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EL DIARIO digital
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El diputado provincial de la UCR, Marcos Cuelle, afirmó que la modificación a la ley de coparticipación provincial que se aprobó el jueves pasado es "un placebo cortoplacista" y que el fondo adicional que se creó "no erradica la inequidad distributiva".
El reciente proyecto de ley aprobado por amplia mayoría y sancionado por la Legislatura pampeana "no es la medicina adecuada que se debería buscar para corregir las asimetrías vinculadas a la distribución de fondos coparticipables, sino, el resultado de la convergencia de dos necesidades claramente definidas, que sirve como placebo".
"Por un lado, el ejecutivo provincial deseaba ponerle freno a la declaración de recursos no tributarios por parte de algunas municipalidades y comisiones de fomento, y por el otro, un incentivo económico como cebo necesario para que mordieran el anzuelo la mayoría de los ejecutivos municipales", describió.
Oportunidad perdida
El radical rescató "algunos pequeños avances introducidos en una ley totalmente anacrónica que responde a un paradigma que no se implementa en ninguna otra provincia".
"La mayor preocupación de un ejecutivo municipal es la falta de certeza respecto a los fondos a recibir por el sistema de coparticipación, y la presente ley aporta dos elementos que ponen su acento en la previsibilidad que necesitan las y los intendentes. En este sentido, adelantar los plazos de presentación de la información al ejecutivo provincial y promediar los índices para suavizar las alzas, pero principalmente las bajas, es totalmente acertado", destacó.
Sin embargo, lamentó que "por decisión política no se avanzó en limitar el fondo que goza Asuntos Municipales, para utilizar un 2% de la masa coparticipable en forma totalmente discrecional". "En cualquier otra circunstancia, si no fuera porque había un consenso generalizado de intendentes, esto habría sido motivo suficiente para no votar un proyecto de esta naturaleza", alertó.
"Pero lo más grave, es que se perdió una oportunidad, para encontrar un sistema que sea mucho más justo y que no profundice las asimetrías socio-demo-geográficas, lo que demandará nuevamente, intentar construir la mesa de los consensos", opinó.
Sin política demográfica
"Si el 50% del Fondo Complementario sirvió en su momento para favorecer a las comunas de menor envergadura, al igual que el 80% de las regalías hidrocarburíferas, ya que se distribuyen en forma inversamente proporcional a la población. Ahora se imputa que el Fondo adicional de Distribución Poblacional es para favorecer a las localidades más grandes", explicó.
"Esta estéril discusión sirve para reconocer la ausencia de una política demográfica, que ha arrojado como resultado una provincia bicéfala con un enorme cuerpo raquítico conformado por el resto de las comunas", diagnosticó.
"Incentivar económicamente a las municipalidades y comisiones de fomento para que implementen políticas demográficas de contención de sus pobladores, evita la migración interna y el desarraigo, elementos ambos mucho más onerosos para los Estados por las implicancias urbanísticas que provocan estos procesos. Si no se aplican políticas demográficas de contención, la contracara es la concentración (el resultado actual), es decir, una mayor densidad demográfica en pocas localidades, con una amplificación de situaciones que potencian la exteriorización de vulnerabilidades sociales", apuntó.
Una espada de Damocles
Por otra parte, Cuelle señaló que "incentivar la responsabilidad económica financiera que mantenga saneada las arcas municipales, se encuentra íntimamente relacionado con la estructura estatal y la cantidad de servicios que se prestan, el sobredimensionamiento de personal puede ser un obstáculo que oprime los presupuestos si no hay mayor cantidad y calidad de servicios que sean afrontados económicamente por los frentistas. Pero, además, si el Estado Provincial descentraliza servicios en las comunas y no los acompaña con el correspondiente presupuesto, se transforma en una espada de Damocles que pende sobre las y los intendentes, debiendo exponer sus presupuestos para atender los servicios descentralizados".
"Imperiosamente, se debe erradicar de la ley, cosas que las y los intendentes no pueden controlar, porque los construye el Ejecutivo Provincial, en una provincia que carece de una ley de acceso a la información pública, y que además de ser conceptos distribuidores vetustos, podrían ser utilizados para premiar o castigar. No puede un 35% de la distribución de fondos entre municipio estar sujeto al devengado del impuesto automotor y del impuesto inmobiliario en cada ejido, ya que poco pueden esforzarse los jefes comunales para mejorar estos indicadores, por lo tanto, no tienen ningún sentido que formen parte de la matriz de distribución de fondos, salvo como se ha manifestado que sea utilizado para disciplinar favoreciendo o perjudicando comunas", criticó.
Problema latente
"Queda latente como elemento distribuidor de recursos coparticipables, los recursos propios que genera o recauda cada municipalidad, que fueron el disparador para proyectar la presente ley. El esfuerzo individual favorece la responsabilidad económica y financiera, volviendo más autónomas económicamente a las comunas. Sin embargo, haber definido en la ley solamente los recursos tributarios y haber postergado la definición de los no tributarios a la reglamentación, sin zanjar la discusión sobre si se debe computar el producido neto y no el bruto de cada actividad, va a seguir generando grises que traerán aparejadas nuevas discusiones", advirtió.
"Seguramente, la nueva composición de la Legislatura, que se encontrará en paridad de representantes entre oficialismo y minorías parlamentarias, estarán en mejores condiciones para alcanzar los consensos necesarios para erradicar las inequidades que sigue sosteniendo la actual ley", concluyó.