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Un pampeano, funcionario de Milei: a cargo del Centro Cultural Borges

Alberto Negrín, nacido en Jacinto Arauz, estará a cargo del emblemático espacio cultural de la Ciudad de Buenos Aires, en remplazo de Ezequiel Grimson.

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EL DIARIO digital

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Un pampeano, el escenógrafo, arquitecto, urbanista, dibujante y pintor Alberto Negrin, será el director del Centro Cultural Borges (CCB). Así lo confirmó el próximo secretario de Cultura de La Libertad Avanza (LLA), Leonardo Cifelli, que está completando los nombres de los funcionarios que lo acompañarán a partir del 10 de diciembre. 

Negrin, que nació en La Pampa en 1965 y estudió Arquitectura y Escenografía en La Plata, diseñó la escenografía de Cabaret, con dirección de Bob Marshall y Sam Mendes, en el mítico Folies Bergère de París. Entre sus más destacadas escenografías están las de las obras Los Productores, Sweet Charity, No te prometo amor eterno, Gorda, Peter Pan, La Vida es Sueño, Casa de Muñecas, La Tempestad, Boquitas Pintadas, El Diario de Adán y Eva, Ya nadie recuerda a Frederic Chopin y Frida Kahlo, entre otras. El escenógrafo y arquitecto recibió el Premio María Guerrero, el Premio Florencio Sánchez, el Premio Estrella de Mar y el Premio ACE, entre otras distinciones.

Sin experiencia previa en la gestión pública, Negrin reemplazará al actual director del Centro Cultural Borges, Ezequiel Grimson, con quien se reunió esta semana "con la voluntad compartida de que la transición sea lo mejor posible para la institución y para todos", comentó el director saliente a Página/12.

Aunque intentaron comunicarse con Negrin en varias oportunidades, nunca respondió los llamados ni contestó los mensajes en los que se le pedía que informara qué planes tiene para el CCB, cuáles serán sus grandes lineamientos o propuestas, qué impronta le otorgará, con qué fondos contará (teniendo en cuenta el fuerte recorte del gasto público anunciado por el presidente electo Javier Milei); y si habrá despedidos o mantendrá la planta de trabajadores.

Infobae destacó que su carrera, marcada por logros en el diseño y la renovación de espacios culturales, aporta su experiencia al panorama cultural argentino. Su trabajo en la remodelación del teatro Folies Bergère de París y su contribución a la reapertura de Clásica y Moderna, junto a Raquel Rodrigo, son solo algunos ejemplos de su trayectoria. Los reconocimientos obtenidos a lo largo de los años, incluyendo el prestigioso Premio Konex en múltiples ocasiones, respaldan su excelencia y compromiso con las artes escénicas.

El Centro Cultural Borges reabrió sus puertas al público el 19 de marzo de 2022, bajo la órbita del entonces Ministerio de Cultura de la Nación, y se incorporó nuevamente al patrimonio cultural argentino. En sus 9.000 metros cuadrados, cuenta con salas de exposiciones, auditorios y aulas. 

Negrín nació y se crió en Arauz. Luego estudio en La Plata  y desarrolló una carrera reconocida. "La tranquilidad y el silencio del campo despertaron en mí y en mis tres hermanos un mundo de fantasía. No había negocios, ni tecnología, pero sí la imaginación, que es infinita. Inventábamos juegos entre los árboles. Y así surgió el primer teatro que tuvimos, y yo era su gestor. Plantados los árboles de forma ortogonal, el espacio de uno que faltó nos permitió crear nuestra primera planta escénica. Entraba el sol entre el follaje y se dibujaba un perfecto anfiteatro con iluminación natural y tierra apisonada que se volvía pista de circo", rememoró Negrín en 2019, una entrevista de La Nación.

"Fui a un colegio rural porque era el único que existía en la zona. Nuestras actividades sociales se desarrollaban en el pequeño pueblo, de una diez por diez cuadras. El clásico pueblo: frente a la plaza, la Municipalidad, la escuela, la iglesia y, al lado, el salón de fiestas que era el único espacio con un escenario, bambalinas, camarines y un telón pintado perfecto que no voy a olvidar nunca, sobre lienzo, tal como se pintan los telones hoy, un árbol, un lago, unas montañas y césped. Todas las intervenciones que se hacían eran con ese único fondo, porque no se podía subir. Y yo me encargaba de armar las escenografías con yuyos, ramas, todos elementos naturales porque no tenía otra cosa. Entonces supe que eso es lo que me gustaba: construir fantasía", contó en aquel momento.

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