La Pampa

Viviendas sociales: una propuesta de los arquitectos podría cambiar el paradigma

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Proponen loteos para diferentes desarrollos de formas de vivienda, alejados de la casa en un terreno de 10 por 21.50 metros. También analizan la construcción de complejos multifamiliares tipo condominio, con áreas comerciales.

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EL DIARIO digital

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General Pico (Agencia) – Los convenios firmados recientemente entre el Colegio de Arquitectos y el Gobierno de La Pampa, podrían marcar un antes y un después en la política de desarrollo de viviendas sociales en la provincia. Lo que en su momento pareció un salvavidas para el Municipio local, cuando un grupo de vecinos se opuso a la construcción de un nuevo barrio de casas sociales, fue profundizado por el Gobierno provincial y ahora sienta las bases, no solo para modificar la tipología de viviendas mantenida por décadas, sino también para evitar el rechazo de quienes viven cerca y hasta los propios beneficiarios.

El presidente del Colegio de Arquitectos de La Pampa, Guillermo Blanco (foto), en diálogo con El Diario se refirió al diálogo con el Gobierno y el posterior trabajo que derivó en la firma de convenios.

Cuando el Gobierno pampeano compró 60 hectáreas dentro de la Circunvalación de Pico, lindantes con el barrio Rucci y una zona residencial, el Municipio local pidió la modificación del Código Urbano para la instalación de casas sociales en 20 de esas hectáreas, y esto generó el rechazo de quienes viven hoy en una de las zonas más caras de la ciudad. El arquitecto Blanco recordó que en ese momento “propusimos al Concejo Deliberante ofrecer un concurso de diseño para la urbanización que quedaba por aprobar, que eran las 44,5 hectáreas”.

El 4 de agosto mantuvieron una reunión con el gobernador Ziliotto, donde los arquitectos “una posición del Colegio, que era ser un referente consultor en urbanismo, arquitectura, infraestructura, patrimonio arquitectónico, cuestiones que hacen a nuestra disciplina”.

En esa línea, el Colegio recomendó “participar en la planificación, no solamente de la construcción, sino, además, la organización territorial y este tipo de situaciones que ocurrían en Pico y otras localidades de la provincia donde, cada vez que el Estado tiene que intervenir en grandes superficies donde se ven afectados, no solo los vecinos sino todo el territorio en sí, lo que genera nuevos problemas a futuro con intervenciones en algunos casos no planificadas”.

Y remarcó “propusimos un concurso de diseño para que haya muchas cabezas pensando en una propuesta superadora a la idea que en ese momento teníamos, que era la misma subdivisión de la tierra, las mismas parcelas, incluso la misma vivienda social”. Y aclaró “no estábamos en contra de la política de vivienda del Estado, sino de poder planificar previamente la compra de la tierra, la partición de esa tierra y terminar colocando incluso una nueva tipología de vivienda acorde a la región donde se implanta”.

“Creo que el gobernador entendió la propuesta, incluso lo dejó de manifiesto en sus palabras durante la firma de convenio del miércoles”, observó el arquitecto Blanco.

Convenios

El primer convenio firmado entre las partes, en septiembre del año pasado, responde al desarrollo de dos anteproyectos que vienen del programa nacional “Casa Activa”, destinado a la construcción de dos complejos de edificios de alrededor de 36 mono ambientes con toda la infraestructura pensada para que allí vivan adultos mayores, destinados a General Pico y Santa Rosa.

“Nación envía un modelo y un anteproyecto a La Pampa, que es el mismo que envía a todas las provincias, y lo que le pide a la provincia es que busque un proyectista y desarrolle ese anteproyecto, eso es lo que se hizo. Se hizo un concurso de precios donde participaron profesionales y que ganó el estudio Reinhard y Garallo”, detalló Blanco.

En Pico, ese complejo se construirá en calle 333 entre 300 y Circunvalación Isidoro Brunengo.

Convenios PICO

Mientras que en el convenio firmado el pasado miércoles, que se centra en las 44,5 hectáreas restantes, “sí interviene el Colegio de Arquitectos con toda la facultad de organizarlo. Específicamente, el Estado contrata al Colegio para la organización de este concurso, donde el Colegio nombra asesores para establecer las bases del concurso, bases que luego deben aprobar el IPAV y también FADEA, luego esas bases se hacen públicas”.

Las bases de ese concurso se conocerán cinco días hábiles posteriores a la firma del convenio, mientras que los cinco jurados darán a conocer a los tres ganadores el próximo 23 de mayo. Solo pueden participar arquitectos matriculados en La Pampa. De esos tres ganadores, el IPAV podrá elegir a cualquiera de ellos, según las características del proyecto que más se adapte a las necesidades y posibilidades de ejecución del organismo.

Qué se construirá

Las bases de este concurso determinarán qué va construir el Estado en esas 44,5 hectáreas con destino social, pero, además, las características que tendrá la parte de tierra destinada a lotear para vender a particulares, la otra idea que el Gobierno Provincial introdujo en el proyecto para descomprimir el reclamo de los vecinos que rechazaban el nuevo barrio y, al mismo tiempo, responder a una vieja demanda de privados en condiciones de construir su propia casa.

En ese sector, Blanco adelantó que “va haber diferentes desarrollos de formas de vivienda, no solo la vivienda social enmarcada en el terrenito de 10x21,50, que creo que ya no tendrá esas dimensiones, sino también lotes para la venta, incluso complejos multifamiliares tipo condominios, más áreas comerciales, espacios públicos, corredores, etc.”.

A modo de resumen del proceso en marcha con el Gobierno, Blanco observó “lo rescatable es que hay una visión diferente para desarrollar la vivienda social, salir de la tipología de terreno y vivienda que veníamos teniendo hace 30 años. Pensar en que, si el Estado compra esas grandes superficies de tierra, pretender hacer una tipifación general de eso, hacer todo igual, ha generado en todas las localidades de la provincia situaciones que la gente por ahí no quiere, tanto el que le toca la vivienda como al que le toca ser vecino de ese barrio social”.

“Lo que se propuso fue escuchado y se aceptó, y ahora estamos en la etapa donde el trabajo queda en manos de los profesionales de la provincia”, concluyó el arquitecto Guillermo Blanco.

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