidad de conocimiento médico de otras personas, pero acá debía cumplir las reglas".
Contó que, a partir de un problema cuando estuvo detenido en la comisaría de Winifreda, empeoró su estado de salud. En junio de 2022, donde sufrió un ACV que obligó a su internación primero en el Hospital Molas y luego en una clínica privada, que derivó en la internación domiciliaria.
Con numerosos de talles médicos, Rigutto contó los exámenes a que era sometido, que obligó a varias salidas desde la alcaidía hacia el Hospital por picos de presión e incluso una internación por un mes en el Sanatorio Santa Rosa. En septiembre de ese año, además de la internación domiciliaria, Rigutto debía presentar informes sobre su evolución en el marco de la causa por abuso sexual.
Para noviembre, con la intervención del forense Pablo Véliz (Toulousse estaba de licencia) se realiza una revisión de los informes y su primera impresión fue que Rigutto podía permanecer en un calabozo, con los cuidados médicos necesarios, aunque le preocupaba su estado psiquiátrico. Allí fue cuando se produjo el llamado "para hablar de números" de Rigutto a Véliz, que motivó al forense a realizar la denuncia ante los fiscales.
Sin embargo, el primer informe de Véliz permitió a Rigutto seguir con domiciliaria. ¿Por qué? Según el forense, Toulousse le pidió que cambie el informe y así lo hizo. Pero para el segundo informe, un mes después, Véliz cambió su decisión y puso que Rigutto podía ir a la cárcel.
"A Véliz lo apretaron los fiscales, él había dicho que podía ir a la cárcel, pero puso lo contrario en el informe y lo amenazaron con una causa por falso testimonio, por eso cambió el dictamen", se quejó Rigutto.
En otra parte de su alocución, Rigutto negó que uno de los acusados haya robado tres electrocardiogramas de una mujer, que luego falleció. "Eran para comparar la situación que atravesó esa mujer con la mía, pero no los usamos. Lo que dicen es un disparate, no se puede falsificar un electro", añadió.
Sorpresa
Cuando finalizó su declaración, el juez Boulenaz le consultó a Rigutto si respondería preguntas. Embelesado en su verborragia, respondió rápidamente que si, lo que sorprendió a sus defensores, quienes manifestaron "no", pero era tarde.
El fiscal Sancho rápidamente tomó el micrófono y dio cuenta de la aceptación del acusado para preguntarles por varias de las conversaciones que fueron detectadas en las llamadas telefónicas intervenidas. En la mayoría de las respuestas adujo que hablaba "en chiste" con sus interlocutores. Confirmó que Toulousse habló con dos funcionarios judiciales, "Hugo Díaz (ministro del STJ) y un funcionario, Rebuffi. Estaba preocupado por mi salud".
También dijo que no le ofreció dinero a Toulousse sino que éste "me pidó un préstamo porque la mujer estaba por poner un carrito de comida. No lo pude hacer por mi condición en AFIP y porque no podía salir de mi casa", indicó.
En otra de las conversaciones, hizo referencia a unos relojes que podrían elegir quienes colaboraban con él. Otra vez apeló al humor y dijo que era "un presente que les iba a hacer. Yo colecciono relojes y había comprado tres en México para ellos, pero no era de valor considerable", contó.
La última de las consultas de los fiscales apuntó a la confección de los informes, que se sospecha no era realizados por quienes los firmaban. En una de las grabaciones, el propio Rigutto asegura "no sabes el informe que me estoy haciendo", por lo que el fiscal Sancho le consultó. "Algunos informes los tipeaba yo, yo era médico y paciente, pero la mayoría de los informes no los hace quien los firma, por una cuestión operativa", completó.
Los demás
Toulousse también hizo uso de la palabra, pero no respondió preguntas de los fiscales. Detalló su actuación en los informes del estado de salud de Rigutto. Dio que las llamadas con los supuestos llamados a funcionarios judiciales "tenían la intención de tranquilizar a Rigutto".
En tanto, el médico Farías declaró y respondió solo preguntas de la defensa. Visiblemente nervioso, relató su relación con Rigutto mientras lo asistía en la internación domiciliaria. "Los informes los hice yo en base a los controles y observaciones que hacía", indicó.
Los otros dos acusados no declararon y lo harán al finalizar las audiencias.