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EL DIARIO digital
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El médico cirujano Jorge Rigutto volvió, a fines de diciembre, a un centro de detención común, tras destaparse un escándalo alrededor de los certificados y pericias que le habían permitido obtener el beneficio de la detención domiciliaria. El profesional está detenido en una causa donde se lo acusa de abusar sexualmente de una expareja.
El avance de la investigación -según pudo saber El Diario de distintas fuentes- muestra cómo funcionaba "el sistema para mantener al acusado en prisión domiciliaria".
Además, según el expediente las únicas personas sospechadas son el propio Rigutto, el médico forense Juan Carlos Toulouse, el médico Facundo Farías (perito de parte) y el enfermero Wiliam Tejeda.
Este último estaba encargado de los controles de Rigutto y -de acuerdo a la trascripción de las escuchas telefónicas- "falseaba" el seguimiento diario. "Indicaban que Rigutto tenía glucemia alta, que no duerme nada, un cuadro de stress, todo para mantener la internación domiciliaria", detalló una de las fuentes consultadas.
"Además, Farías conseguía estudios y electrocardiograma de otras personas para agregar el legajo y que se usen para los informes", añadieron.
De esta manera, los datos de la historia clínica de Rigutto eran "falsos" y esa información era "utilizada por Toulouse" para elaborar los informes que mantenían al acusado con prisión domiciliaria.
Según la causa, "Rigutto le habría pagado a Toulouse para que los informes lo favorecieran con el arresto domiciliario".
"Incluso después intentaron agravar la situación para intentar lograr la libertad", aseveraron las fuentes.
De acuerdo a las escuchas sobre el teléfono del médico Rigutto, se habría hablado de un monto de "un millón de pesos", aunque "queda mucha prueba por analizar", añadieron.
Toulouse, entrevista por El Diario con relación al caso, dijo que mantenía contacto con Rigutto porque "yo le había corregido una serie de medicaciones y anduvo bien".
"Me planteó sino podía ir una vez por semana a seguirlo. Como estoy de vacaciones y no tengo nada que ver con la causa, no hay problema. Así que me mandaba el informe que recibía, a veces me llamaba, a veces yo iba. Me siguieron, pincharon el teléfono y creen que éramos una asociación ilícita para hacer certificados truchos", aseguró.
Sin embargo, el único teléfono intervenido es de Rigutto y los datos surgen de los diálogos entre el acusado y el forense.
A pedido de la Fiscalía, el juez se dispuso el secuestro de los celulares de los demás implicados y también de Rigutto, quien lo tiró al inodoro cuando el personal policial se lo requirió. El equipo fue recuperado y también se analiza la participación en esta causa de la pareja de Rigutto.
Presiones
Otro dato que surge de las escuchas son las presuntas "presiones" de Toulouse sobre Véliz, un nuevo forense que emitió un informe distinto a los anteriores y dijo que Rigutto "podía ir a una cárcel común".
"Véliz presenta un informe con una serie de condiciones para que el acusado pueda cumplir el arresto en una cárcel común. Toulouse lo aprieta a Véliz, en base a su experiencia y demás. El médico creyó que era su jefe y cambió el informe, pero avisó de lo que pasaba", contaron los investigadores.
Este incidente fue confirmado por el propio Toulouse. "A Véliz le pidieron un informe y pone todo lo mismo que había puesto yo, pero, en un principio, que con una serie de médicos que lo controlen podía estar en prisión", sostuvo Toulouse cuando dialogó con este diario.
"En el consultorio forense, le dijimos que todos los informes dicen otra cosa, lo revisó y finalmente decidió que tenía que seguir con arresto domiciliario ya no hasta febrero sino hasta el día del juicio", agregó.
Es en ese incidente cuando surgen los nombres del ministro del Superior Tribunal de Justicia, Hugo Díaz, y el secretario de Servicios de Jurisdicción del Poder Judicial, Marcelo Rebuffi.
"Toulouse chapea que fue a hablar con Díaz en función de que Veliz no quería emitir un informe distinto al de él, en base a su experiencia. Lo mismo le dice a Rigutto de Rebuffi, que habló con él", detallaron las fuentes que hablaron con este diario.
Y aclararon que "ninguno de los dos funcionarios judiciales tiene nada que ver con la causa, solo son nombrados en esa situación puntual".